"Capítulo 3"

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Jack sabía que nada iba a ser fácil en esa casa desde el momento en que pisó la alfombra que rezaba: SEAN BIENVENIDOS como si de veras a las personas que ponían esas alfombras le gustara recibir visitas. No eran ocurrencias suyas, tenía la certeza de que cuanto más claro se leyera el escrito en la alfombra más desagradable era la familia que habitaba allí; en la alfombra de su casa sólo se leían letras al azar. La mujer, que debía ser la actual esposa de su padre, se volvió literalmente loca. Cada objeto en la casa se convirtió en algo para poder lanzarle a su esposo, quien esquivaba cada cosa como si llevara practicando desde el día en que se enteró de la existencia de su hijo. Fue el día del velorio de la madre de Jack que ambos se enteraron de la existencia del otro, no pudieron no fijarse porque eran idénticos.

El menor podía asegurarle a quien sea que ese había sido el día más triste de todos los años de vida que poseía. Pero, si algo le había enseñado su madre, era que debía seguir adelante, sin importar qué y eso era mucho decir teniendo en cuenta que se trataba de la mujer más desdichada de, por lo menos, el pueblo donde vivían. Era un lugar tranquilo, por lo que fue un gran impacto para Jack llegar a una ciudad tan grande y sabía que no le gustaría, pero también era bueno adaptándose a lo que no podía cambiar. Su primer paso era poder adaptarse al hogar donde vivía vivir.

Su padre se marchó a las horas de dejarlo allí, no sin antes advertir a su esposa que debía tratar al chico bien. Pero Jack sabía que no dudaría mucho tiempo la amenaza y debía admitir que lo asustaba un poco quedarse con unas completas extrañas a las que le gustaba lanzar cosas a las personas. Le había sorprendido la discusión de la cena, no estaba acostumbrado a ello porque su madre solía tener aquellas discusiones en privado.

Con todo eso, no fue gran sorpresa que el lunes de la semana siguiente, cuando comenzó a ir al mismo instituto que Summer, lo abandonaran. No quería admitir que lo veía venir, pero había tomado nota mental del recorrido por las dudas. Cuando había alcanzado a caminar seis cuadras, y estaba más orientado, se volteó. Una chica venía detrás de él, pero la conocía, estaba casi seguro. Se detuvo a observarla cuando su celular sonó y empezó a buscarlo en la decena de bolsillos que tenía su sobretodo, luego volvió a su camino.

- ¡Jack! - la chica gritó detrás de él -

Se detuvo y ella no tardó en alcanzarla.

- Soy Riley - dijo, a modo de saludo - ¿Summer te abandonó? -

Sonrió ante su mala suerte y asintió.

- Evidentemente -

- Quería advertirte pero no tengo tu número y Liam tampoco - se disculpó -

- Liam, ¿mi hermanastro? -

Ella asintió. Jack comenzó a caminar nuevamente, con Riley acompañándole; se detuvo a pensar un segundo que iba por el camino correcto porque sino ella ya se lo habría indicado. Llevó sus manos los bolsillos de su chaqueta y escuchó un poco de la conversación de Riley, no quería hacerlo pero era imposible; estaba hablando con Liam, sobre él.

- Y... ¿qué eres tú de los McCarty? - preguntó Liam, cuando frenaron a esperar que el semáforo les indicara el paso -

- Amiga de Summer y Liam - apuntó -

- ¿Puedes ser amiga de ambos? - él negó, antes de corregirse - a lo que me refiero: parecen poseer temperamentos muy diferentes -

- Sí - respondió - quizás es por eso -

Jack no supo que responder a eso. En cambio, Riley comenzó contarle sobre un camino a pie mucho más corto que el que transitaba y, de hecho, no era mala idea. Cuando llegaron a la casa, Summer y Liam estaba allí. Summer se veía algo molesta, con Liam según podía apreciar, mientras que el último se veía tan cansado como las tres veces que lo había visto.

- ¿De qué lado se supone que estás Riley? - cuestionó Summer en cuanto llegaron -

- ¿Lado? -

- Sí, ya sabes, cuando te pones a favor de alguien, cuando desilusionas a otro - dijo -

Parecía escupir veneno. Jack sólo quería dormir y pretender que seguía en su pueblo, con su madre, pero nunca volvería a ser así. Entonces Liam decidió entrar en la discusión.

- Nadie puede estar de tu parte, Summer - dijo - es imposible, ¿cómo puedes ponerte en contra de él? ¿Sabes acaso algo sobre compasión? -

- Liam, él sólo está aquí porque nuestro padre se equivocó, por eso no sentiré compasión por él - apuntó - ¿no lo pensaste? Seguro estaba con él cuando no estaba con nosotros -

- No - dijo Liam - yo no lo conocía -

Riley alzó su vista entonces y se detuvo en Summer.

- Deberían calmarse - dijo - Summer, debes conocer a Jack, porque es tu medio hermano, ¿de acuerdo? Liam ya lo aceptó -

- Y eso...-

- ¡Summer! - cortó Riley - por favor, no lo hagas, no lo apartes como hiciste con Liam -

Jack lo entendió, Riley y Liam compartían un secreto y no planeaban decírselo a Summer, no en largo tiempo y, si ese secreto podía alterar aun más a la última, estaba seguro de que estaba perfectamente bien.

- No necesito que nadie se compadezca de mí, sólo necesito pasar este año - apuntó Jack -

No hubo más palabras y él se dirigió a su cuarto, donde intento bloquear todos los pensamientos que le atormentaban.


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