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Cuando llegue a clase ya era algo tarde pero por suerte todavía no estaba la profesora en clase, pues el timbre había sonado hace 5 minutos, pero que se le va a hacer los profesores ya estaban acostumbrados a que siempre llegase 5 minutos tarde, era algo inevitable para mí y bueno también para Mónica, solo que ella hoy se quedó en la Masía porque seguía encontrándose mal.
Al entrar mi sitio al lado de Sofía estaba siendo ocupado por Pau Prim, que normalmente se sentaba con Héctor, por lo tanto tuve que sentarme con Héctor aunque me extrañó que Carla no estuviese ya ahí sentada.

- Buenos días, ¿se te pegaron las sábanas? -dijo mirándome con una sonrisa vacilona

- Lo que se va a pegar es mi mano a tu cara -bromee con una sonrisa sarcástica

- Ay, tan cariñosa como siempre -dijo pellizcando mi mejilla como le hacen las abuelas a los niños pequeños

- ¿Qué clase tenemos ahora? -pregunté mientras sacaba mis cosas

- Inglés, pero no ha venido la profesora. Llegando tarde y no sabes ni que clase tienes, que aplicada estás, eh -dijo y yo puse los ojos en blanco haciéndole reír

- Si llego a saber que no viene la profesora me quedo otra hora más durmiendo -dije

- Pero no hay nada mejor que estar aquí conmigo -dijo con una sonrisa egocéntrica

- Ya ves, estoy que tiro fuegos artificiales -dije con sarcasmo

Cuando llego un profesor de guardia mandó que todos nos sentáramos y que hiciésemos algo productivo.

La mayoría de mis compañeros estaba estudiando o mirando el móvil sin que el profesor de guardia les pillase, y yo como me aburría y no quería hacer algo productivo, agarré el brazo de Héctor y comencé a dibujarle y escribirle cosas en el brazo bajo su atenta mirada.

- ¡Héctor! -escuché la voz chillona de Carla aproximándose a nosotros, yo puse los ojos en blanco y Héctor se percató de ello ya que soltó una risita

Mientras Carla le hacía preguntas estupidas sobre Historia yo continuaba con mi entretenimiento, hasta que Daniel, el cual se llevó una mala mirada por parte de Héctor, vino a preguntarme una duda sobre filosofía.

Cuando ambos se fueron de nuestras mesas Héctor cogió mi subrayador rosa fosforito, agarró mi brazo y escribió en grande: H.FORT

- Yo que tú me lo tatuaba -bromeó y yo reí

- En tus sueños -reí- He visto muchas formas de marcar territorio y esta...esta es la menos ingeniosa

- Me conozco otras, si quieres te las puedo enseñar -murmuró guiñándome un ojo

- No gracias -dije

- Tu te lo pierdes -se encogió de hombros y después puso sus brazos sobre la mesa y apoyó su cabeza mirando hacia otro lado.

- Tampoco te enfades, hombre -bromee mientras comenzaba a acariciar su pelo y jugar con sus rizos

- No te flipes, no estoy enfadado -dijo- ¿Prefieres que te mire? -preguntó y cambio de posición apoyando ahora su cabeza mirándome.

Cuando mi mirada y la suya conectaron me puse nerviosa, pero no sabía el por qué.

- Lo prefiero -dije y el sonrío

Yo continué jugando con sus rizos bajo su atenta mirada que lo único que hacía era ponerme nerviosa.

•••

La mañana pasó rápida, y la exposición de nuestro trabajo de historia salió genial. Ahora estaba a la salida del instituto hablando con Sofía mientras la hacía compañía esperando a su padre.

- ¿H.FORT? -dijo leyendo lo que ponía en mi brazo

- Lo escribió él esta mañana después de que Dani viniese a preguntarme una cosa de filosofía -expliqué- Una forma curiosa de marcar territorio -reí

- ¿Seguro que solo quiere llevarse bien contigo? -preguntó- Deberías de replantearte eso

A Sofía le había contado en el recreo todo lo que había pasado con Héctor este fin de semana, y ella esta en contra de lo que él dice.

- La verdad es que ya me da igual, mira un enemies to lovers -dije riendo- Pero es broma eh, solo lo veo como un amigo

- Eso espero -dijo

Me quedé un rato más hablando con ella hasta que sentí un brazo sobre mis hombros.

- ¿nos vamos? -me preguntó Héctor

- Podéis iros mi padre está llegando -dijo Sofía

- Pues hasta mañana -sonreí

- Adiós -dijo Sofía y nos fuimos

- Espero que haya algo rico para comer -dije

- Teniendo en cuenta que yo no estoy el menú, nunca habrá algo bueno para comer -bromeó y yo reí

- Si estás tú en el menú entonces tendré que ir a comer hierba de los jardines, porque ese menú no me gusta -le seguí el rollo

- No puedes saber si algo no te gusta sin probarlo antes -dijo

- Es que yo decido si me gusta o no sin necesidad de probarlo -dije encogiéndome de hombros

- Fijo que alguna vez has probado algo que decías que no te gustaba y luego ha terminado gustándote -dijo

- El sushi -respondí

- Ves, pues ya está. -dijo finalizando la conversación

- Tengo un sueño terrible, después de comer me voy a echar una siestecita -dije apoyando mi cabeza en su hombro

- Te puedo hacer un hueco en mi cama si quieres -dijo guiñándome un ojo

- Casi chaval -dije y ambos reímos

- ¿Y te quedarás dormida como la última vez, no? Menos mal que ya no tenemos que hacer ningún trabajo -dijo y yo reí

- Es que esa vez se me pasó la hora, estaba muy cómoda durmiendo -me excuse riendo

- Claro, claro. Si por la noche durmieses más pronto.. -dijo

- Pero que dices, si probablemente me duerma antes que tú -dije

- Eso no lo sé, deberías de venir a mi cama para comprobarlo -bromeó

- Mejor tú a la mía, que es más cómoda -bromee guiñándole un ojo

- Cuando quieras ahí me tienes -dijo siguiéndome el rollo

Cuando llegamos a la masía subimos a dejar las cosas a nuestras habitaciones y después bajamos a comer, solo que él se sentó con sus amigos y yo con Mónica.

Sentimientos a medianoche - Héctor Fort Where stories live. Discover now