Capitulo 4

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Año 2020


Estaba en mi escritorio haciendo la tarea, y de repente la puerta se abrió de un golpazo que hizo que me cayera de bruces.

—¡¿Pero que?!—grité— ¿que te pasa Lisa?

 —¡Lo vi! —exclamó con una gran sonrisa, que iluminaba todo su rostro —vi al chico del que te había estado hablando, ¿lo recuerdas? —los ojos le brillaban.

Claro que me acordaba, Lisa no paraba de hablar de lo guapo que era aquel chico, que la había hipnotizado por completo y cuánta cosa. Toda la semana estuvo hablando de él y ya empezaba a hartarme.

 —Pues claro que me acuerdo, no parabas de hablar de él, parecías un perico— le dije entre dientes.

—El punto aquí no es si parecía un perico o no— dijo —lo que quiero saber es su nombre, o al menos quién es...

No lo podía creer.

—¡¿Me estás diciendo que no sabes su nombre?! vamos Lisa, si es un chico popular deberías saber quién es.

—Pues no lo sé —se encogió de hombros— solo lo vi en la fiesta de los Collins y ayer que acompañé a papá a las oficinas.— sonrió.

Y bueno... no está de más decir que con esa sonrisa maliciosa que tenía en la cara, ya sabía lo que tenía decir.

Manos a la obra, Sherlock Holmes.

Era ya de madrugada— si, madrugada— se preguntarán que estaba  haciendo a esa hora, y más cuando al día siguiente tenía que ir a la escuela. Pues sí, claramente estuve buscando al chico misterioso —que resultó no ser tan misterioso, puesto que era un modelo famoso,  —y bueno, la verdad es que no me lo esperaba para nada. Nunca lo habíamos visto, ni oído nada de él...hasta hace apenas unos minutos. 

Hijo de uno de los empresarios más importantes importantes en Los Ángeles, el mayor de tres hijos — de los cuales no se mencionan sus nombres por cuestiones de privacidad —y su padre, un muy buen amigo del mío estando en la universidad.

Ryan Henricks, ese era él.

—Menudo nombre— le digo a Lisa.

 —Lo sé, pero es muy guapo ¿no crees?

—Suspiré —Supongo...-encogí los hombros.

A ver, el hombre no estaba nada mal. Pero no era cómo los típicos hombres musculosos, esos que parece que les van a explotar en cualquier momento los brazos y piernas —sin ofender— . Él estaba en forma, pero no de manera exagerada, y así es como tienen que ser los modelos. Era castaño y tenía los ojos verdes...la debilidad de Lisa.

Le atraían los hombres con ojos de colores— cómo si hubiera muchos—, pero en especial los de ojos verdes. Siempre le habían atraído, y a decir verdad, no entendía bien por qué.

¿Le transmitían algo?¿Una sensación siquiera?¿O sólo le gustaba el color?

Ni si quiera sabía si había alguna respuesta para ello, porque cada vez que preguntaba me cambiaba de tema, o me decía el típico «no sé». Así que decidí que lo mejor era dejar de preguntar y hacerme una idea de que nunca lo sabría.

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⏰ Last updated: Jun 24, 2022 ⏰

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Aún estás tú, aún estoy yoWhere stories live. Discover now