Los nuevos vecinos.

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Juliett's POV.

Bueno, recapacitemos. Estuve un buen rato hablando con Liam y su madre, la cual es majísima. Creo que su sonrisa puede alumbrar un barrio entero, aunque siempre está hablando de su trabajo. Supongo que tanto ella como el señor Payne serán empresarios o algo por el estilo y tendrán la cabeza comida con eso, lo he visto en muchas películas y este será un caso real. Volviendo al tema, yo dormí con Liam. ¡DORMÍ CON LIAM PAYNE! LIAM JAMES PAYNE, señores. El mismo chico que miles de chicas y animadoras vendidas desean en el instituto, y yo, doña invisible, he dormido con ese chico.

Durante el tiempo que me lo contó yo me dedicaba a sonrojarme y a tartamudear alguna que otra palabra, y digo tartamudear porque cuando intentaba decir algo, me salía mal por los nervios. La presencia de Liam me afectaba en todos los sentidos, sentía mariposas, sentía nervios, sentía que estaba enamorada. Y... en realidad creo que lo he estado desde el primer momento en el que lo vi. Y ahora miradme, llevo puesta su ropa, estoy al lado suyo en un sofá y he dormido con él. Desgraciadamente en el sentido inocente de la frase.

Jamás había pensado en que tengo dieciocho años y soy virgen. No hasta esta mañana, porque de hecho, sin contar a mi padre, Liam ha sido el primer chico con el que he dormido. Tampoco digo que haya que perder la virginidad con quince años, pero supongo que es un poco de marginada jamás haber sentido... bueno, eso. Lo que se siente al tener sexo. He tenido dos novios durante lo que lleva de mi vida, uno fue el listillo de la clase. Creo que me arrepiento de eso, siempre que quedábamos juntos él solo quería enseñarme ecuaciones. Admito que me han servido, pero igualmente no me gustaba mucho eso.

Y luego estaba Peter, Peter era un chico genial al principio pero dos meses después de salir juntos cambió bastante. Se convirtió en alguien totalmente distinto al que era, yo estaba enamorada de lo que era, no de lo que es. Incluso me quería obligar a tener sexo con él y llegó a golpearme porque yo me negaba a hacerlo. Mi vida amorosa no se destaca precisamente por el éxito, pero creo que en la vida siempre hay que cometer errores y al final te llevas una enseñanza de cada uno de ellos. Lo cual es bueno.

- Jules, eh. - Susurró Liam en mi oído, sacándome de mi mundo. - Creo que debería llevarte a casa.

- O- oh, ems... s-sí, claro. - Tartamudeé, observando sus preciosos ojos cafés y ámbar. - Pero tendré que cambiarme.

- ¡Ah! - Sonrió. - Creo que tengo una cosa que te puede servir. Aunque parezca loco. - Rió suavemente y asentí. -

Me guió por las escaleras y esa corriente helada volvió, aunque esta vez llevaba la chaqueta, por lo tanto no me enfrié demasiado. No podía contemplar bien los pasillos para mi desgracia, ya que estaba más bien oscuro.

- Aquí está. - Abrió la puerta de su habitación. - Adelante, las damas primero. - Dijo con una de sus sonrisas que me hacían temblar, y sin pensarlo entré a la habitación. La cama estaba desecha. -

Me senté en la cama ya que él lo pidió, y lo pude ver sacando una camiseta de tirantes de color azul claro. En medio de ella había un dibujo, mejor dicho una frase. ''Free''.

- Creo que esto servirá. - Dijo. - Mi madre ha puesto a lavar tu ropa de ayer, estaba sucia. Te la devolveré en cuanto esté bien.

- Vale, gracias. - Sonreí con sinceridad y él se dio la vuelta cara a la puerta para no verme en ropa interior, aunque ya me vio antes. Intenté contener la risa y saqué la ropa que llevaba antes, poniéndome la camiseta azul. Ésta no tenía nada de escote -por suerte-, y llegaba más larga que la anterior, por suerte también. - Ya puedes mirar.

Y entonces... murió.Where stories live. Discover now