La Sultana que Enamoró perdidamente al Sultán (Sultán Suleyman) - [Finalizada]

Capitulo 2; Favorita.

Desperté sintiéndome muy cansada, anoche el Sultán no me dejó descansar, aunque fue todo tan mágico, pero aunque lo haya Sido no debo ilusionarme, simplemente disfrutaré todo lo que el pueda darme mientras dure, levanté mi cabeza para verlo todavía dormido, me tiene abrazada casi encima de el en su totalidad, me preguntó si así dormirá con todas, poco a poco con miedo a despertarlo me levanté y dirigí a la puerta, para pedirle a los guardias comida, me muero de hambre y seguro que el también, mientras tanto aproveche de mirar la habitación, es grande y muy lujosa, con el tiempo que llevo aquí en el castillo nunca había entrado a sus habitaciones, generalmente lo hacen las que tienen más experiencia para evitar tardar en limpiar la habitación, pero es muy hermosa

- ¿Leyla? - Me sobresalté al escucharlo hablar - ¿Que haces?

- Perdóneme mi Sultán pero pedí que nos trajeran comida y estaba mirando la hermosa habitación que tiene - Le sonreí mientras lo decía, me relaje cuando el también sonrió y se acercó a mi

- Acaso anoche no te dije como quería que me llamaras - Trate de ocultar mi risa - Tan temprano y ya desobedeciendo mis órdenes, que atrevida - Cuando termino de hablar me tomo de la cintura y me acerco a el - Debería castigarte por tu insolencia

- Oh no mi Suleyman, no podría ser piadoso y generoso conmigo, Perdone a esta humilde sierva que solo lo hizo gritar su nombre toda la noche - Pude ver cómo su rostro se torno rojo y estupefacto

Ventajas de ser mayor, ves cosas o sabes cosas que ninguna niña de 15 o 16 años sabría, aunque haya Sido virgen se muy bien lo que tengo que hacer para complacer a alguien, supongo que debo agradecer a mi difunta madre por eso

- ¡Ley...! - El guardia entro al cuarto con los sirvientes que traen la comida, de esa manera interrumpiendo lo que sea que hubiera dicho Suleyman, mientras que yo me aguantaba la risa

- No te salvarás de esta - Me dijo mientras se sentaba - Ven siéntate, hay que comer

- No preferiría comerme a mí Suleyman - Detuvo sus movimientos al oírme y luego soltó una carcajada

- Si así lo quieres, no tengo ningún problema en acatar esa orden - Se levanto y se acercó a mi - Pero te advierto que no te dejare salir de esta habitación por un largo rato

Y de esta manera pase 5 días seguidos con el en su habitación, cuando tenía cosas del imperio que resolver me ordenaba quedarme y esperarlo, la verdad no me quejó, su cama es súper cómoda y no tenía que trabajar, todo me lo traían a sus habitaciones por órdenes de el, solo Dios sabe cuánto deseé esto, o debería decir Allah, porque si al tercer día de estar con el, me convirtió en musulmana y me dió un nuevo nombre, Halime que significa "amable", "paciente", dijo que era perfecto para mí porque nunca me he quejado ni muchos menos he Sido arrogante o grosera, pero si lo pienso bien, en realidad estoy segura que es por lo que pasó en el segundo día que estuvimos juntos

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3 días antes....

- Su majestad, la Sultana Hurrem desea verlo - Dijo un guardia al entrar, pude ver cómo la sonrisa de Suleyman se borro - Le dije que estaba ocupado pero ha insistido de que es importante - Suleyman suspiro cansado y rodó los ojos

- Pues dile una vez más que no la veré, que venga otro día - El guardia hizo una reverencia y se fue, a los segundo pudimos escuchar como le empezaba a gritar al pobre guardia

- Suleyman, no tengo ningún problema de irme y dejar que la veas, el guardia no tiene la culpa de nada - Hize el intento de levantarme pero lo impidió