4to.B: 𝐛𝐥𝐚𝐬 𝐱 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧/𝐬𝐚𝐧𝐭𝐢 𝐱 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐩𝐞

Arquitecto

Esteban se sentía raro, no incómodo, pero sentía con claridad como algo había cambiado y no estaba seguro de saber si eso estaba bien o no, le asustaba.

Blas tenía la cabeza apoyada en su pecho; se había acurrucado de modo tal que Esteban, en la cama, parecía más alto.
le acariciaba la panza por debajo de la remera y él también se sentía raro, pero distinto a Esteban.
estaba incrédulo, había pasado meses detrás suyo, inventando maniobras para que él no se diera cuenta, y a la vez, para llamar su atención.
Ahora y de golpe estaba en su cama, se habían acostado juntos, no habían tenido sexo pero se habían besado toda la tarde para luego quedarse asi, en silencio escuchando la lluvia.

En algún momento volvieron a acomodarse quedando enfrentados, de costado.
Esteban le acarició la mandíbula con el reverso de un dedo mientras Blas le prestaba atención a cada gesto en su cara

-deja de mirarme así-le dijo avergonzado

-para que me pongo los lentes

-en serio...

-¿como te miro?-le dijo sonriendo

-no sé, raro

-esto es raro

-¿no soy lo que esperabas?-preguntó sintiendo un nudo en el estómago, ese era exactamente su peor miedo, no ser suficiente para Esteban y que ahora que lo tenía se haya dado cuenta

-no esperaba nada-le dijo poniéndose boca arriba

Blas imitó su postura y miró el techo también

-pero ¿te gusto?

-sí

-podes decirme que no, no pasa nada...

-somos amigos, siento que rompimos algo hoy

-vos me gustas-le dijo al cabo de algunos minutos en total silencio

-y vos a mí

-¿tanto como para arriesgar la amistad? porque yo sí-se atrevió, mirandolo

-que intenso

-si te contara...

Esteban se movió rápido.
le levantó la remera y metió su cabeza debajo de ella, apoyando el rostro en su panza plana

-contame

-¡Esteban! ¡la vas a estirar!-se quejó intentando sacarlo sin demasiada fuerza, la verdad era que cualquier cosa que Esteban hiciera con él se sentía como el cielo

-contame

-estoy enamorado-le dijo volviendo su mirada al techo. sintió como Esteban, dentro de su remera, acomodaba su cabeza-ahora es cuándo cortas todo y ya fue, y está bien, no pasa nada, te tuve un rato,me quedaré con eso y aquí no ha pasado nada

-¿enamorado de mi?

-no, de doña elvira del 4to A

-es atractiva

-y hace unos pucheros tan ricos

-dios, si

ambos se rieron al mismo tiempo en que la tormenta volvía a romper

-de vos-le dijo agradecido de no tener que verlo al confesarle eso-hice cosas para gustarte, aprendí a cocinar...y sufrí mucho con lo de Lucas

-estabas raro

-estaba roto, me hacías sufrir y lo peor es que no lo sabías, si lo sabías al menos te podía tener bronca,pero no fue asi

Esteban salió de su remera y lo miró desde abajo

-no quise lastimarte

-es lo que acabo de decir, taradito-respondió él acariciandole el pelo-tenés el poder de lastimarme mucho, lo tenés hace rato, pero ahora que sabes que lo tenés, si llegarás a usarlo...

-no te quiero lastimar, Blas

-por favor, no lo hagas

-voy a usar mi título-dijo de pronto metiéndose entre sus piernas

-¿eh?

-voy a ser el arquitecto de este amor...-continuó arrastrándose lento encima de su cuerpo

-dios mio-exclamó él cubriendose el rostro con ambas manos

-voy a construir pieza por pieza desde los cimientos...

-¡por favor, Esteban! ¡callate! ¡me da mucha vergüenza ajena!

-el cemento serán mis besos, construiré los planos sobre nuestras pieles...-culminó cuándo estuvieron frente a frente

-¡te odio!-le dijo él riendo, empujandolo a un costado

Esteban volvió a quedar boca arriba y levantó su brazo

-veni, chiquito-le llamó-dormi conmigo un rato

-chiquito tendrás el pito-dijo él acomodandose en su pecho de nuevo, abrazando su cintura

-lo averiguas cuándo quieras-le dijo subiendo la mano del brazo que lo sostenia, para acariciarle el pelo.

Blas pensó que si se trataba de querer, él quería hacía rato, pero no lo dijo, no quería pasar por desesperado.
acomodó su cabeza y cerró los ojos quedándose dormido alli, donde ahora se sentía seguro.