Bonita

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Narra Katie

Habían pasado días de la última vez que vi a Ara, justo en nuestros días de campamento, y aunque tres días más tarde me encontré enviando diversos mensajes de texto para saber como fueron sus últimos días entre las montañas, solo era una excusa tonta pues quería solo hablar con ella y logre conocer un poco más sobre sus gustos, incluso descubrí que por el momento se encontraba obsesionada con un cantante muy lindo por cierto, de nombre Harry Styles y quedé aún más sorprendida cuando escucho algunas cuantas canciones suyas, cantaba realmente bien y sus canciones tenían unas letras que eran muy lindas, al final terminé fascinada con una en particular Girl Crush me pareció maravillosa y probablemente me encontré buscando más sobre sus canciones, y estuve feliz con ello, seguramente cuando volviera a verla esta se sorprendería cuando notará que conocía aún más de las que ella le mostró.

Me encontraba feliz, aunque llevaba poco más de dos semana sin verla, logre hacer espacios por la noche para conversar unos minutos y luego ir a dormir, cada día descubría algo nuevo y magnífico sobre ella, un ejemplo de aquello podía ser que era una buena cocinera y aunque prefería solo dedicarse a la repostería aun así podía hacer exquisitos platillos, ese detalle no fue dado precisamente por la chica, pero su sobrinito, del cual aún desconozco el nombre lo afirmó.
Aun recordaba bien como llegó a decirle que la cena que preparo para el esa noche había sido el mejor platillo que probó en sus cortos nueve años de vida.
Le pareció demasiado adorable y fue aún más cuando en medio de pa video llamada vio un leve sonrojo en su rostro.

Mis días se basaron en diversidad de notas sobre algunos libros que un viejo amigo de mi padre decidió darme, todos y cada uno de ellos eran sobre arquitectura, desde sus inicios hasta algunos modernos, la mayoría que llevaba leídos eran actuales, dejándome totalmente asombrada con lo complejo que podía ser, pero sin dudarlo seguiría estudiando hasta llegar al último libro y tener mayor conciencia sobre cualquier tema que lleguemos s tratar en la universidad, así probablemente sería un poco más fácil, eso quería creer.

Entre las pláticas frecuentes había una que no se borraría de mi mente con facilidad, era asombrosa, Ara lo era y estaba agradecida de experimentar esta nueva etapa junto a ella, cualquier otra persona quizás ya me hubiese botado, pero ella no, ella era diferente y me sentía tan bien con eso.

  ~ Flash back ~

Tome la decisión de llamarle, en la mayoría de ocasiones hablábamos a través de mensajes de texto y en esa ocasión deseaba escuchar su voz.
Es aproximadamente el quinto día desde que empezamos a hablar constantemente y tenía la ilusión de escucharle hablar, así que tras dejar completamente acomodados cada uno de los libros sobre el feo escritorio (nota mental, recuerda cambiar ese escritorio) tome mi celular para al instante buscar entre mis contactos el número de Ara y marcar, tras el tercer toque esta atendió, parecía cansada o al menos así se escuchaba su voz.

—Hola Katie.

—¿Estas bien?, te escuchas cansada.

—Solo fue un largo día, pero estoy bien lo prometo.

—Bien, lamento no regresar el saludo, quería asegurarme que estuvieras bien.

—Claro no hay problema.

—Yo, bueno te llame porque tenia ganas de escucharte y hablar contigo, no es lo mismo oír tu voz que solo leer un texto.

—Entiendo—río bajito—es una buena decisión, yo también quería escuchar tú voz.

Y eso había acelerado totalmente mi corazón.
Tras unas cuantas preguntas, anécdotas y más, me encontraba sonrojada, con el corazón acelerado y mil mariposas alojándose en mi pequeño estómago, para este punto de la conversación me pregunté si ella sentiría lo mismo, así que sin pensarlo solté todo aquello que me atormentaba, no sabía que tan buen momento era, pero tenía la certeza de que necesitaba contárselo, no podía dejar que la "relación" avanzará y no contarle la verdad.
Tras diversas frases incompletas y poco más, terminé incluyendo todo lo indispensable para que realmente me conociera, si decidía retroceder lo entendería.

¿Y si fuéramos a marte? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora