4to.B: 𝐛𝐥𝐚𝐬 𝐱 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧/𝐬𝐚𝐧𝐭𝐢 𝐱 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐩𝐞

Roomies

Blas escuchaba la conversación sin entender ni una sola palabra técnica que en su sala se pronunciaba, pero le gustaba igual, Esteban hablando como arquitecto tenía un condimento especial.

Asomó allí, no quería molestar pero necesitaba ir al baño, y ambos hombres, Esteban y su compañero de trabajo, voltearon a mirarlo.

-hola, perdón-dijo sintiéndose algo intimidado

-es mi roomie, Blas-explicó Esteban algo distraído

-¿que tal?-le saludó el otro antes de dirigir su mirada a los planos que revisaban

Blas fue al baño y se miró en el espejo.
¿acababa de restarle importancia? pero, si efectivamente lo había hecho ¿era algo que a él debería molestarle? después de todo solo era un compañero de trabajo.

Salió y sin mirarlos volvió a su cuarto, necesitaba ensayar, aquélla tarde tenía una muestra de música en el conservatorio.

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Cuándo Esteban se desocupó fue a verlo y lo invitó a tomar mate.
él aceptó pero seguía incómodo, algo no estaba bien y aunque no lo decía, su mirada lo delataba.

-¿que?-le preguntó el rubio mientras vertia azúcar en el mate

-no sé...¿me...me ocultaste?

-¿cómo?

-hoy, con el del laburo, ni siquiera me dijiste amigo

-no me di cuenta

No era exactamente la respuesta que esperaba pero a veces sentía que sobrepensaba mucho, no quería molestarlo, además una nueva duda empezó a circular en su mente.

-¿que pasa? estás inquieto-le preguntó Esteban apoyandole una mano en los hombros

Blas pensó que él todavía no sabía el poder que tenía, de saberlo nunca debería tocarlo asi, cada vez que Esteban lo tocaba él sentía que se derretia.

-¿vos que vas a hacer hoy?

-nada ¿por?

-tengo una muestra en el conservatorio, voy a tocar ¿querés ir?

-si, voy-le dijo sonriendo

-pero si no podes ir está bien-respondió él avergonzado

-si puedo

-pero no vayas si sentís que te estoy obligando y eso...

-hagamos esto-dijo Esteban apoyando sus codos sobre la mesa-¿vos querés que vaya?

-si

-¿seguro?

Blas respondió moviendo la cabeza

-entonces voy a estar ahí

En el momento en que Esteban aseguró eso, Blas se arrepintió, no pensó ni un momento en la vergüenza que eso podía darle.

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Esa misma tarde, poco antes de su turno, miró a la gente sentada esperando, entre ellos Esteban, con lentes de sol, apoyado contra una columna.

-Santi-murmuró apretando la guitarra. Santiago lo había acompañado como apoyo moral-¿porque me dejaste hacer esto? ¿como voy a escribirle una canción y cantarsela? soy el tipo más ridículo de este lugar

-le va a gustar, es muy dulce

-no, no-dijo totalmente en pánico. no supo como fue capaz de no solo escribir una canción si no también su melodía, y eso no era problema, el verdadero problema era haber pensado cantarla para él frente a tanta gente

-Blas...

-no, es literalmente imposible que...

-contá conmigo-le dijo Santi apoyando su mano en el pecho contrario

Blas hizo los ejercicios que en general era Santi quién los hacía y se tranquilizó

-voy a tocar otra cosa, es un montón esto-le dijo abollando el papel con la canción y arrojandolo al cesto de basura

-está bien-respondió su amigo, no iba a presionarlo.

Blas cantó canciones de una banda nacional y lo hizo bien,perdió los nervios rápidamente.

Cuándo su turno terminó guardó la guitarra y caminó hasta Esteban mirando el piso mientras él le sonreía.

-¡sabías tocar! pensaba que solo sabías pegarle a las cuerdas-le dijo palmeando sus brazos

-callate tarado

-epa-le dijo él levantando sus lentes de sol con una mano-¿con esa boquita decis "Esteban que lindo que estás"?

-lo diría si lo creyera...

-¿nos podemos ir? el ruido de la flauta esa me altera-dijo Santi que se les había acercado.

Los tres volvieron a casa y se quedaron allí hasta la noche.

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Santi estaba listo para su cena con Pipe, pero antes de dejar el departamento tenía algo que hacer.

-si-murmuró Esteban al escuchar el golpe en la puerta.

dicha puerta se abrió y Santi asomó por ella

-hola-le dijo sonriente y sorprendido, esperaba que sea Blas

-hola ¿podemos hablar?

-si

Santi entró y cerró la puerta.
metió la mano en su bolsillo y extrajo el papel con la canción, en un descuido de Blas la había tomado.

-Blas iba a tocar otra cosa hoy, una canción para vos, una que escribió él, pero se asustó y tiró el papel-le explicó entregandoselo-es esta, es muy linda para que no la conozcas

-gracias Santi-murmuró él leyéndola

Santi se fue y en cuánto lo hizo Esteban se acercó al cuarto de Blas abriendo la puerta de pronto,encontrandoselo en la cama con el celular

-¿que pasaba si me estaba pajeando?

-me ponía a mirarte-dijo él con simpleza

-pelotudo

Esteban se sentó en la cama y le mostró la hoja

-¿porque no la tocaste? es muy dulce

-es una canción nada más-dijo timido,esquivando su mirada

-pero es mia

-es tuya

-¿me lo puedo quedar?

-si

Esteban sonrió,guardó el papel y se puso de pie listo para irse, pero se arrepintió, sabía que tenía algo que explicar

-dije roomie porque, en teoría lo sos, pero en realidad lo hice para no decir amigo-le dijo ganándose la mirada ajena-porque vos y yo ya no somos amigos, no puedo verte asi

Blas sonrió y asintió, él sentía lo mismo

-¿salimos juntos mañana?

-¿a dónde?

-dónde quieras

-¿como roomies?

-como en una cita

él respondió que si intentando no parecer tan emocionado,aunque la idea de salir con Esteban en una cita le parecía un sueño

-¿dormis conmigo?-le preguntó cuándo el mayor ya casi salía del cuarto

Esteban no lo pensó, se sacó las zapatillas y se acostó a su lado mientras él lo abrazaba y apagaba la luz.

Empezó a sentirse somnoliento entre esos brazos largos cuándo escuchó, bajo pero claro, la canción que era suya y sonrió pensando que deseaba escucharla para siempre.