¿5x1?

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Llevabais ya un buen rato a hablar de vuestras cosas. Durante un buen rato Ana estuvo contándote como iban las cosas con su novio y tú le contaste detalles de algunos chicos que habías conocido últimamente, no tenías demasiado que contar sobre chicos. Hacía meses que no encontrabas a nadie interesante y tampoco eras de ir de flor en flor, como dicen los entendidos en el tema.

El bar a cada paso se llenaba más y más. Era viernes, pero aún así era muchísima gente. Ya pasaban de las diez y pronto el bar se llenaría por completo.

Mirando a tu alrededor te fijaste en un par de carteles de color verde que estaban sobre una de las columnas de la entrada.

"3x2 en copas a partir de las 20:00"

-Mira Ana -le dijiste señalando hacia los carteles- ese debe ser el motivo de tanta gente.

-¡Oh, ni me había fijado! Tienes razón, ahora entiendo porqué lleva lleno desde tan temprano.

Ni siquiera os habíais parado detenidamente a ver el lugar desde que habíais llegado. Cuando os enfrascabais en vuestras conversaciones no había quién os parara ni interrumpiera. Además llevabais tanto tiempo sin veros que no podíais dejar de hablar.

De repente, mientras hablabais, notabas que Ana llevaba ya un rato por encima de tu hombro disimuladamente. Al principio no le diste mayor importancia, porque imaginabas que sería cualquier cosa que le llamó la atención, pero luego de unos minutos miró por segunda vez ya te picó la curiosidad de saber que era lo que tanto miraba.

-¿Que miras Ana? -le preguntaste- es que te veo desde hace ya un rato algo distraida -sonries y le miras con curiosidad-.

-¿Que? -me mira con incertidumbre- ¡ah! No, no pasa nada -se ríe-.

-Venga ya -frunces el ceño- llevas un montón de tiempo distraida, quiero saber que pasa, ¿es Pablo? -miras alrededor- ¿qué está haciendo? -te ries-.

-No, no. Para, deja de mirar para todos lados -se echa a reir y te mira- a ver, te lo voy a decir -la miras espectante- con calma, cuando puedas, mira hacia atrás disimuladamente. En aquella mesa -hace una señal con la cabeza refiriéndose a la mesa que tenías detrás- hay unos chicos que no nos sacan ojo de encima.

-¿Qué? ¿Desde cuando? ¿Los conoces?

-Ni idea -susurra- en especial uno de ellos no deja de mirarte -te sonrió para disimular, seguro estaban mirando en ese momento-.

-¿Que dices? ¿En serio?

-Si -te mira a los ojos fijamente- te lo juro.

Entendiste que no era una de sus bromas e intentaste girarte disimuladamente haciendo que cogías algo en el bolso para poder ver que estaba pasando y si conocías a alguien de esa mesa.

Viste a cinco chicos sentados en la mesa de detrás tuya chillando y haciendo tonterías. Parecía que se estaban divirtiendo sin prestarnos ninguna atención. Mientras rebuscabas en tu bolso, intentaste fijarte más detenidamente.

Uno de ellos era rubio, con unos ojos azules que quitaban el aliento. El pobre ya iba un poco perjudicado de tanto alcohol, al igual que unos de sus amigos de ojos color café, pelo oscuro y barba que estaba sentado enfrente suya.

Esos dos estaban tirándose bolas de papel como si se tratase de una guerra y estuviesen planeando estrategias militares para ver quien tenía mejor puntería.

Los demás hablaban entre si con las copas delante suya esquivando alguna que otra bola de papel que se desviaba de su destino. Hablaban entretenidamente a pesar de la batalla campal entre el rubiales y el barbitas.

Había otro rubio, aunque no tanto como el primero, de pelo corto que tenía un tatuaje bastante grande en el brazo con una especie de flechas negras.

A parte de ellos había dos chicos más a los que no les podías ver la cara. El de la izquierda con el pelo castaño, corto y alborotado, y el de la derecha con el pelo lleno de rizos entrelazados.

"Tiene mejor pelo que yo"

Una vez los tenías memorizados te volviste a girar hacia Ana. Ninguno se había dado cuenta de que les estuvieras mirando por tanto tiempo. A pesar de no haberles visto la cara a algunos de ellos, más o menos tenías una idea de como eran o su apariencia para saber cual era el que te miraba.

-¿Cual es el que me lleva todo este tiempo mirando? -le preguntaste a Ana impaciente por saberlo-.

-El que tiene el pelo rizo, ¿pudiste verle?

-No le di visto la cara, estaba de espaldas cuando miré -te quejaste- pero se cual me dices.

-Pues no ha dejado de mirar hacia aquí. Antes estaba sentado de lateral hablando con otro de los chicos de esa mesa y no paraba de observarnos. ¡Que mal disimula! -se echa a reir Ana-.

-Me conocerá o le sonaré de algo, eso es todo. Seguro que me confundió con otra persona, porque no me suena nadie de esa mesa.

-No lo se -se encogió de hombros- será eso.

-No hay que darle demasiada importancia, será por cualquier tontería, quizás ni siquiera es a nosotras a quien mira.

Seguisteis hablando como si nada, cuando de pronto te fijas en que Ana se coloca el pelo y se sienta más derecha de lo normal. La miraste con cara de estrañeza y observaste como estaba algo tensa.

-¿Que pasa? ¿Por qué...

-Ahí viene uno -te me interrumpió-.

-¿Un qué? -preguntas estrañada-.

-Uno de los chicos de la mesa esa.

-¿Qué dices? -dices con voz de asustada-.

-Si, lo que oyes -te mira y disimula como si estuviese hablando de cualquier otra cosa-.

-¿Es el que me estaba mirando? -preguntaste curiosa-.

-No, otro de ellos.

No os dio tiempo a articular ninguna palabra más, porque una sombra apareció por tu izquierda. Mirasteis ambas en esa dirección y viste que era el chico rubio y de ojos azules que habías visto antes en la mesa haciendo la batalla de bolas de papel con aquel otro chico.

Ahora al verlo de cerca te dabas cuenta de que era bastante guapo y que esos ojos realmente de cerca dejaban sin habla. Tenía una sonrisa amplia y os miraba con simpatía en sus ojos.

-Hola chicas, me llamo Niall ¿y vosotras? -se sienta en una de las sillas de vuestra mesa sin preguntar-.

-TN -dices nerviosa-.

-Ana -también parecía cortada ante el desparpajo de ese chico-.

-Bonitos nombres. ¿Qué hacéis tan solas por aquí? ¿Donde habéis dejado a vuestros novios? -iba totalmente al grano como podías observar, aunque parecía simpático-.

-En casa -contestó Ana sonriendo a Niall- pero ella no tiene novio -dijo mirando hacia ti-.

Siempre te intentaba hacer de celestina cuando salíais y se os acercaba alguien a ligar con vosotras. En momentos como esos deseabas matarla y enterrarla a cuatro metros bajo tierra, pero la querías demasiado para hacerlo. Por lo que mejor sería que te tragase a ti la tierra, así te ahorrabas pasar tanta vergüenza en estas situaciones.

Ya estabas pasando bastante vergüenza en estos momentos y aún encima los dos se quedaron mirándote esperando algún comentario. Aunque finalmente preferiste agitar la cabeza riendote, pero no decir ni una sola palabra para no empeorar la situación.

De repente, interrumpiendo tus pensamientos, Niall se giró hacia la mesa en la que estaban los demás chicos sentados.

"¿Que va a hacer ahora este?"

Miré a Ana con la cara a cuadros y ella se encogió de hombros.

"Cautiva de su aroma" Harry Styles y Tú [+18]Where stories live. Discover now