Nada

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Inicio del Arco, 《El Origen》





¿Qué se necesita para crear? ¿Qué se necesita para dar vida? ¿Qué hace un individuo único? 

Para una persona simple estás preguntas son sumamente difíciles de responder, por que… ¿Quiénes somos los humanos para pensar tan siquiera en crear algo? Incluso las mujeres no son capaces de entender, no es el hecho de simplemente dar a luz a un niño, es el hecho de que esta vida es capaz de sentir. Amar, odiar, llorar, añorar… pero… ¿Por qué? ¿Por qué los humanos son tan únicos? ¿Por qué son capaces de sentir todo esto? No hay mejor criatura viva que ame cómo un humano, tan intenso, tan fuerte que ese amor durará toda su vida e incluso más allá… ¿Por qué?

Bueno, no siempre fue así, mucho más antes, antes de todo, no existía tal lujo de poder… sentir. Entonces… ¿Quién creó esto? Oh bueno, esto fue gracias al pasado que con pesar guarda esta vieja historia casi olvidada.

Antes de que todo existiera, antes de los orígenes que rigen el mundo ya conocido no había nada, literalmente nada, un mundo donde 2 fuerzas regían con poder e igualdad, podrías llamarlos amigos, hermanos o lo que quieras.

No tenían nombres, no lo necesitaban después de todo, solo eran ellos dos, fuerzas inamovibles que mantenían el equilibrio de todo. 

Realmente no hay forma de explicar el origen de estos seres, ellos existen por que deben existir, porque así funciona el mundo, por que de lo contrario no habría un mundo en el cual estar, puedes llamarlos dioses, entidades, lo que tu pequeño ser. pueda darle nombre a algo que jamás podrá entender. Porque para ellos el origen no necesita explicación, ellos lo saben y lo entienden. 

El primero y mayor era alguien lleno de… luz. El segundo era alguien lleno de… oscuridad.

Ellos han existido siempre, conviviendo entre la paz que cultivaban pero había algo… diferente.

Si les preguntan, ¿Cuál creen que es la primera emoción que se creó? ¿El odio? ¿La tristeza? ¿El amor? La verdad es que, la primera emoción fue la curiosidad.

En busca de crear algo, luz y oscuridad crearon un nuevo ser, al principio para que fuera como ellos.

Le dieron la conciencia, le dieron el poder esperando que lo entendiera y vaya que lo hizo. 

Hambriento de conocimiento queriendo más. Bajo esto, luz y oscuridad crearon a alguien para ayudarle a sacar su curiosidad, pueden llamarlo una mascota.

Quizás no esperaban que hacer aquello fuera su peor error. 

¿Cómo se supone que sabrían que estarían creando algo tan peligroso? 

—¡Mira! — Gritó la primera creación, creando un puñado de pequeñas bestias que bien podrían ser llamadas mascotas.

— ¿Para que lo has creado? — Dijo la segunda creación con interés.

— No se, ¿Los quieres? — Consultó amablemente, el segundo parecía feliz pero también triste. — ¿Qué sucede?

— No lo sé, es solo… ¿No estás aburrido? — La primera creación se vio confusa, no entendió la pregunta. — Me refiero… siempre estamos aquí, me gustaría poder explorarlo todo con mis propios ojos.

— Pero lo sabes, nos dijeron que deberíamos estar aquí.

— ¿Pero no quieres? 

— Yo estaré donde tu estes.

— ¿Es promesa? —Pregunto la segunda creación y la primera ascensión.

Por supuesto nadie pudo prever lo que pasaría, ni que la primera creación se volviera rebelde por culpa de la segunda.

El Hijo del Infierno Där berättelser lever. Upptäck nu