CORAZONES MALDITOS|| Mattheo Riddle.

XXXI

Capítulo 31

"El peso de la mentira era más doloroso que la partida misma, mientras ella se alejaba con el corazón roto, el de él pedía a gritos una última despedida."

[MATTHEO]

Todo esto no habría pasado si no la hubiera conocido. En la torre de astronomía, aunque si me pongo a pensar, no sé que sería de mi vida ahora si ella no hubiera aparecido.

Tal vez todo sería mejor, o peor.

***

—Huyes.

Esto iba a doler y mucho. Sabía que iba a doler, lo tenía claro, pero aun así, preparado. Se sentía jodidamente horrible. No solo porque ella pensaba que yo iba a quedarme, sino porque nunca pensé en que ella quisiera que me quedara después de todo lo que pasó.

—Lu, yo no…

—¡Solo huyes, como siempre lo haces!—Alzo la voz con enojo.—Dime el porqué.

No podía decírselo. Tal vez estaría más en peligro.

—No puedo quedarme, no puedo… no puedo seguir estando cerca de ti.—Esas palabras de mi boca salían con nudo atravesado en la garganta. Ni siquiera podía mirarla a los ojos.

—¿No puedes? ¿Y qué? ¿Solo viniste para que te curara y recordará tu existencia?

—Vine porque no quería que nada malo te pase.

—¿Y eso es todo? ¡Ni siquiera me dijiste el porqué te fuiste en primer lugar!

—¡Yo no quise irme! ¡Nunca quise dejarte!

—Pero lo hiciste. Rompiste tu promesa.

Mierda, ¿Así de mal se siente? ¿Por qué siento esas lágrimas que no puedo soltar?

—¿Sabes que es lo peor? Que aun así sigo aquí, contigo.—Sus ojos cristalinos me observaban esperando una respuesta.— Y aun así tú no te quedas.

—¿Crees que es lo que quiero?

—Es lo que eliges.

Eso me destruyó. Nunca en mi vida había elegido por mi cuenta, todo era un puto plan a seguir. Por primera vez quería elegir quedarme con ella… y no podía.

—No tienes una puta idea... ¡Lu, yo nunca quise... ¡No quiero! Pero…—Mis palabras quedaron en el aire.

—¿Y entonces que es lo que quieres?—Me interrumpió y se acercó a mí con seriedad en su rostro.— Tienes dos opciones: O te quedas en Hogwarts, conmigo. O te vas y te olvidas de mi existencia.

***

SEMANAS ANTES.

Tenía el cuerpo algo adolorido, la noche anterior había ido a unas de las tan odiosas reuniones de mi padre, Tom me había obligado. Normalmente, siempre estoy presente en cualquier charla que surge entre mortifagos, pero esta vez no había sido así.

Por alguna razón me habían dejado de lado, algo importante estaban planeando. Me acerque a Tom y me dijo que vuelva a Hogwarts, porque ya era tarde. Él dijo que regresaría recién a la mañana siguiente, así que le hice caso y regrese.

Un ruido me hizo abrir los ojos y dejar mis pensamientos varados.

Tenía el brazo completamente adolorido, pero eso no me importo. Ya que al abrir los ojos observé el rostro de Lu durmiendo tranquilamente arriba de mi brazo. Estaba en la misma posición, al igual que otra vez que habíamos dormido juntos. Su brazo abrazaba mi abdomen y su cabeza estaba apoyada en mi pecho.