La Sultana que Enamoró perdidamente al Sultán (Sultán Suleyman) - [Finalizada]

Capitulo 31; Las lágrimas expresan lo que el corazón calla.

Acariciaba las mejillas de Suleyman, los doctores han dicho que mejora pero sigue sin despertar

- Amor mío, tienes que volver con nosotros - Tome una profunda respiración - Te necesitamos...han Sido días difíciles - Han pasado solo tres días desde que perdimos a Kasim, pero se ha sentido como una eternidad, Şah se preocupo mucho cuando llegó y se enteró de todo lo que pasó, fue de gran ayuda, me consoló cuando más lo necesitaba, incluso ahora me sigue ayudando...

Aun así tuve que retrasar la llegada de Hurrem e Ibrahim, pero aunque me hubiera gustado no saber de ellos más, me resigne y considere que sería mejor terminar con eso ahora mismo, por eso mandé a qué los trajeran para casarlos inmediatamente no estaba en posición de recibirlos y mucho menos de verlos, mientras más rápido salgan de nuestras vidas mejor...además...Hurrem es la principal sospechosa de todo lo que ha pasado, no tengo pruebas pero no dudo de ello

- Tu hermana y sobrina están aquí, han venido a verte varias veces, Şah ha estado muy preocupada - Limpié mis lágrimas - Murad, Osman y Medmed vienen en camino junto con Arzu...no les dije en la carta...solo coloque que era necesaria su presencia...no se cómo decirles...yo todavía no lo acepto... - La puerta se abrió, Vi como entro Gul Aga

- Mi Sultana, discúlpeme pero Hurrem e Ibrahim ya han llegado - Suspiré - Los envíamos a sus aposentos y ya mandamos a buscar al juez - Asentí

- Hasta que no llegue el juez asegúrate de que no salgan de sus aposentos, no quiero que causen problemas - El Asintió he iba a darse la vuelta cuando la puerta se abrió estrepitosamente y entro Hurrem como si fuera su casa

- ¡Mi Suleyman! - Me levanté rápidamente y evite que se le acercara - ¡Quítate bruja!, Debo ver a mi amor -

- ¡Cómo te atreves a entrar así!, ¡No eres bienvenida, lárgate! -

- ¡No puedes prohibirme nada! - Gul Aga llamo a los guardias

- ¡Soy la esposa legítima del Sultán Suleyman!, ¡No solo puedo Prohibirte algo, también puedo mandar a qué te ejecuten!, ¡Agás! - Ellos se acercaron y la tomaron de los brazos - ¡Llevensela a sus aposentos y que no salga! -

- ¡Sueltenme, les ordenó que me suelten! - Coloque mis manos en mi espalda baja - ¡Eres una bruja Halime, ahora que has perdido un príncipe, eres tan desgraciada! - Alce una mano y los Agás se detuvieron

- Escúchame bien Hurrem - Me acercó despacio a ella - Se que tú tuviste algo que ver, tal vez ahora no tenga como probarlo, pero ten por seguro que lo descubriré y reza por qué no sea yo quien te de un castigó - Ella no dijo nada, solo me miraba con odio - Que no salga de sus aposentos hasta que no llegue el juez para unirlos en sagrado matrimonio -

- ¡Esto no se acaba aquí Halime! - Gul Aga cerró la puerta en su cara

- Lo lamento mi Sultana, no me di cuenta que venía detrás de mi - Me agaché un poco - ¿Sultana? - Sentí algo bajar por mis piernas y no pude evitar soltar un quejido de dolor - ¡Por Allah, el bebé! - Gul Aga me sostuvo - ¡Agás! -

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- ¿Que sucede Sumbul?, ¿Porque nuestra Madre envío esa carta tan extraña? - Sumbul se removió nervioso

- No es algo que yo deba decirles mis Príncipes, su Madre se los explicará personalmente - Suspiré y mire a mis hermanos que parecían igual de preocupados

- Está bien, pero primero quiero ver a Kasim, le tengo de regalo unos libros que seguro que le gustarán - Sumbul detuvo a Medmed, mire su rostro el cual parecía triste - ¿Sumbul?, ¿Porque me detienes? -

- Mi Príncipe...es mejor que vean primero a su Madre - Lo mire confundido - Por favor mis Príncipes -

- Está bien Sumbul, Umay por favor lleva a Arzu a descansar - Umay me sonrió, mire a Arzu quien tenía sus manos en su pequeño vientre, me acerque a ella y le di un beso en su frente - Luego iré a buscarte, seguro que mi Madre querrá verte - Ella Asintió con una sonrisa y se fue junto con Umay - Bien, Sumbul dinos que es lo que sucede ahora -