Secretos Ocultos ©

1. Washington

                Las gotas se desplazaban de una en una cayendo por mi ventana, y salpicando con el marco, de una en una iban en aumento mientras podía divisar que se aproximaba una tormenta, el frio era algo notable en el ambiente, mis brazos estaticos, mis labios resecos y un vacío incapaz de ser llenado era todo lo que me quedaba, mientras veía mi reflejo en la ventana, y veía caer las gotas de lluvia, era algo increíble ver la forma en como todo se empapaba de un momento a otro, ver las luces de los automóviles y su parabrisas siendo limpiado, mientras muchos de ellos iban camino a sus casas, todos ellos con ocupaciones, trabajos y familias los cuales vivían por ellos y no viceversa, pero más que todo es algo indescriptible ese hermoso sentimiento el cual ellos catalogan como “Amor”, algo incondicional que los seres humanos se presionan tanto por sentir, algo que simplemente nace de los corazones y se vuelve una flama que los envuelve, un sentimiento hermoso el cual sea o no sea correspondido sigue creciendo en grandes cantidades, no es algo que se vea todos los días desde luego, pero supongo que en mi caso siempre lo vi como algo así.

Pero toda belleza viene con sus complicaciones desde luego, y ahí es donde vienen los llamados prejuicios, algo que destruye el sentimiento poco a poco y va dañando las emociones que alguna vez hemos podido sentir, Las decepciones las cuales hacen que perdamos nuestro concepto de los demás he incluso de nosotros mismos, el amor es un sentimiento el cual muchas personas dicen sentir, pero jamás lo han experimentado, es un sentimiento que puede llevarnos hasta el lugar más remoto de esta tierra he incluso hacernos creer que todo es posible, pero claro la felicidad desde luego es algo relativa, y en mi caso es algo que varía en estaciones de tiempo determinado, he venido a contarles una historia que quizás no sea la más aceptada por todos, ni la más interesante pero es una historia que deben de conocer ya que si creen en el amor verdadero es una historia que quizás les pueda interesar.

El sonido de la música iba aumentando cada vez más, no solo con un tono estridente sino con canciones más movidas a medida que pasaban los minutos, mientras yo intentaba imitar los pasos de baile de los videos y cantar al mismo ritmo, no es que mis movimientos fueran los mejores pero en definitiva era algo que me encantaba, podía reírme de como bailaban esas chicas en esos costosos videos musicales sobrevalorados y la vez ver a los chicos de los cuales todas en mi instituto se volvían locas por ellos, hasta que claro el sonido de mi celular me saco de mis pensamientos y logre ver la hora, ya eran un poco más de las 3 y aún no había ni comenzado mi  tarea de biología, claro tampoco es que fuera algo urgente pero conociéndome la dejaría para el domingo en la noche y luego amanecería con unas lindas ojeras el lunes por la mañana, como solía hacer tome el control y puse en pausa tanto el reproductor, como el dvd.

Salí de mi habitación, mientras intentaba pensar en que otra cosa tenía pendiente por hacer, pero claro al llegar a la cocina el dulce aroma de la miel de maple me saco de mis pensamientos para ver a mi hermana cocinando un intento de almuerzo, yo solo pude reír para mis adentros y pensar en que a pesar de todo al menos lo intentaba, no es que mi hermana tuviera dotes de cocinera al contrario era algo que no se le daba muy bien que digamos pero al mama morir ella tuvo que aprender para atenderme cuando era pequeña, mis padres fallecieron hace cuatro años cuando yo apenas estaba entrando en preparatoria, y  claro mientras muchos niños tenían que adaptarse a mas materias y distintos contenidos yo tuve que acostumbrarme a un ambiente sin mis padres, no digo que haya sido imposible porque no lo fue pero fue una experiencia muy cruda que en realidad no le deseo a nadie en este mundo.

Pero bueno ya me estoy desviando del tema mi Nombre es Lucinda Princeton, pero mis amigas me dicen Luci de cariño, tengo diecisiete y una larga cabellera pelirroja que llega hasta mi cintura, mis ojos son verdes y según muchos mi sonrisa es algo difícil de olvidar, suelo ser muy optimista pero a la vez puedo llegar a ser un poco exagerada, mientras que mi hermana Natalia es totalmente lo opuesto a mí, ella se parece más a mi padre, su cabello es negro azabache y sus ojos son una combinación de mi padre y  mi madre entre azules y verdes, los cuales pueden intimidar a más personas de los que imaginan.