Celos.

505 50 10
                                    

Celos.

El más viejo de los agentes se arrodillo y me miró.

-¿Cómo que ha visto a Miyuki Aimi?- Preguntó viéndome con esperanza.

-Pues la vi, ella fue la única persona con la cual hablé durante mi estancia en la cárcel.- El agente más joven se acercó a mí y me cogió del brazo para guiarme hasta el sofá.

-Señorita, nadie en la cárcel puede recibir visita en la propia celda, ni siquiera si es un agente.- Dijo el más joven.

-¿Quién fue Miyuki Aimi?- Pregunté con miedo.

-Ella fue un agente de policía y mi mujer.- Respondió el más anciano bajando la cabeza.

Me quedé callada y miré al viejo que seguía enfrascado viendo sus manos. Después de un incómodo silencio abrió la boca.

-La condenaron por fraude, en esos tiempos la pena era la muerte; ella estaba esperando un bebé que nunca nació.- El viejo cerró las manos y levantó la cabeza para verme.

-¿Nunca?- Él asintió.

-Pero lo más extraño es que tú la hayas visto, joven ¿estás segura que no fue tu imaginación?-

-N-no lo sé, parecía tan real.-

-Señorita nos tenemos que ir, sentimos haberla molestado.- El anciano se levantó con lentitud y se fue, antes de cerrar la puerta se giró a mirarme un última vez.

-¿Cómo es esto posible?- Susurré viendo el suelo con miedo.

-Todo está en tu cabeza Suzu, yo solo he aparecido ante ti para decir que encarnaré en tu hija; no te volveré a molestar mas.- Cuando levanté mi cabeza vi el rostro de Miyuki.

-¡Espera! ¿Mi hija tendrá...?-

-No te preocupes, se parecerá a ti y a tu marido.- Cerré y abrí mis ojos, al ver a mí alrededor ya no había nadie.

-¿Me estoy volviendo loca?- Me levanté y a los pocos segundos caí al suelo.

-Pov's Aoi-

Uruha y yo salimos del restaurante donde se iba a celebrar la cena de la boda.

-Entonces ¿por qué no ha venido Suzu?- Preguntó Uruha poniéndose el cinturón.

-Porque ella no sabe que ya estoy preparando la boda.-

-Es algo cruel por tu parte ¿no crees?-

-Lo sé perfectamente.-

Aparqué el coche delante de la casa. Ambos nos bajamos y fuimos a la entrada.

-Suzu ya he llegado y traigo invitado.- Dije mientras cerraba la puerta. Ni Uruha ni yo escuchamos la respuesta de Suzu.

Nos miramos entre nosotros y fuimos corriendo a la primera habitación que vimos, el salón. Una vez que entramos la vimos dormida en el sofá. Había un libro caído en el suelo y su cara mostraba felicidad.

-Nos hemos preocupado por nada.- Dijo Uruha en un suspiro.

Ya más aliviado me senté en el sillón y Uruha en el otro sillón.

-Y dime ¿al final que ha pasado con Mari?- Uruha se sonrojó.

-Estamos manteniendo el contacto.- Susurró apartando su mirada de la mía.

-¿Estáis manteniendo el contacto como amigos o como algo más?- Pregunté con una sonrisa pícara en mi rostro.

-¿A-a ti que te importa? Yo no te pregunté por tu relación con Suzu en vuestros comienzos.- Me relajé en el sillón y lo miré confiado.

-Es decir, estáis saliendo.-

-¡Yo no he dicho eso!- Exclamó elevando la voz, Suzu se movió un poco. Miré enfadado a Uruha.

-No, has dicho que tú no preguntaste por mi relación con Suzu al principio, que es casi que lo mismo.- Uruha miró a Suzu.

-Bueno, lo que tú digas.- Susurró sonrojado.

-Una curiosidad, ¿cuántos años tiene?-

-D-diecinueve.-

-¿Estás loco? Tienes veintiocho años, te pueden acusar de pedofilia o algo así.- Dije sorprendido.

-Por favor, cállate.-

-Eso, callaros los dos.- Giré mi cabeza hacía Suzu y la vi cerrar su ojo mientras sonreía.

-¡Estabas despierta desde el principio!-

-Sí.- Susurró volviendo a abrir su ojo y sonriendo de lado.

-Pov's Suzu-

No puedo decirle nada, no ahora.

Pensé cerrando los ojos y oyendo como Yuu se molestaba conmigo por haber espiado su conversación.

Me levanté con cansancio.

-Yuu por favor, me duele la cabeza.- Dije mientras me ponía de pie.

Un segundo después los pies me flaquearon, pero antes de caer Yuu me cogió.

-Estoy bien.- Susurré viendo a Uruha. Él me sonrió preocupado.

-¿Estás segura? Te veo muy pálida.-

­-Aoi, si Suzu dice que está bien será que de verdad está bien.- Le di las gracias internamente a Uruha por apoyarme.

-Una semana después-

Ruki estaba en la casa de Yuu y Suzu. Este les iba a ayudar con los vestidos y trajes de las damas y los caballeros de honor. Yuu acababa de irse hacía la cocina.

-¿Ya tienes pensado el nombre del niño o niña?- Preguntó Ruki. Suzu se movió en su sitio con la revista en la mano, parecía nerviosa.

-No lo sé, he pensado que si es niña la quiero llamar como mi hermana.-

-¿Tienes una hermana?- Ella bajó la vista a la revista.

-Tenía.- Respondió con una sonrisa en su rosto.

-Lo siento, no quería...-

-No, no pasa nada, pasó hace mucho casi ni me afecta que me recuerden eso.- Dijo con una sonrisa triste.

Yuu se quedó en la puerta, escuchando a su prometida y viendo las reacciones de unos de sus mejores amigos. Sonrió con amargura, por mucho que lo intentara él sentía celos de Ruki. Yuu sentía que un día de estos Ruki le robaría la persona que más amaba.

-Ya he vuelto.- Dijo entrando en el salón con una sonrisa en su rostro.

Suzu alzó la vista y le sonrió con dulzura. Luego bajó la mirada a la revista, donde Ruki señalaba un vestido de color blanco. Suzu rozó la mano de Ruki y luego se miraron a los ojos.

Yuu los miró y por un momento sintió como si él estorbase ahí.

Lo sé es un poco corto y sin sentido (por lo menos para mí)

Pero me ha gustado como ha quedado el final.

Pido disculpas si el capítulo ha quedado demasiado corto.

Gracias por los seis mil leidos, os amo un montón <3 

Saludos.

With love:

Michelle-Taisho14


[En edición] Mi agradable vecino [the GazettE]Where stories live. Discover now