Capítulo tres

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Es el primer descanso del día, Yamaguchi se encuentra sentado en el césped del patio trasero de la academia, comiendo un emparedado de carne

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Es el primer descanso del día, Yamaguchi se encuentra sentado en el césped del patio trasero de la academia, comiendo un emparedado de carne. Su cola se menea conforme sus pensamientos aún reviven lo que sucedió ayer en la noche; frustrado y abochornado de que su primer celo haya sido con aquel nerd.

¡Pero no solo eso! Sino que hay algo que lo enoja en mayor magnitud, y es que fue mucho mejor de cuando él se masturba por sí solo. Porque no solo Tsukishima tocó su pene, sino que jugó con su trasero, metiendo sus dedos en lo más profundo de él y provocando que gimiera de forma muy aguda. ¡Se supone que Yamaguchi es el que debe de provocar aquellos gemidos a una chica, no Tsukishima a él!

Simplemente es algo tan vergonzoso, que solo lo quiere olvidar. Lo bueno de todo, es que esta situación lo animó -por fin- de conseguir alguna cita con alguna chica.

—Yams, almorcemos juntos.

De la nada llega su amigo Hinata, un chico de un año mayor a él -que conoció gracias al equipo de deportes-. Yamaguchi logra tragar el bocado en su boca y saluda al chico, quien toma asiento a un lado de él.

—Oye, estabas mintiendo sobre esa cosa ayer, cierto —Yamaguchi frunce el ceño y voltea a ver a Hinata, sin comprender a lo que se refiere—. Ya sabes, no quisiste ir a la junta de grupo para irte con alguna chica.

Oh... Sobre el pequeño accidente que tuvo. ¿Alguien se lo habrá dicho?

Yamaguchi enseguida lo capta, escuchando las pequeñas risillas de su amigo. Pero prefiere hacerse el tonto y contestar:

—Nah, solo estaba cansado y regresé a los dormitorios. Además de que nadie me busca, no sé de lo que hablas.

—Oh, no digas eso, siempre hay alguien detrás de ti, Yams.

Yamaguchi ríe nerviosamente y da otra mordida a su emparedado, esperando no seguir con aquel juego donde todo mundo cree que es un macho, cazador de mujeres.

La pantera sigue comiendo, mientras que Hinata deja de tomar de su botella de agua para ver como la cola de Yamaguchi se menea de un lado a otro. Y es tanta su curiosidad que la toma entre sus manos y la frota un poco.

—¿Es por esta cola por la que todas las chicas van detrás?

Yamaguchi enseguida intenta darle manotazos a Hinata para que lo soltara, pero él sigue frotando la cola entre sus manos.

—¡Basta! Me haces cosquillas.

Pero -en realidad- es que le recuerda lo que sucedió anoche, necesitando de manera urgente remplazar esos recuerdos de pesadilla.

—Yamaguchi, ¿Puedo hablar contigo? —de la nada llega Kono, sonrojada y con las orejas hacia abajo, como si estuviera avergonzada.

Yamaguchi se sorprende ante la llegada de la demi-beast, siendo algo tan oportuno, que no sabe si es suerte o una mala jugada del destino. Pero al final acepta, levantándose de su lugar y siguiendo a la chica, quien camina hacia el edificio.

Celo | TsukkiYamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora