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Narra Enzo
Semanas habían pasado desde Isabela y yo habías formalizado nuestra relación y todo iba de maravilla ya llevábamos un mes en España y todo no podía estar mejor, ella siempre estaba a mi lado y yo siempre estaba a su lado, por qué hacen las verdaderas parejas, estar con ella era como cuando un pintor se siente lleno y pleno de ver su obra, como cuando te sientas a mirar el cielo y el aire está fresco y sientes paz, así es estar con ella.

Estábamos acostados en la cama hablando como siempre lo hacíamos, la noche estaba hermosa, está fresca y que mejor que estar al lado de la mujer que amo
—y el director dijo que tal vez terminemos las filmaciones días antes, así que tendremos días libres para estar relajados y pasear por la ciudad—dije mientras la apegaba más a mi
—eso sería maravilloso, quiero pasar mucho más tiempo contigo, aveces estás muy ocupado que me siento triste de no verte casi—dijo ella y sentí algo en mi corazón, como si se encogiera
—lo siento pequeña, ya pronto estaremos mucho más tiempo juntos, lo prometo—deje un beso en su cabecita,no me gustaba escucharla triste y más si era por mi culpa eso hacía que corazón doliera
—lo bueno es que al menos puedo acompañarte a las grabaciones—ella se levantó de mi pecho y me miró con esos ojos enormes y cafés que tanto me encantaban y que me volvían loco
—ya no te preocupes mas mi amor, ya pronto solo seremos tu y yo—dije y la volví a poner en mi pecho para abrazarla
—te amo Enzo—dijo con un tono de voz suave y dulce
—te amo más pequeña—la abracé fuertemente pero sin hacerle daño, sentí que se me iba a salir de los brazos, no sé por qué tuve ese sentimiento tan extraño. Después de un rato ella se quedó dormida así que traté de imitar su acción pero no lograba dormir, pero después de un rato logré hacerlo

Al día siguiente...

Nos estábamos arreglando para ir a una reunión que tenía con los directores para hablar de los últimos detalles de la película, Isabela se estaba terminando de poner los zapatos y luego vi como se levantaba pero se volvió a sentar rápidamente y se puso pálida así que me acerqué a ella rápidamente
—que tienes? Estás bien?—dije mientras acariciaba su mejilla y ella solo asentía—pero di algo Isabela—dije y ella se puso de pie y tomó mis manos
—estoy bien, solo tuve un pequeño mareo—dijo con una sonrisa y yo no estaba del todo convencido, ella estaba muy pálida y ni hablar de que ayer se levantó en la madrugada a vomitar, no creo que esté bien
—iremos al médico—dije y fui a tomar mi abrigo para después tomar el de ella pero sus manos me impidieron moverme
—no es necesario, ya estoy mejor—dijo y se acercó a darme un beso, sus labios estaba un poco fríos y yo ya estaba más que preocupado—adelántate tú, yo te alcanzo después si—dijo ella y se fue al baño y se encerró allí
No quiera irme y dejarla aquí sola, pero los directores no hacían más que llamarme y mi celular iba a explotar por tantas llamadas
Así que tomé mi abrigo y salí de ahí.

Cuando llegue a el lugar donde sería la reunión el cual era un restaurante no estaba muy lejos del hotel, al entrar todos empezaron a preguntar por Isabela
—ella está un poco mal, pero dijo que cuando estuviera mejor vendría—dije mientras tomaba asiento y miraba mi celular para ver si ella me había llamado pero no tenía nada, ni un mensaje ni nada, le escribí pero no me respondía, no podía concentrarme en nada de lo que decían solo estaba preocupado por ella. Después una hora mi celular comenzó a sonar era ella
—discúlpenme es importante—dije mientras me levantaba y ellos sólo asintieron, salí afuera y contesté
—Enzo, puedes venir al hotel es algo importante—la escuché, pero su voz estaba un poco apagada
—claro que si mi amor, ya voy—dije y colgué, entré de nuevo y me excuse, ellos entendieron y dejaron que me fuera, camine lo más rápido que pude y llegué en menos de 5 minutos
Subí rápido a la habitación y la vi en la orilla de la cama con sus codos apoyados en sus muslos y tapándose la cara
—ya estoy aquí—dije y ella se volteó a verme y se levantó para abrazarme—que pasa pequeña?—pregunte mientras la apretaba contra mi cuerpo
—Enzo, tengo que decirte algo—dijo y se separó de mí, fue al baño y después vino con algo entre sus manos—esto va a cambiar tu vida y la mía, es algo muy grande—dijo y yo solo la miré confundido, no entendía nada de lo que me estaba diciendo, me entregó lo que estaba ocultado entre sus manos, lo miré y era una prueba de embarazo, el cual marcaba dos rayas demasiado visibles
—es-estás embarazada?—pregunté aunque me vi como un tonto por que la respuesta era clara pero estaba en shock, iba a ser padre y no sabía cómo reaccionar
—estás bien? Estás molesto? O triste?—dijo ella y yo dejé de mirar la prueba y me acerqué a ella y la abracé y no pude evitar llorar
—estoy feliz, no sabes lo que feliz que soy ahora mismo—dije con la voz entrecortada, ella me rodeó con sus brazos y no podia con tanta felicidad
—Enzo esto es algo muy grande, es una responsabilidad muy grande—dijo ella mientras se separaba de mí y me miraba con sus ojitos los cuales estaban sin su brillo especial
—esto es algo que va a llenar de felicidad nuestras vidas, y si es una responsabilidad muy grande pero yo voy a estar contigo, no te voy a a dejar sola—dije y la tomé de las manos y dejé un beso en estás
Ella comenzó a llorar y me abrazó con todas sus fuerzas, se que está asustada y que se preocupa, pero es la mejor noticia que me han dado en toda mi vida, la tome de la mano y la senté con cuidado en la cama
—quiere que vayamos al médico para ver cómo está el bebé?—le pregunté y ella solo asintió, me levanté y busqué un buzo para ponerle, una vez listo salimos del lugar y fuimos al hospital más cercano, una vez en este me hicieron llenar muchos papeles ya que no éramos de aquí, después de un rato la hicieron pasar y yo entré con ella, doctor le tomó algunos datos y después la hizo acostar en una camilla, puso algo en su vientre y luego un aparato y en una pantalla pudimos ver lo que era nuestro hijo
—ahí está, todavía está muy pequeño, debes tener unas 2 semanas—dijo el doctor y ella sonrió mientras miraba la pantalla, yo solo estaba perdido en su hermosa sonrisa y yo me sentía feliz y completo—pero debes cuidarte mucho, tienes un problema en tu útero y eso podría hacer que tengas un aborto espontáneo, debes guardar reposo por 5 semanas ya el bebé estará más grande y no habrá ya ninguno problema—dijo el y los ojitos de ella se aguaron, haciendo que mi corazón se apretará
—no se preocupe, ella guardará el reposo que sea necesario—dije y el doctor asintió, nos dio unas cuantas instrucciones más y salimos de ahí y fuimos directo al hotel. Al llegar ella se acostó en la cama y puso sus manos en su barriguita aún plana y comenzó a llorar
—no llore mi pequeña, nuestro bebé estará bien—dije mientras me sentaba a su lado, ella tomó mi mano y la puso en su vientre
—promete que cuidarás de nosotros—dijo ella con su voz apagada
—lo prometo mi amor, aquí estaré siempre para cuidar de ustedes—dije y bese su frente, después de eso me acosté a su lado y comencé a hacerle caricias para que se quedara dormida y después de un rato ella se durmió, me levanté con cuidado y fui hasta la ventana, tome una silla y me senté a mirar el cielo y a pensar...

𝐌𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐝𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨| Enzo VogrincicWhere stories live. Discover now