Su nombre

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Son las dos de la madrugada, voy caminando por la calle con mis audífonos puestos y música a todo volumen, la noche no es negra más bien tiene una tonalidad azul lo cual me da una extraña sensación de felicidad. Y aunque lo intento no puedo borrar una sonrisa de mi rostro, creo que por primera vez en toda mi vida ya no siento miedo, aunque aún no sé cómo llegó ese papel a mi bolsillo eso fue inesperado. (Sigue caminando).

Solo caminaba y caminaba sin detenerme, no quería hacer mas nada que caminar y seguir pensando en ella, pasa una hora de caminata a solas por la noche mas brillante de toda mi vida, me siento a reposar en un banco. Entro la mano en mi bolsillo, saco el celular, saco las llaves, saco unas monedas, y no hay mas nada que sacar. (Con esa rara e incómoda sensación de que acabas de perder algo realmente valioso, como cuando no encuentras el celular), me pongo de pie, reviso todos los bolsillos de mi pantalón, el de mi camisa negra, y no encuentro mas nada que un espacio vacío.

Se detiene mi respiración y en ese justo momento me doy cuenta de que no estaba el papel.

Me quedo viendo fijamente hacia la nada (Con la cara de angustia mas dolorosa que puede un apersona imaginarse). Siento que ya no puedo respirar, no puedo moverme, y después de haber quedado en shock durante unos 5 minutos, vuelvo a la realidad, respiro otra vez y en lo único que pienso es en que ya no tengo ni un solo motivo para vivir ya que lo único que me hacía feliz se había ido de la misma manera en que llegó, Inesperada. (Una lagrima enorme y llena de dolor desciende por su mejilla derecha).

Comienzo a caminar con la esperanza de que la muerte me sorprenda antes de que logre llegar a mi departamento, y solo voy preguntándome como rayos perdí el papel, eso era lo único en lo que pensaba, repasé cada paso que había dado y nada. Y en cuestión de minutos la noche que se suponía ser la mas hermosa de toda mi vida, comenzó a tornarse gris y oscura, tenía frío, mucho frío.

Luego de unos 50 pasos, cada uno dado deseando no haber sido tan idiota, me doy cuenta que estoy a mitad de un puente, me detengo, veo abajo y siento una energía magnética que me impulsa a saltar. (Se sube a las barandillas del puente y mientras se sostiene con la mano izquierda de uno de los bordes se queda viendo al fondo), y cuando ya estoy totalmente convencido de saltar y acabar con mi dolor.

- HEYYYYY!! OYEE TUU. ESPERAAAAA! NO SALTES POR FAVOR. ¿QUE HACES? (Voz de mujer)

Escucho una voz a lo lejos que cada vez se acerca mas, y mas... Cuando volteo.

Era ella que venía corriendo y tenía en la mano las cosas que había dejado en el banco que perdí el papel. El celular, las llaves y las monedas. Cuando veo que es ella que se aproxima entro en un estado de estupefacción, no podía creerlo, me distraigo y olvidando que estaba de pie sobre las barandillas de un puente, Resbalo.

Se detiene el tiempo y veo como toda mi vida pasa frente a mis ojos y mientras voy cayendo al abismo solo veo hacia arriba, ahí estaba ella viendo abajo y gritando como si lo que ella buscaba toda su vida y que por fin conseguía alguien se lo arrebataba de las manos.

Cierro mis ojos y los abro, cuando despierto, estoy en una sala de hospital, no sé qué sucede, la veo a ella dormida en un sillón negro junto a mi camilla, no puedo moverme por estar bajo los efectos de los medicamentos. (Sobreviví a la caída).

Ella abre los ojos y se acerca suavemente y lo único que salió de mis labios fue decir... ¿Cuál es tu nombre?

Con una cara de felicidad pone su mano izquierda en mi pecho, mientras que con la derecha me acariciaba el pelo y dice:

- Descansa... (Se aleja suavemente) y llega mi padre angustiado, preguntando qué había sucedido, nunca había llegado mas tarde de las 9 a casa, esa noche nunca llegué y en el afán de los médicos calmándolo y tratando de explicarle la situación me doy cuenta que ella no estaba, me desespero, me angustio, trato de llamarla.

- Hey!! ¿A dónde fuiste? (Grité)

Se acelera mi pulso y los doctores para calmarme me dan anestesias para dormirme y cierro los ojos.

HuellasWhere stories live. Discover now