Capítulo 1

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Estaba tumbada en mi cama terminando de leer Carrie. Y a pesar de que es una buena historia, para mí Salem's Lot era la mejor que había leído hasta el momento. Me atrapó de principio a fin y eso definitivamente me encantó.

Aún me faltaba leer todas las historias de Stephen King, como It o Mr. Mercedes. Aquellos estaban en mi lista de lectura y estaba emocionada por terminar una historia, para empezar una nueva aventura.

En cuanto terminé de leer el libro, me levanté de la cama y lo dejé en la estantería junto a los demás. Por lo general los leía en un solo día o dos dependiendo de las cosas que tenía pendientes.

Salí de mi habitación y me dirigí a la enorme cocina para llenar un vaso con agua. Últimamente me había dado por quedarme sola en casa —hasta en la noche, cuando mis padres llegaban —y disfrutar de la soledad que me acompañaba, en parte por los dolores de cabeza que se habían hecho más frecuentes en los últimos días. Rebusqué dentro de uno de los cajones hasta que encontré las pastillas.

Me la llevé a la boca y la tomé de un solo trago. Haría efecto en unos quince minutos.

Preparé un pan tostado con mantequilla de maní y subí las escaleras hasta llegar a mi habitación, en dónde me encerré y contemplé el bello atardecer que se asomaba desde el gran ventanal al lado de mi cama. Si hubiera sabido pintar, lo hubiera plasmado en un lienzo en ese preciso momento porque ni una fotografía podría hacerle justicia a lo que estaba frente a mis ojos. 

Ojalá ella pudiera estar aquí y contemplarlo al igual que yo.

 Una gotita resbaló por mi mejilla y la limpié con la manga de mi sudadera.

Me tiré en el puff con mi pan en la mano y cerré los ojos. Respiré hondo.

El dolor se había ido.

Alcancé mi computadora, que estaba en mi escritorio —tratando de no tirarla— y terminé algunas tareas de la escuela para la semana entrante. Siempre las hacía antes para poder tener más tiempo libre y así leer un nuevo libro. Al terminar, prendí mi teléfono y revisé los mensajes que me habían llegado.

Riley: Holaa, ¿Cómo estás?

Riley: Ava, contesta los msjs

Riley: ¿Todo bien?¿Necesitas algo?

Yo: Hola, todo bien.

Yo: Estaba haciendo tarea:)

Riley: Mujerrr, tú y tus tareas

Riley: Deberías descansar un poco Ava:/

Yo: Lo haré cuándo termine, ntp;)

Riley: Bieen, te espero mañana en la entrada ¿ok?

Riley<3: Otra cosa

Riley: Deberías contestarle los msjs a Jules, está como loca porque no le contestas:v

Puse los ojos en blanco y abrí el chat de Jules. 

LaPesaditaDeJules*.*: Avaaa

LaPesaditaDeJules*.*:Contéstame mocosa

LaPesaditaDeJules*.*: ¡Ava July Thompson!

LaPesaditaDeJules*.*: ¡CONTESTA LOS MENSAJES!

Yo: Sigo viva:)

Yo: Estaba haciendo tarea, no molestes más de lo que ya eres >_<

LaPesaditaDeJules*.*: ¡Pero si eres una grosera!

LaPesaditaDeJules*.*: Ntc ¿eh?, nos vemos mañana

LaPesaditaDeJules*.*: Sigue con tus tareas cerebrito.. te quieroo<3

Yo: Ok<3

Di por terminada la conversación y apagué el teléfono.

Pasadas las ocho, mis padres llegaron y preparamos la cena juntos, cosa que hacemos desde que tengo memoria. Nos sentamos en la mesa y ellos comenzaron a hablar de negocios, de lo que habían hecho en el día y yo solo me limité a comer en silencio.

—Ava, ¿te pasa algo, cariño?—me habló mi madre.

¿si me pasa algo?

Pues claro que sí, me dan dolores de cabeza casi a diario, tengo ansiedad y hace que quiera estar comiendo a cada rato—al punto de parecer una pelota—. Pero ella ni siquiera se ha molestado en hablar conmigo como madre e hija desde que ella se fue, ya no vamos de paseo o de compras. Todo se se echó a perder  y me duele que mi madre ya no se preocupe por mí...porque yo todavía sigo aquí, todavía le queda una hija.

— No mamá, estoy bien. Me voy a la cama, buenas noches— arrastré la silla y el ruido resonó por toda la casa. Me levanté y fregué los platos.

Me encerré en mi cuarto como de costumbre y me puse un pijama calientito, cepillé mis dientes y puse la alarma a las seis para el día siguiente. Cuándo me metí en la cama, tocaron la puerta.

— Adelante—dije, sin algún atisbo de felicidad.

Era mi papá.

— Yo...lo siento papá..— bajé la mirada y el se acercó a la cama, sentándose en el borde ella. Aún llevaba el traje que utilizaba en el trabajo. Su cabello rubio seguía en su lugar y sus ojos color ámbar me miraban con tristeza. 

— No tienes porqué disculparte Avi—dijo con tono tranquilo—  pero necesito que comprendas  que a tu mamá también le duele, le duele todos los días.

— Pero yo sigo aquí papá, aún quedo yo y me molesta que no lo note. Se pasa todo el día en su trabajo y...ni siquiera he hablado con ella como una madre e hija deberían hacerlo. Me duele porque sigue teniendo una hija que la ama y de la cual preocuparse, pero ni siquiera lo intenta. Hace preguntas tontas todo el tiempo como ¿qué tal tu día? ¿entregaste la tarea? ¿porqué no vas con tus amigos? y me hartan ese tipo de cosas, no la soporto.

Él estrechó sus brazos y yo me lancé sobre él.

—Te amo mi niña— susurró, y en ese momento rompí en llanto.

Cuándo me desperté a medianoche entendí que me había quedado dormida en los brazos de mi papá, aunque el ya se había ido. Dejé que mi mente se quedara en blanco y volví a dormirme.

***

Pues aquí está el capitulo 1.

Comenten, opinen y espero que les haya gustado mucho;)

Byee.

Aún estás tú, aún estoy yoWhere stories live. Discover now