5. William

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Y ahí estaba frente al espejo, viendo mi reflejo de mi larga melena roja y  mi distante expresión llevaba horas asi, realmente no queria arreglarme o mejor dicho estuve pensando durante horas que no lo haría, pero claro finalmente solo lo hice, y pensar que estaba a pocos minutos de recibir al idiota frente mi puerta, después de todo la dulce amenaza del señor Figgins me habia convencido a trabajar con él, y me habia convencido a mi misma que solo seria por una tarde ya luego nos dividiríamos por partes y cada uno lo haría desde su casa, no queria ni imaginarme que clase de cosas pasarían pero tampoco queria esperar lo peor después de todo me estaba preparando psicológicamente por si tenía insultarlo o mejor dicho hacerlo entender que al menos se comportara por tres horas, espere incesantemente por diez, veinte y treinta minutos hasta que un ruido de un motor de un auto se escucho en la entrada y lo vi.

Lo divise con una expresión molesta, bajando de un auto de color azul marino, el solo camino y se detuvo en la entrada y antes de tocar no lo hizo, como si se arrepintiera de estar aquí, pero luego de unos segundos deslizo su brazo y lo junto contra la puerta de entrada, finalmente me levante del sofá en el cual ya llevaba casi una hora y le abrí la puerta con desgano para decir

-Asi que has decidido honrarnos con tu presencia Will-Dije molesta con una de mis manos en la cintura

-Después de todo no se hace una gran entrada si no se llega tarde-Dijo entrando con su típica sonrisa y sus dientes blancos

-Muy gracioso-Dije con algo de ironía mientras cerraba la puerta

-De todas formas se que morías por que llegara-Dijo tocando mi barbilla mientras yo movía su mano

-Bueno…. comencemos tenemos menos tiempo ya que cierta persona llego media hora tarde-Dije mientras me movía en dirección a la sala de estar

Cuando por fin llegamos a la sala aun no podía creer que ya habia pasado una semana, una semana desde esos extraños sueños y de haber visto a aquella mujer, al igual que la desgracia de tener que trabajar con Will, realmente se llama William, William Reynolds, todos lo conocen como la estrella del equipo de futbol, pero yo le digo Will el idiota o ese fue el nombre que Laia y yo le pusimos en honor a sus comentarios narcisistas, después de todo el tipo es todo un “encanto”>> pensé  para mis adentros<<, y claro aunque aun no me hubiera sucedido nada fuera de lo común quizás eso era una muestra de que necesitaba dormir mejor y me repetía a mi misma que la representación de alucinaciones era por no haber desayunado bien y las pesadillas era producto de tanta azúcar que habia comido esa semana o al menos eso queria creer y después de todo no le habia comentado a nadie del incidente de las sabanas empapadas y prefería no hacerlo, no hasta que encontrara un explicación lógica de por que todo estaba empapado y yo tenía una pulsera la cual jamás habia visto en mi vida justo en mi mano, luego de unos días de haber encontrado la pulsera intente descifrar lo que decía el dije pero era mas que imposible, jamás habia visto símbolos asi, era como una especie de palabra, pero en un idioma el cual no podía descifrar, pensé en mostrársela a mi hermana o Laia pero descarte la idea en cuanto pensé en que me preguntarían donde la habia obtenido y no podría explicar como, asi que preferí quedármela hasta al menos averiguar de donde venia.

-Que tal si comenzamos con algo asi, estuve intentando escribir esto antes de que llegaras-Dije mientras le mostraba un pequeño párrafo el cual me habia tomado mucho

-¿Podríamos tomarnos un descanso?-Dijo mientras se quitaba la chaqueta y la ponía en el sofá para luego sentarse y poner sus zapatos en la mesa

-Descanso?, si nos tomamos un “descanso” jamás terminaremos-Dije algo molesta

-Vamos, que tu nunca te relajas, son solo unos minutos, he conducido por horas-Dijo mientras cerraba sus ojos y se recostaba en el sofá

-No me interesa si has conducido por todo el estado, vamos a hacer ese informe y lo vamos a hacer ahora-Dije mientras bajaba sus pies de la mesa y le tiraba su chaqueta

Secretos Ocultos ©Where stories live. Discover now