Capítulo 2

1 1 0
                                    

Dos pesadas sangre

—Se que no aceptaras tomar el poder del reino, pero no puedes negar a tu hijo tomar el poder, después de todo es Lybe —. Decía una señora aparentemente en sus cincuentas, se encontraba sentada un sitio elevado rodeado de otros personajes aparentemente de la misma edad, seis personas además de ella para ser específicos, el área, era oscura, no ingresaba mucha luz; estando dentro de aquella edificación parado en el centro podías percibir que era un área circular, pero al levantar la vista se notaba que toda la edificación era un enorme cilindro.

Rayzar estaba justo en el centro del edificio, como si fuera el eje del área mientras que, frente a él, se encontraba el consejo a unos dos metros sobre su cabeza, pero gracias a los pocos muebles que se encontraban en el espacio no se necesitaba usar ningún amplificador de voz.

—Es cierto que es un Lybe, pero solo de segunda sangre, mi hijo es un Adara y vivirá conforme las leyes de los Adara —. Los miembros del consejo sonrieron al ver su expresión de insatisfacción en el rostro de Rayzar, la señora que se encontraba en el centro de los miembros del consejo y que aparentemente servía como líder fue la única que no demostró expresión de satisfacción y mantenía su mirada fija en los ojos de Rayzar mientras este le desafiaba con la mirada.

—Rayzar, tu hijo es hijo de la princesa Xarel, primera en la línea de sucesión y aunque por decisión unánime a ella no se le permitió gobernar, ya que no conto con las capacidades necesarias se llegó al consenso de que su descendencia como es debido tomará la corona, tu hijo quieras o no es el heredero al trono —. Rayzar estaba impotente frente a sus declaraciones, sabía que algo como esto podía pasar y aun así se arriesgó a casarse con una princesa, y no con cualquier princesa "Mi padre me lo reprocho" se dijo a sí mismo.

—Y que si no lo dejo subir al poder —. Siguió desafiando Rayzar.

—Se que a ti no te podemos hacer nada, pero tenemos métodos y lo sabes. —«Sé que sí» Pensó, en este momento no era una cuestión de poder físico o mágico, era una cuestión de poder político y en ese sentido él era solo un subalterno, su hijo, príncipe heredero designado por la línea de sangre y por el consejo, pero al mismo tiempo era un Adara, quienes se supone tienen el juramento de no tomar ningún poder político.

—Tengo trecientos años siendo Adalid del consejo y de sobremanera sé que los Adara hacen juramentos individuales y tu hijo ni cerca está de la edad para hacer el juramento, Nemirs aun lo tiene en evaluación no se encuentra atado por sangre.

—Eres de la familia, como no vas a saber —. Dijo para sí mismo, no tan fuerte para que su voz no llegara a los oídos del consejo.

—Bien, ustedes ganan, pero que sepan que solo conseguirán el nombre de los Adara, papá no dará los beneficios de la familia a mi hijo —. El rostro de Rayzar estaba endurecido, sentía terror de solo pensarlo, definitivamente el viviría para siempre, por otra parte, tendría que ver a su hijo morir solo por haber accedido a tomar aquella maldita corona.

—Nemirs seguro le dará el visto bueno a su nieto, después de todo, es tu hijo —. Rayzar abandono el centro del salón sin esperar el permiso del consejo para retirarse, la salida se encontraba del otro lado de la sala contrario a donde se encontraba sentada la suprema corte.

—Me avergüenzo de ser tu hijo. —Susurro antes de salir, dando una mirada de desaprobación al adalid de la corte —. Había pasado más de doce horas desde que el ataque del cobrizo había cesado, Xarel había descansado bastante, el joven Zaykar había insistido quedarse al lado de su madre hasta que esta despertara, pero el sueño lo venció quedando dormido al lado de su cama aprovechando las sirvientas para llamar aun Halo para que lo llevará a descansar a sus aposentos.

Sangre de príncipe - AqareWhere stories live. Discover now