Subiendo La Temperatura.

2.3K 57 3
                                    

Se notaba la tensión en el ambiente. Él te miraba y tu le mirabas, pero ambos sin articular palabra.

Tu respiración era entrecortada al estar tan cerca de él, ya que no podías dejar de pensar en la pasada noche. No podías controlar tu uerpo, este reaccionaba como le daba la gana, haciendo que te sonrojáses, aunque tu no quisieras.

Eras un manojo de nervios y tenías la cabeza hecha un lío, a penas eras capaz de pensar o mandar a tu cuerpo señales para moverte y alejarte de Harry.

-¿Desde este ángulo te ves preciosa? -dijo rompiendo el hielo con una media sonrisa en su rostro-.

-No es verdad, eres tú que todavía estás dormido -te reíste nerviosamente ante lo directo que había sido ese comentario-.

Era totalmente increíble, a veces, podía ser tan tímido y otras tan directo en su forma de decir las cosas. Te desconcertaba, pero había algo en su manera de ser que te encantaba. El hecho de que fuese imprevisible te emocionaba y te asustaba a partes iguales. Que fuese expontáneo, a la vez que tierno y tímido por momentos, rompía tus esquemas y hacía que cada vez te gustase más.

-No, te veo perfectamente -solto con cara burlona mirando desde varios águlos y acercándose más a ti-.

-Bueno... -estábais tan cerca que casi rozabais vuestras caras y no fuiste capaz de articular ninguna palabra más, porque literalmente te quedaste sin habla-.

-¿Que pasa? -dijo con cara de curiosidad-.

Estabas bastante cerca de él y aún encima él únicamente en ropa interior. Eso no te ayudaba demasiado a estar tranquila. Al momento en quetu mente pensó en sus boxers, sin querer, como autoreflejo para evitar su mirada, se te desvió la vista a esa zona prohibida.

Al ser negros no se apreciaba demasiado, pero se podía ver un gran bulto en ellos. Pensar en que ya era bastante grande así te hizo plantearte en como sería en otra situación.

"¿En qué estoy pensando? ¡Dios santo! Necesito una ducha fría o que me den un golpe en la cabeza para dejar de pensar"

A penas fueron unos segundos los que bajaste la vista, pero pareció darse cuenta de tu mirada fugaz a esa parte en concreto. No se le escapaba ni un detalle para tu desgracia, así que tuviste que interrumpir y hablar para distraer su atención.

-Bueno. Salgo y así te cambias -dijiste esquivando mirar hacia su dirección, separándote de él un poco y avergonzada de haber sido pillada mirando donde no debías-.

-Ahora ya me viste -se acerca a ti de nuevo- no me importa -te dice moviendo tu cara con su mano dulcemente para mirarte a los ojos-.

Te despegaste de él poniéndote totalmente ergida y diste unos pasos hacia atrás. De repente chocaste con la espalda en algo duro, por el tacto pudiste adivinar que era su escritorio, que estaba al lado de la cama.

-¿Huyes de mi? -te dice con una voz grave-.

-No -dijiste casi con la voz entrecortada y bastante nerviosa ante la situación-.

-Si -sentencia él, mientras se levanta y acerca su mano a tu brazo para acariciarlo lentamente- claro que si -pronunción lentamente las palabras para sonar provocador-.

Estabas practicamente paralizada. ¿Qué estaba haciendo Harry? Por ahora si intentaba ponerte nerviosa lo estaba consiguiendo, porque si no fuera que estabas apoyada en el escritorio ya te habrían flaqueado las piernas hace un par de minutos.

Decidiste calmarte un poco para que él no notara todo tu nerviosismo interno. Poco a poco intestaste que palabras coherentes salieran de tu boca, aunque a penas pudiste siquiera pronunciar un monosílabo.

-N... no, no huyo -dijiste casi en un suspiro-.

Bajó lentamente su mano hasta tu cadera y tiró de ti para juntar vuestras caderas, dejando que se rozasen entre si. Estaban demasiado juntas quizás o a lo mejor era porque solo llevaba los boxers, pero notabas cada centímetro de su cuerpo pegado a ti.

Teníais los ambos el pecho el uno contra el otro respirando acaloradamente. Tu corazón comenzó a acelerarse a cada segundo que pasaba más y más. Harry empezó a rozar su cadera contra la tuya despacio mientras te miraba fijamente con deseo y algo de picardía en sus ojos.

Cogió su otra mano y la puso al otro lado de tu cadera. Notaste coml una de sus piernas se deslizaba entre las tuyas separándolas y quedándote más cerca de él, a pocos milímetros de su cara.

Su aroma te embriagaba y querías sentirlo más cerca, así que desplazaste tu cara para poder apreciar su mejor olor, dejándola así muy cerca de su cuello.

Un pequeño soplo de aire se resbaló de tus labios y rozó el hueco donde se unía su cuello con su clavícula. Miraste hacia él, porque no querías perderte su reacción. Quedaste boquiabierta viendo como cerraba los ojos y mordía su labio inferior. No podías creer que tú provocases ese efecto en él. Con ese simple soplo de aire habías desencadenado una reacción de placer que para nada esperabas. Al observar eso y pensar en que tú lo habías provocado sin querer, enterraste la cabeza por completo en su cuello apoyandola para que no te viera colorada.

Pudiste oir una pequeña sonrisa juguetona cuando alzó una de sus manos recorriendo toda tu espalday dejandola otra vez sobre tu cadera.

Ese gesto hizo que un escalofrío recorriera por completo tu cuerpo. Esta situación se estaba poniendo bastarte peligrosa. No sabías que hacer o puede que si. Tenías un lio enorme en la cabeza, pero lo único que tenías claro era que Harry te gustaba. Mucho.

De repente notaste como se movió ligeramente sobre ti e hizo que su pierna separase más las tuyas, dejando que notases la mitad inferior de su torso completamente pegada a ti. Lo miraste y él te estaba mirando, probablemente para ver como era tu cara o para verte enrojecer.

Luego giró un poco la cabeza hacia uno de los lados de tu cara, dejando un beso en una de tus mejillas y luego mordisqueando levente el lóbulo de tu oreja. La sensación te gustó haciendo que cerraras los ojos, intentando sentir cada caricia de su piel contra la tuya.

Te acercaste a su cuello y le mordiste levemente pasando después la lengua por la zona antes mordisqueada. Viste como Harry cerraba los ojos e inconscientemente movía sus caderas contra las tuyas mientras arqueaba su espalda levemente. En ese momento te diste cuenta de un bulto creciendo dentro de su ropa interior.

En ese momento su erección era bastante notable. Vuestros cuerpos estaban ardiendo y su pecho moviéndose aceleradamente. Podías notar la temperatura de la habitación incrementando y tus ganas de besarlo que ya no podías contener. Miraste sus labios detenidamente. Necesitabas sentirlos sobre los tuyos. Tu cuerpo, tu corazón y hasta tu mente lo pedían a gritos. Era una necesidad que debías cumplir, no podías soportarlo más.

"Cautiva de su aroma" Harry Styles y Tú [+18]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن