Cinco

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—¿Por que lo iniciaron?—Creo que ninguno de los tres sabíamos como responder a esa pregunta, al igual que el director no parecía ni siquiera saber porque la formulaba.

Estábamos en frente de él, quien nos dedicaba una mirada de confusión mientras que estaba cruzadado de brazos.

—No se los volveré a preguntar.—Creo que nuestro silencio hizo que se mostrara impaciente asi que debiamos, o mas bien debía, decir algo.

—Fue mi culpa—Y alli es en donde inicia mi sentencia—Accidentalmente toda mi comida llego a parar a la cabeza de Michelle y después de eso todos en la cafetería se aprovecharon de la situación y desataron lo que usted vio hace algunos minutos.

—Pero tu tropezaste conmigo—Al escuchar esa frase, tanto Emily como yo nos giramos hacia Axel, me guiño uno de sus ojos y continuó—, asi que fue mi culpa—Estaba a punto de interrumpirlo, pero el continuo hablando aun mas rapido—. Ellas no tuvieron nada que ver Director Anders, no es necesario un castigo para ellas.

—Desafortunadamente para ustedes tres ninguno se librará del castigo, ya que ademas de haber iniciado con el desastre en la cafetería, directa o indirectamente, ninguno de ustedes lo reportó a la dirección y ademas participaron de ello, lo cual me extraña de ustedes tres— Creo que por una vez no estaría mal unirnos al desastre—. Tendrán que asistir a castigo estas dos semanas, dos horas despues clases a partir de mañana. Espero que esto no se vuelva a repetir de parte de ustedes ¿Esta bien?— Los tres asentimos al mismo tiempo y continuó—Pueden ir a casa.—Nos pusimos en pie y salimos de aquella oficina lo mas rápido que pudimos.

—¿Por que dijiste eso Axel?—A pesar del castigo, él tenia una sonrisa... tal vez mas expresiva de lo normal.

—¿Decir que?—Su cara no demostraba mas que felicidad, como si el castigo le agradara, mientras que caminábamos por el pasillo hacia la salida de Fowler. El continuo después de unos segundos—¿Que fue mi culpa? Eso es verdad, no lo hice intencionalmente pero si tropezaste conmigo. Fue mi culpa—Alzó sus hombros y continuo caminando un poco mas rápido, pero su sonrisa no desaparecía.

—¿Por que sonríes tanto?—Esta vez fue Emily quien hablo al caminar a la misma velocidad que él, yo los alcance unos segundos mas tarde.

—Pude hablar con ella, nunca pensé...—Alli los tres nos detuvimos al mismo tiempo. Al otro lado de la salida ya nos estaban esperando.—Oh...

—Axel—Su padre -quien estaba bastante enojado- le hizo una seña para que se acercase y allí su sonrisa se borro al instante. El obedeció y se acercó lo mas rápido que pudo para luego entrar al auto.

A mi me esperaba el mismo destino, asi que me despedí de Emily con un ademán y camine hasta papá, quien ya estaba adentró y tenia mi puerta abierta.

Los siguientes dos minutos a casa fueron en silencio, él no decia nada y yo no queria echar todo a perder.

¿Echar todo a perder? ¡Ya lo hiciste Joyce! Solo no hagas nada para empeorar las cosas.

Y las cosas solo podían ponerse mas raras desde ese momento.

Él empezó a reir.

—¿Que pasa?—Él no dejaba de mirar al frente mientras reía, incluso su risa era cada vez mas contagiosa y aunque queria, no podia reirme.

—¿Como lo hiciste?—Se giro a verme por unos segundos con una sonrisa, para luego volver su vista al frente.—En mi instituto nunca hubo una de esas guerras y ahora... ¡Incluso tu la iniciaste!

—¿Y eso te alegra?—Mi cabeza es oficialmente un lío en este momento—Tengo que ir al castigo por dos semanas.

—No me alegra ya que estuvo mal de todas maneras, asi no hallas sido una culpable directa. Pero si tendrás que decirme como se sintió estar envuelta en esa situación, incluso a tu madre le gustará escuchar sobre eso.—Creo que no tengo padres normales.

Cartas de un gato enamorado Where stories live. Discover now