XXIII

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Mis ojos se entreabrieron producto de la luz que se filtraba por las cortinas. Me revolví entre las sábanas de la cama buscando toparme con el cuerpo de Harry. Sin embargo, fue con este movimiento que pude percatarme de que, a diferencia de la noche anterior, él ya no estaba ahí. Acto seguido, comencé a incorporarme lentamente, abriendo los ojos con pesadumbre, comprobando que efectivamente me encontraba a solas en mi habitación.

Llevé mi mirada al piso, cayendo en cuenta de que las únicas prendas que todavía permanecían olvidadas en el piso eran las mías. Y pese a esa extraña sensación de decepción, no hice más preámbulos y me puse de pie para partir a darme una ducha.

Había vuelto a suceder lo inevitable, luego de nuestra "discusión" respecto a Liam, las cosas parecían haberse solucionado entre nosotros al método particular del rizado, quien acabó por seducirme con sus encantos, haciéndome caer a sus pies en un dos por tres. En pocas palabras, nuevamente me había acostado con Harry, y honestamente no sabía cómo diablos sentirme al respecto. Porque por más que le hubiese expresado la clase de cosas que me pasaban con él, aún no sabía si era correspondido o no.

Salí del baño envuelta en una toalla de regreso a mi habitación, encontrándome con Trudy, quien traía entre sus manos la bandeja con mi desayuno.

-Buenos días, señorita Navah -me saludó, dejando la bandeja a los pies de la cama-. ¿Cómo amaneció?

-Buenos días, Trudy -le sonreí, reacomodando la toalla que llevaba en el cabello-. Bien, gracias.

Ambas guardamos silencio unos segundos, ella concentrada en ordenar el pequeño desastre que habíamos dejado anoche, y yo debatiéndome internamente si me correspondía o no realizar cierta pregunta que no dejaba de rondar en mi cabeza.

-¿Trudy? -acabé por llamarla. Ella me dedicó una mirada, entregándome toda su atención-. Eh... ¿Viste a Harry esta mañana?

La mujer no se molestó en contener la sonrisa que esbozó su rostro antes de hablar.

-El joven Styles está realizando una videoconferencia con los señores Malik y Tomlinson, me dijo que no lo molestara por ningún motivo -explicó.

Rodé los ojos con fastidio. Incluso los días sábados Harry tenía que estar trabajando.

-Oh, y me pidió que le avisara que tenía que estar lista para salir con él a la hora del almuerzo -agregó-, y que no olvidara llevar traje de baño.

Fruncí el ceño confundida. ¿Traje de baño?

-¿Tengo alguno? -quise saber. Francamente, no me había visto en la necesidad de buscar uno hasta ese minuto.

-Por supuesto, yo iré a buscarlo, usted desayune tranquila -dijo, antes de partir en dirección a la puerta que daba con el enorme closet.

Aún envuelta en la toalla, me senté para darle un sorbo a mi taza de café de grano. Fue precisamente en eso que escuché el sonido de mi celular anunciando que acababa de recibir un mensaje.

Dejé la taza en la bandeja y leí las dos palabras que habían en el mensaje de Liam.

"¿Lo pensaste?"

Me mordí el labio inferior, angustiada.

"Necesito un poco más de tiempo."

(...)

-¿A dónde vamos? -volví a preguntar, mientras caminábamos entre el montón de árboles y arbustos que nos rodeaban, adentrándonos más y más entre estos.

Harry había llegado puntualmente a la hora del almuerzo a buscarme para acabar llevándome a caminar por los jardines de la mansión Styles. Había hecho que me pusiera un bikini y un vestido para solamente pasar de largo de la piscina, ignorando su existencia, confundiéndome solo un poco más de lo que ya estaba hasta ese momento.

Million Dollar Man » Harry StylesWhere stories live. Discover now