El primer día de trabajo.

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El primer día de trabajo.

Me desperté por la mañana, no había nadie a mi lado, solo una nota.

He ido a la compañía, espero que no te enfades.

Atte: Yuu.

Me quedé viendo la nota un rato y luego salí de la cama.

-¿Pero qué...?- Vi mi cuerpo, estaba desnuda.

Me dirigí al servicio y me vi en el espejo.

-Esto no puede haber pasado.- Dije viendo mi cuello lleno de chupetones.

Me di una rápida ducha y me vestí, me aseguré de ponerme una bufanda y salir a trabajar.

-Te amo, Suzu.-

-Yo también te amo, Yuu.-

Cuando llegué me quedé viendo la puerta de cristal.

-Mi niña no te quedes ahí fuera, hace mucho frio, entra.- La anciana Mei me cogió de la mano y tiró de mi hacía dentro.

-Buenos días Suzu.- Dijo Kei, llevando una caja a otro lado.

-¿Esto, qué tengo que hacer?- Pregunté, aún seguía medio dormida.

-Bueno mi niña, debes atender los clientes, Kei te ayudará en todo lo que necesites.- Sonrió y salió de la tienda.

Me puse detrás de la caja registradora y me quedé viendo como Kei ponía unas revistas en su estante correspondiente.

-¿Quieres vivir conmigo Suzu?-

-Por supuesto Yuu.-

Me sonrojé al recordar aquello, me enderecé y vi como Kei me miraba fijamente.

-¿No tienes calor con esa bufanda?- Acaricié la bufanda, que llevaba impregnado el olor de Yuu.

-No, estoy bien así.- Le sonreí.

Pasada la media hora una señora de unos treinta años entró en la tienda.

-Buenos días Kei, vengo a buscar el ejemplar de...- La señora no acabó de decir lo que estaba diciendo cuando Kei ya estaba sacando la revista de la caja que acababa de abrir.

-Siempre tan atento Kei.- Dijo cogiendo la revista y viniendo hacía mí.

-¿Y la señora Mei?- Preguntó viéndome con una dulce sonrisa.

-La contrató porque mi abuela está ya vieja.- Respondió por mi Kei, apoyándose en la estantería.

Cogí la revista y miré con extrañez a Kei.

-Oye Kei ¿podrías ayudarme?- El rubio me sonrió y vino hacía mi con una sonrisa, se colocó detrás de mí y cogió la revista.

-Este es el código de barras...- Vi los fuertes brazos de Kei.

Arañaba la espalda de Yuu en cada embestida que me daba, en cada gemido que mi boca soltaba, con cada palpitación de nuestros agitados corazones.

Abrí los ojos y vi a Yuu, las gotas de sudor adornaban su piel, haciéndola resplandecer en la noche.

Me sonrojé al recordar aquello.

-¿Has entendido?- Agité mi cabeza en señal de si e hice lo que intuí, con la suerte de que lo hice bien.

-Vuelva pronto.- Dije cuando la señora ya había salido de la librería.

-Kei ya puedes apartarte.- El no me hizo caso y sentí como su mano acariciaba mi cuello por debajo de la bufanda roja.

Yuu se tumbó a mi lado, nos quedamos viendo a los ojos, llevó su mano a mi mejilla y me sonrió.

-Me encantas.- Cerré mis ojos y Yuu bajó su mano hasta mi cuello para luego atraerme suavemente hacía él y abrazarme.

-¿Quién te ha hecho esto?- Me di la vuelta viendo a los ojos a Kei.

-No te importa quién me ha hecho esto.- Me aparté de él y me moví pasos hacia atrás.

-¿Te está maltratando?- Le miré extrañado.

-¿Qué? Pero que tonterías dices.- El se acercó a mí y me quitó la bufanda.

-Así que el ya...- Se dio la vuelta y luego me volvió a mirar.

Me sonrojé al recordar todo lo que me dijo Yuu anoche.

-Lo siento Kei, pero yo ya no te amo.-

-Sabes que no renunciaré a ti.- Sonreí.

-Lo sé Kei.-

-¿Yuu estás dormido?- Susurré viendo el pecho de Yuu.

-No, tú me robas el sueño.-

-Qué romántico eres.- Empecé a reírme.

Las horas pasaban y siempre recordaba lo que pasó la noche anterior.

-Suzu ya es hora de cerrar. No hace falta que vengas por la tarde, me ocuparé yo de todo.-

-¿Estás seguro?- Pregunté preocupada.

-Sí, no te preocupes.-

Llegué al apartamento y abrí la puerta.

Me quité los zapatos y mientras iba por el pequeño pasillo puse el bolso en la encimera que daba a la cocina.

-Hola Suzu.- Dijo una voz mientras me quitaba la bufanda.

Vi hacía el sofá, allí estaban los amigos de Yuu, todos se me quedaron viendo.

-Hola chicos.-

-Veo que Aoi no ha dudado un solo momento y ha pasado a la acción.- Llevé mi mano a mi cuello.

-¡Reita cállate!- Exclamó Yuu.

-Venga Aoi cálmate.- Dije sentándome entre Reita y Takanori.

-Por tu culpa me ha vuelto a llamar Aoi.- Empezamos a reírnos.

-No me eches la culpa idiota.- Se defendió el rubio

Un poco cortito, lo sé, pero es lo que me ha salido.

Intenté escribir lemon ¡lo juro! Pero visto que se me da como el culo, he decidido escribirlo así.

Espero que os haya gustado.

With love:

Michelle-Taisho14



[En edición] Mi agradable vecino [the GazettE]Where stories live. Discover now