Capítulo 2 (Parte II): Enzo

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Los dedos de Sona sostenían con desgana la boquilla de su cigarro. Se había sentado sobre la plataforma de baile y sus pies, aún vestidos con los tacones, no paraban de moverse de manera inconsciente, poniendo a Europa más nerviosa de lo que ya estaba. Los ojos de la chica se mantenían perdidos en el infinito, sumergidos en algún mundo que solo ella conocía.

—Soni. —Europa hizo un amago de entablar conversación. Era la primera vez que veía a Sona tan fuera de sí misma. Era como estar contemplando al espíritu de la chica abandonar su cuerpo—. No deberías fumar en tu estado.

—Qué más dará. —La voz de la joven sonaba rota, abatida. Europa tuvo la certeza de que, por más que lo intentase, no llegaría al lugar donde fuera que estuviese su amiga.

—No digas eso. Vamos. —Europa se acercó a ella y con delicadeza le quitó lo poco que quedaba de cigarrillo. Sona no pareció inmutarse—. Hemos perdido una batalla, pero no la guerra.

—Basta —cortó tajante Sona. Sus ojos volvieron a la realidad y enfocaron la cara de Europa—. Pareces tonta.

—Sona...

Orión, que hasta entonces se había mantenido al margen a petición de Europa, hizo amago de avanzar hacia ellas, pero se detuvo en el acto cuando Sona se incorporó de la plataforma de baile y se plantó ante ellos con gesto enfurecido. Con un movimiento brusco recuperó el cigarrillo que Europa aún mantenía entre sus dedos y le dio una calada profunda hasta agotarlo por completo.

—Está tía parece que vive en otro mundo —rugió a la par que tiraba la colilla al suelo y la aplastaba con la suela de su tacón—. ¡No tiene sangre! ¡No tiene opinión! ¡Todo le parece bien! ¡Es como estar hablando con una puta muñeca programable! ¡Con razón Enzo la quiere con ella!

Europa retrocedió un par de pasos de manera involuntaria. Nunca había discutido con Sona; en realidad rara vez discutía con alguien. Solía llevarse bien con todo el mundo porque le gustaba ayudar a la gente, hacerla sentir bien y evitar los enfrentamientos directos. Y sin embargo allí estaba, protagonizando uno de ellos, nada más y nada menos que con su mejor amiga. Las palabras recién pronunciadas por la joven consiguieron hacerla tambalearse con violencia.

—Alto, Sona —atajó Orión—. No querías decir eso.

—A ti lo que te pasa es que llevas años detrás de ella y todo lo que has conseguido son caídas de párpados y un par de besos en la mejilla. Estamos hundidos en la mierda y vosotros parece que viváis en mundos paralelos. —Sona me mantenía de pie, las piernas firmes sobre el suelo y los brazos en jarras—. La gente se muere en Eden por culpa de gente como él y vosotros estáis jugando a los papás y a las mamás.

—Cada uno puede plantearse la vida como le dé la gana. —Orión elevó el tono de voz y se adelantó hasta quedar a escasos metros de Sona—. Tú dices que luchas por nuestros derechos y te cabrea que el resto no hagamos lo mismo con la misma intensidad con que lo haces tú, y sin embargo aquí estás, embarazada de seis semanas y fumándote un cigarrillo. Aquí cada uno tiene sus prioridades.

Sona echó la cabeza hacia atrás para alzar la barbilla. Agarró uno de sus azulados mechones y tiró con nerviosismo de él.

—No desvíes el tema —contraatacó—. No estamos hablando de mí ahora mismo, estamos hablando del hecho de que el capullo ese ha venido aquí a quitarnos lo poco que tenemos.

—Espero que no te estés refiriendo así a Europa, en serio. Creo que se merece mucho más que ese trato de mierda que estás dándole ahora mismo.

Durante unos instantes solo se escuchó la respiración agitada de Sona y la siempre inoportuna música de ambiente que sonaba de fondo. Europa sentía una presión inaguantable en el pecho y no se veía capaz de mantener el equilibrio de pie. A tientas buscó un sitio donde apoyarse y se mantuvo allí, incapaz de alzar los ojos para encontrarse con la furibunda mirada de su amiga. Miró hacia su pecho buscando la cremallera para aflojarse el vestido, pero para su sorpresa, no tenía nada puesto; recordó entonces que Enzo se lo había hecho quitar horas antes.

Las cuatro lunas de JúpiterWhere stories live. Discover now