Secretos Ocultos ©

6. Mi subconsciente o Serena

Abrí mis ojos mientras una luz me cegaba y realmente la vi, era ella con su cabello tan reluciente como el mío, y sus ojos iguales a un cielo estrellado, mientras me miraba con compasión y tocaba mi mejilla, era mi madre,  pero era imposible en todos los sentidos ella murio, o al menos eso me repetía mi misma en un sinfín de pensamientos que cruzaban mi mente, realmente era lo único que podía creer, y que lo que veía era una simple alucinación pero su tacto era tan cálido, como ella siempre habia sido conmigo, hasta que un ruido estruendoso me despertó de mis pensamientos para ver que la habitación se veía en plena oscuridad yo solo yacía tumbada en el suelo, con una herida en la cabeza, la sangre descendía desde mi frente como si llevara horas haciéndolo y mi camisa estaba manchada de ella que se estaba tornando negra, y en frente de mi yacía una sombra, una que jamás habia visto en toda mi vida, mi cuerpo se tenso, y no pude evitar sentir frio un frio el cual jamás habia sentido en mi vida como un invierno del cual me era imposible escapar, mis dedos se tornaron morados y pude ver mi aliento por unos segundos hasta que me desmaye y lo vi, vi la silueta de unos zapatos acercándose hasta mi, hasta perder la conciencia.

Me encontré en una especie de lago, alrededor de un prado pero todo parecía tan oscuro y distante, se podía sentir el frio, un frio abrazador, mientras que logre ver a lo lejos dos personas que parecía que se acercaran mas y mas a donde yo me encontraba, cuando estuvieron lo suficientemente cerca las vi eran Thiago y Laia, pero lucían diferentes muy diferentes a como son hoy en dia, Thiago se veía preocupado y consternado mientras traía una espada en su mano, que tenia detalles en la empuñadura, una espada de batalla como esas que siempre habia visto en las películas pero jamás habia observado una tan cerca, vestía unas ropas negras que lo hacían ver mas fornido de lo que ya era y tenía un tatuaje que llegaba hasta su cuello parecido a un dragón, mientras que Laia se veía seria, pero mantenía un calma increíble como si nada pudiera quebrarla, de una manera que jamás la habia visto, ella vestía algo parecido a lo de su hermano pero lo de ella parecía un material como el cuero en su traje, su cabello eran como caireles de oro finamente amarrados por una larga trenza la cual llegaba hasta su cintura y poseía un tatuaje en su muñeca como una especie de arabesco alrededor de ella con algunos símbolos, símbolos parecidos a los de la pulsera que habia encontrado hace una semana.

Ambos se veían tan imponentes, que me sentía débil frente de ellos  como si pudieran asesinarme con solo un movimiento, y en realidad estaba segura de que lo harían pero antes de poder pensar en algo mas la vi, era mi madre pero estaba mucho mas joven, su hermoso cabello estaba en una cola alta mientras que su expresión era de preocupación , ella vestía una falda de color índigo y una camisa blanca, y sus brazos traía a un bebe, un hermoso bebe, intente acercarme pero justo cuando estuve tan cerca de si quiera poder tocarla todo desapareció me encontraba en un lugar negro de nuevo,  y comencé a sentir de nuevo un dolor prominente de mi frente, era  como si me hubiera estampado contra el cemento o algo aun mas duro, mientras que mi garganta estaba reseca y tenía una sed increíble, logre escuchar unas voces a mi alrededor pero solo una era conocida y familiar, era Thiago

-Pero no esperas que le contemos la verdad, o ¿si?-Dijo Thiago algo molesto

-No, nos queda opción casi muere por culpa de uno de ellos, si esperamos mas tiempo…-Dijo una voz un poco mas calmada que la de el

-Si lo que quieren es que alguno de ellos la maten entonces háganlo, díganle la verdad, o es que acaso comenzaran explicándoles como fue que sus padres murieron-Dijo Thiago molesto mientras alzaba la voz

-El asunto no es ese, querido hermanito, todo erradica en si ella lo aceptara o no-Dijo una voz un poco mas aguda

-Sera posible que dejen de gritar, ella podría despertar en cualquier momento y si los escucha no hará nada mas que flipar, asi que sería mejor que continuaran esta conversación en el gran salón-Dijo una voz masculina