El atractivo hombre del bar

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El tipo no se veía como todos los que estaban en el bar. Ciertamente Miraflores es un sitio donde confluyen todo tipo de personas, pero esta vez el hombre se veía muy diferente de cualquier especie nocturna. Vestía botas de cuero, un chaleco con varias correas de cuero y encima una gabardina de lana marrón. Rossana pensó que esto lo hacía más atractivo así que esperó a que el hombre dijese algo cuando se acercó a ella en la barra.

- Hola - dijo el hombre con un extraño acento inglés.

- Hola - dijo Rossana y sonrió sin darse cuenta.

- ¿Eres de aquí? -Rossana se tapó la risa, coqueta, y dijo:

- Disculpa que me ría, pero ¿Vienes de una fiesta o algo así?

- Vengo del pasado - dijo el hombre con una sonrisa lobuna.

Rossana rió y se pasó la mano por el cabello. El hombre pidió una cerveza y bebieron en silencio sonriendo con miradas cómplices.

- ¿Qué más?

- Hace ya mucho tiempo atrás me persiguen las autoridades judiciales. Y gracias a mi amigo Filby me enteré de una historia acerca de un extraño hombre que decía haber inventado un singular artefacto. Así que con la ley pisando mis talones me metí a la casa del llamado "Viajero del tiempo" y me robé su máquina.

Rossana rió y siguieron charlando. Se llamaba Giles. Hablaba de muchos temas y no hacía las típicas preguntas de entrevista. Conversaron durante horas, ella le habló sobre su difunto padre y el medallón que le había regalado y que llevaba ese día en el pecho. La química hizo su trabajo y luego se fueron a la casa de él. Hicieron el amor alocadamente. Rossana no sabía que era multiorgásmica. 

Al amanecer, ella despertó y se quedó observándole un buen rato. Luego él se despertó.

- Oye - dijo Rossana.

- Dime, mi dulce amor.

- Nunca me dijiste que hacías realmente.

Giles sonrió, se lanzó sobre ella y le dio un beso apasionado. Luego la miró, sonriendo, y de la mesita de noche sacó un cuchillo y le cortó el cuello.

- Ambos acordamos honestidad en nuestra relación. Yo, mi dulce amor, jamás te mentí. En efecto me buscan por un crimen (asesinato) y robé una máquina del tiempo. - Rossana se atoraba con la sangre mientras intentaba cerrarse la herida con ambas manos. - Al principio me fue difícil manejar tal maquinaria, pero un hombre con orden de captura y dispuesto a huir a donde sea tiene los mejores incentivos para aprender.

Giles se levantó y de su gabardina sacó una cartera de cuero. De allí sacó un bulto, envuelto en terciopelo negro. Extendió la tela sobre la cama, al lado de Rossana, y dejó ver el contenido: anillos, guardapelos, relojes y collares.

Le arrancó el medallón y delicadamente lo dejó con las otras alhajas.

- Cuando robé la máquina no tenía esta pequeña colección. Moverse por el tiempo es más seguro que por tierra. ¿No es cierto?

El Artilugio RobadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora