Capítulo 3: El caso de la familia Cátedra

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La curiosidad de Silvio no siempre llegaba a tal nivel de parecer un entrometido. El asunto de la criatura en el bosque le preocupaba porque era algo fuera de lo común, o al menos esa era la razón con la que él se excusaba. Lo cierto es que cuando él tenía ocho años ocurrió algo que lo hizo recapacitar sobre lo importante que puede ser el papel de su participación en la vida de otros. En la escuela primaria conoció a un compañero llamado Matías Salazar, un niño mucho más alto que la mayoría de su curso ya que repitió el año por segunda vez consecutiva. Aquel niño demostraba ser muy distante e indiferente hacia todos incluso hacia los profesores. Silvio tampoco era un buen ejemplo de alumno pero tenía sus participaciones y sus amigos, pero Matías pasaba de largo en cuanto a socialización respectaba. Aunque ese niño tuviera la mirada hacia el frente no pareciese que su mente estuviera poniendo atención; a los ojos de Silvio aquel pequeño no parecía tener una mirada tranquilizadora.

Un día Silvio iba caminando hasta su despensa más cercana, era común que él fuera solo a hacer las compras, pero en ese día escuchó extraños sonidos a la distancia. Un golpeteo similar a los de un martillo sobre un clavo, solo que la sensación era más débil como si dicho clavo estuviese siendo enterrado por la fuerza de un palo en vez de un martillo. Se extrañaba que alguien estuviese haciendo remodelaciones en una semana con nubes que señalaban próximas lluvias. Al volver a casa siguió escuchando los mismos golpes pero estas venían acompañadas de débiles chillidos que nunca había oído antes. Tales sonidos le resultó una molestia así que los ignoró hasta llegar a casa.

Tres días fueron en los que Matías faltó a clases y tres días duraron aquellos golpeteos misteriosos que Silvio oía casualmente. Fue en el cuarto día por la tarde en que Silvio ya no oía golpeteos sino sirenas de policía. Dos cuadras delante podía ver como las luces de los patrulleros iluminaban rondando la calle. Ese fue el único momento en que se dejó guiar por su curiosidad y se acercó a aquel escenario y notó como una pequeña multitud de personas rodeaban una casa mientras un par de policías ejercían el rol de barrera para que nadie se acercase. Otros dos oficiales salieron de la casa teniendo a Matías en medio, esposado y con varias manchas rojas en su musculosa blanca. Silvio no entendía a la perfección que había ocurrido ahí; sabía que los policías se llevan a las personas malas pero... ¿Qué había hecho Matías para que sea considerado así?

Poco después, husmeando en el diario que leía su padre, pudo comprender el porqué de lo sucedido. Matías no solo tenía conductas antisociales sino que además poseía el horripilante pasatiempo de crucificar pájaros usando clavos y un cuchillo de cocina. Supo en ese momento que aquellos "martillazos" se trataban de Matías entreteniéndose. Lo peor es que con el tiempo se aburrió de los pájaros y buscó juguetes más grandes... su familia. Ambos padres fueron degollados mientras dormían y su hermano pequeño asfixiado poco después. Sin embargo, teorizaba el psicólogo de Matías, esto no causo impacto en él así que volvió a maltratar pájaros hasta la muerte. Esto se sabe gracias a que los vecinos de al lado se metieron a su casa intrigados por el repugnante aroma que venía de ahí. Los agentes no solo encontraron a la familia de Matías en estado de descomposición sino que además varios cadáveres de distintas aves en toda su habitación junto con muchas más enterradas en el patio.

A partir de ahí Silvio siempre se reprochó el no haber actuado en su momento. Siempre se responsabilizó por no intervenir en la vida de Matías, por no ser lo suficientemente impertinente como para siquiera preguntarse por aquellos sonidos retumbantes que ocultaban un terrible secreto. Desde su punto de vista él pudo haber salvado aquellas personas. El creer que pudo evitar esa masacre le generaba un pesar en su corazón, un remordimiento que ha tomado años mermar dentro de su conciencia. El haber terminado como policía quizás estuviese influenciado por aquel pesar suyo; es una teoría que no se atrevería a formularse. Ahora tiene una nueva oportunidad para evitar una aparente catástrofe, tiene el interés y los medios para escarbar más a fondo de lo que podía, solo depende de su buena voluntad y de lo mucho que el universo coopere a su favor.

El caníbal del norteWhere stories live. Discover now