Tres

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—¡Despierten!—Se supone que mis padres son quienes deben despertarme y ahora al revés.

Además, la mayoría de las personas encuentran el primer dia de clases como el final de su libertad para volver a estar encerrados en cuatro paredes por cerca de ocho horas. Yo tambien lo veía asi... o incluso peor, pero ¡Es mi ultimo primer dia en el instituto! No quiero desaprovechar ni un dia de mi ultimo año... tal vez después me arrepienta y es lo que menos quiero. Ademas, tengo el presentimiento de que será un buen dia.

—Esta bien, esta bien Joyce, iré a hacerte algo de comer.—Ese era mi padre a quien apenas se le entendía lo que decia, ni siquiera habia abierto los ojos.

—Ya me adelante en eso, el desayuno de ambos esta en la cocina.—Al escuchar esto, mi padre por fin abrió sus ojos.

—Se nota que estas emocionada ¿No es asi?—A eso asiento con una sonrisa. Allí él se gira hacia mi madre quien aun parece estar dormida.—Lauren—Si ella no responde a su nombre, él recurre a algunos mas... cursis.—. Lauren, cielo tienes que levantarte.—Él se acerca mas a ella hasta que sus narices chocan a lo cual ella responde abriendo un poco uno de sus ojos.—Amore, no querrás que Joyce vea esto.—Y allí va de nuevo uno de sus apodos en ¿Frances? Esto al mismo tiempo es mi señal para salir de la habitación.

—Entonces dile que...—Las palabras de mi madre eran casi inentendibles, pero alli mi padre la interrumpió.

—No le diré que se valla, ambos la llevaremos a Fowler High y será mejor que te despiertes pronto, o tu hija llegará tarde.

—Esta bien... Bajaré en cinco minutos.—En ese momento, ella abrió sus ojos y esa fue nuestra señal para salir de la habitación.

—Incluso ya estas lista para salir, se supone que yo debería estar despertandote.

***

—¡Joyce, rápido o llegaras tarde!—Mis padres ya estan en el garage mientras que yo estoy bajando las escaleras, pero en pocos segundos logro llegar allí. Mi padre va al volante y mi madre a su lado, asi que no dudo en abrir la puerta trasera y entrar al auto.—¿No olvidas nada, Joyce?—Niego después de sus palabras.—Entonces creo que podremos irnos.

Despues de esa frase, mi padre enciende el... No dudo que la confusión halla llegado a mi rostro, asi como lo veo en el de mis padres. Se miran entre ellos y mi padre vuelve a intentarlo pero ese ruido no es normal... algo anda mal.

—Quizás deba intentar de nuevo—Procede a hacer la misma acción y aun asi no enciende.—Mierda, no puede ser la batería, la cambie hace...—Allí mi madre lo interrumpe.

—Spencer, no vuelvas a decir "Mierda"—recalca las comillas con sus dedos y continua— en frente de Joyce. Ademas la situación no merita esa palabra.

—Ya es un poco tarde, los dos dijeron "Mierda"—Tambien hago las comillas con mis dedos—frente a mi.

—Lo vez Spencer, ahora Joyce aprenderá malas palabras.—Creo que ya es muy tarde mamá.

—Ahora todo es mi culpa por que dije mierda en frente de Joyce, pero Lauren ella de seguro ya las ha escuchado y tal vez mierda es la mas sana de todas. Y la situación merece esa palabra.

—Spencer, ninguna situación...

—¡Spencer!¡Lauren!—De inmediato los dos se giran para verme, ambos bastante alertas. Llamandolos por sus nombres es la única forma de parar sus esporádicas peleas.—Aun puedo tomar el autobús. Ahora, dejen todo ese asunto de si la situación merecía o no aquella palabra. Es algo sin sentido discutir por eso. Sé que estan molestos uno con el otro—se notaba de la forma en que se miraban mientras que discutían... como si cada uno quisiese superar al otro—y saben bien que no me iré hasta que se abracen.—Alli, volvieron a mirarse el uno al otro... pero aun molestos.—¿Que estan esperando?—Me crucé de brazos y ambos se acercaron un poco rígidos pero luego de unos segundos las expresiones en sus rostros habían cambiado.—Pueden perdonarse y hacer lo que quieran pero después de que salga de aquella puerta—Señale a la puerta que conectaba el garage con el resto de la casa.—, lo cual tendré que hacer ahora si no quiero perder el autobús.

Salí del auto y después de unos minutos ya estaba afuera de casa, en camino a la parada de autobús que estaba unas dos calles más abajo.

A veces pienso que soy la parte racional que hace reaccionar a mis padres. Por fortuna sus discusiones no son frecuentes ni muy graves. Jamás han llegado a la idea de un golpe... Ni siquiera son capaces de alzar su voz mas de lo normal hacia el otro. Siempre el motivo son cosas insignificantes, pero por esas pequeñas cosas pueden estar molestos un largo tiempo a menos de que yo intervenga como hace unos minutos. Para los asuntos más graves, tratan de hablarlo uno a la vez, sin interrumpir al otro.
Tienen su manera de lidiar con los problemas, que como cualquiera, tienen.

Llegue a la parada, dos minutos antes de que el ultimo autobús llegara y diez minutos mas tarde ya estaba en la entrada del instituto.

—¡Joyce!—Solo bastaron unos segundos para que después de escuchar mi nombre, Emily me abrazara por detras, dejándole apenas caminar entre la multud asi que como pude camine hasta los casilleros para que los demás pudieran caminar con tranquilidas.

—¡Em!—En cuanto ella se separó, me giré para abrazarla.

Esos tres meses habían sido demasiado tiempo separadas y mas si no nos podíamos ver debido al campamento que hace su familia todos los años al otro lado del país. Y si, es todo el verano.

—¿Que tal el campamento?—continúe en cuanto me separé.

—Nada mal... Aunque no cazamos por dos dias, pero ya estoy acostumbrada—¿Ya mencioné que no es un campamento normal? Digamos que esta enfocado a la supervivencia sin traer nada de la civilización, solo las tiendas de dormir y ropa suficiente como para la mitad de los dias. Lo sé, es algo descabellado, pero ella ya esta acostumbrada.—Y ¿Que tal tu día?

—Digamos que estoy empezando a dudar del presentimiento de buena suerte que tenia esta mañana.—Alli empezamos a caminar a nuestros casilleros, que de hecho no estan muy lejos.

—¿Por qué dices eso? Ya te he dicho varias veces que la suerte no existe.

—Desperté y mis padres no lo habían hecho. Después de que ya estuvieron listos, trataron de encender el auto y no funcionaba, discutieron y tuve que ser la parte racional de nuevo, tuve que tomar el autobús y llegue a la parada faltando dos minutos para el último. Y sabes bien que no me gusta llegar con el tiempo contado, pero al parecer todo queria que llegara a pocos minutos de que iniciarán las clases.

—Te aseguro que nada puede ser peor. Asi que, como dices, veamos que planes tiene la suerte para ti hoy.

Solo una frase, solo una es prohibida cuando todo va mal:

"Nada puede ser peor"

Y si que lo puede ser.

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¡Hola gente! Las notas de autor volvieron!!

Que tal el capitulo? Quieren capítulos mas largos? Solo tienen que comentar si asi es.

Si te gusta, invita a otros a leerla.

Quien adivine que le pasará a Joyce en el próximo capitulo, le dedicare el capitulo. Y si se preguntan de donde viene la mala suerte de Joyce... yo también estoy teniendo mala suerte asi que...

¡Nos leemos en el próximo capitulo, gatos!

Cartas de un gato enamorado Where stories live. Discover now