Sentimientos a medianoche - Héctor Fort

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Cuando me desperté pude distinguir varias voces, conocidas, en la habitación. Abrí los ojos y ahí estaban Marc, Lamine, Pau y Gavi.

- ¡Hola! -sonreí- Por fin veo a más gente que no es Héctor, empecé a pensar que os había prohibido la entrada

- Bueno....la verdad es que si -bromeó Lamine

- ¡Oye! -se quejó Héctor- Es mentira, eh, no le creas

- No os la ha prohibido porque estaba muy ocupado pensando en cómo prohibírsela al enfermero -bromee y todos reímos

- Héctor es la persona más posesiva que he conocido, os lo juro -dijo Marc

- Él es la definición de la palabra posesivo -dije y Marc asintió dándome la razón

- Es que la suelto y me la quitan de las manos -dijo Héctor y yo reí- Por cierto, deberías de comer, que tu enfermero privado te ha traído la comida

Héctor me acercó la bandeja y cuando iba a levantarse le detuve.

- No, que estoy muy cómoda -dije

- Pero necesitas espacio para comer, luego me tumbo contigo otra vez -dijo levantándose

- Baja a comer mientras, que no has comido nada -le dijo Gavi- Ya nos quedamos nosotros con ella

- Y no te preocupes, si vuelve el enfermero le sacamos a patadas -bromeó Pau

- Se pone Lamine de segurata en la puerta y no le deja pasar -añadió Marc

- Y el mínimo de distancia para hablar con ella tiene que ser desde la puerta por la parte del pasillo, si pasa el límite es expulsión -bromeó Héctor

- No se yo si lo que dice Héctor es broma o no -dije

- Yo creo que no lo es -dijo Pau riendo

Héctor se fue a comer a la cafetería del hospital y yo me quedé hablando con los chicos mientras comía.

- ¿Héctor te está dando mucho la lata? -preguntó Marc y yo reí

- A veces se pone pesadito con el enfermero, pero por lo demás está bien, se preocupa bastante -dije

- Desde que llegaste al hospital no se ha movido de aquí, ha estado pegado a ti como una lapa. Día y noche en el hospital contigo, para lo único que ha pasado por la masía ha sido para ducharse y cambiarse de ropa -contó Pau

- El era consciente de que podía pasarme mucho tiempo en coma, ¿y aún así venía? -dije y todos asintieron

- Le daba igual, él lo que quería era estar siempre a tu lado -dijo Lamine- No le importaba esperar días, meses, años; mientras estuviese a tu lado, no le importaba el tiempo

- Si es que más mono no puede ser -dijo Marc y yo reí

Después de comer, Héctor volvió a la habitación y nos quedamos un buen rato hablando con los chicos hasta que tuvieron que irse ya que ya era de noche y al día siguiente tenían clase y entrenamiento.
Ahora Héctor estaba tumbado a mi lado con su brazo sobre mis hombros mientras veíamos la televisión.

- ¿Estarás yendo a clase estos días, no? -pregunte y él asintió- Menos mal, creí que habías aprovechado para darte unas vacaciones

- No, por las mañanas voy a clase y luego al entreno, y después vengo a verte y me quedo a dormir. Llevo haciendo eso durante todo el tiempo que llevas aquí -dijo

- Entonces tendrás que ponerme al día con las clases -dije y él sonrío pícaro

- Si quieres puedo ponerte al día con las clases de lengua -dijo y yo reí suavemente mientras el se acercaba a mi poniendo su mano en un lateral de mi cuello- ¿me das un beso? -preguntó murmurando ya que estaba muy cerca de mis labios

- ¿Sabes que tú y yo todavía tenemos una conversación pendiente, no? -murmure para después rozar sus labios

- Lo sé perfectamente -murmuró sonriendo sobre mis labios

Volví a rozar mis labios con los suyos y le di un beso en la mejilla para luego alejarme un poco

- No me refería a que me lo des ahí -dijo

- Ya lo sé -reí

- ¿Y si ahora te robo un beso que pasa? -preguntó con una sonrisa coqueta

- Que duermes en el sofá -dije y el rió

- Vaya.... -dijo y yo reí- ¿Ni uno cortito?

- No, ninguno, solo en la mejilla -dije con una sonrisa inocente

- Venga, si te mueres por besarme -dijo y yo negué mientras miraba hacia cualquier lado que no fuese a él. Luego él rió y puso su mano en mi barbilla para que le mirase- Ahora dime mirándome a los ojos que no te mueres por besarme

Nos miramos fijamente, pero yo no podía articular palabra, ya que su mirada me ponía nerviosa y la verdad es que si me moría por besarle.

- Te mueres por besarme -murmuró y ambos sonreímos

- Pero no lo voy a hacer -murmure y le di otro beso en la mejilla

Luego me separé y me acomodé para dormir apoyando mi cabeza en su pecho.

- Buenas noches -dije abrazándome a él como pude

- Descansa -dijo dándome un besito en la cabeza y abrazándome