⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀𝐧𝐲𝐦𝐩𝐡 ⍟ a captain america's
fanfiction ⸻ marvel universe
❛ where you go, i go, what you
see, i see... i know I'd never be
me without the security of your
loving arms keeping...
I CHOOSE YOU TO FILL MY VOID ! capítulo dos: capitán rogers
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Washington DC, 1676 of Maryland Ave. Union Heights Apartments. Estados Unidos. 15 de marzo, 10:28 pm.
Hera.
Yaco empezó a luchar contra las correas que sostenía mi abuela. Ansiaba correr hacia mí apenas la puerta se abrió.
Me levanté del sofá para recibir a mi mejor amigo con unas buenas caricias. Fury y María se habían ido media hora antes y yo me había quedado leyendo el informe de la misión. Se explicaba más a fondo lo que Fury me había explicado.
Por lo visto, era una misión que no requería habilidades extras, o al menos, no de mi parte.
─¿Qué tal el paseo? ─traté de sonar casual, la misión no dejaba de dar vueltas en mi cabeza.
─Lamento no haberte avisado antes, моя нимфа ─Olga acomodó su abrigo en los ganchos al lado de la puerta, de su boca se disparó un suspiro cansado─ Quería estirar las piernas un pequeño rato mientras no estabas. Además, aprecio mucho mi casa como para dejar a Yaco solo en ella.
Bufé una sonrisa para después incar mi rodilla en el suelo. Y así quedar a la altura de mi tornado canino. No estaba demasiado acostumbrado a tenerme lejos, y la idea de dejarlo aquí solo con mi abuela no me gustaba.
No debí haberlo criarlo de tal manera que se volviera un chicle para mí, tenía la nota mental de ir a terapia canina para que mi perro dejara de tener una clase de apego ansioso.
─¿Ya se fue el director Fury? Me pareció que había algo importante ─Me levanté para darle dos besos en cada mejilla a mi abuela cuando llegó hacia mí.
En mi cabeza se empezó a maquinar una manera de decirle que debía irme. Solo tenía unos tres días en DC, no tuve tiempo ni de visitar un viejo amigo que vivía aquí desde hace un tiempo y quería verlo.
─Tengo una misión con el Capitán América.
Mi rostro formó una expresión de confusión ante lo fantástico que sonó, a diferencia de la mujer que tenía en frente que parecía que sus ojos se iluminaron.
Si ella supiera.
─¿Eso es malo? ─se dió cuenta de mi reacción, mi cabeza negó─. Tu abuelo soñaba con entrar en el comando Aulladores cuando cumpliera 18, era su héroe.
─Sí... Él siempre lo contaba en cada cena ─Me dirigí hacia el living nuevamente a recoger la tableta que usé para proyectar el informe.
─Hera ─mi abuela me siguió.
En ese momento odié el hecho de que si de alguien heredé la capacidad de analizar a las personas, era de Olga Smirnova.
Aún cuando no la había visto desde hace años, ella podía leerme a la perfección. La miré sentarse en el sofá que estaba en frente de mi.
