La Sultana que Enamoró perdidamente al Sultán (Sultán Suleyman) - [Finalizada]

Capitulo 35; Sueños deslumbrantes.

- ¿Cómo está el bebé? - Estaba terminando de acomodar mi corona

- Ya está mejor Sultana, me han informado que se lo han entregado a Ibrahim - Suspiré más aliviada - También me han dicho que no se veía para nada feliz - Alce una ceja

- ¿Porque? - Gul Aga se acercó a mi

- El fue quien le escribió a la Sultana Hatice para que lo ayudará, pero las cosas no salieron como el esperaba - Lo mire sorprendida - Tenía la esperanza de solucionar su situación y volver a ganar la confianza del Sultán - Di una carcajada

- Que bien le salió todo - El también rió, cuando la puerta se abrió y entro Umay

- Sultana, todo está listo - Asentí, me mire una última vez en el espejo

- Andando, es hora de darle el último adiós a Kasim - Coloque mi velo y sali por la puerta, mientras caminaba recordaba todos los momentos felices que tuvimos juntos

- Madre - Me coloque a lado de mis hijas, les sonreí - ¿Crees que este con Allah? -

- Lo está, y seguro que nos estará protegiendo - Oí los pasos en la entrada y sabía que ya cargan su ataúd

Veía como pasaban en frente de mi y se detuvieron, me acerque junto a mis hijas y coloque mi frente en el ataúd

- Espero que me perdones mi León - Respiré profundo - Te prometo que me esforzaré aun más para que nadie más sufra - Bese el ataúd - Te amo mi pequeño poeta - Me aparte junto a mis hijas y vimos como salian del palacio, donde los esperaba mis hijos junto a Suleyman para llevarlo a la mezquita, tome las manos de mis hijas - Desde ahora, quiero me cuenten todo, no debemos tener más secretos, solo así podré protegerlas, ¿De acuerdo? - Ellas me abrazaron

- No te preocupes Madre, no volveremos a ocultar cosas, lo prometemos - Sonreí y bese sus frentes

- Eso espero - Ellas rieron

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- Sultana - Mire a Canfeda - Un hombre la espera - Alce una ceja, ella se acercó a mi y me mostro mi collar de tulipán que le había dejado a Adem, Sonreí esperanzada

- ¿Es el de verdad? - Ella Asintió con una sonrisa, salí corriendo y entré a la habitación - ¡Adem! - Salte sobre el y lo abracé

- Hola Sultana, lamento lo de su hermano - Sonreí, aunque fue más una mueca Debido al tono tan formal con el que me habló

- Gracias... - Se formó un silencio incómodo, que solo me dió un mal presentimiento - ¿Y bien? - El me miró - ¿Ya has decidido? - El Asintió - ¿Entonces? - Sentía como el aire me faltaba quería vomitar

- Yo... - Mire nerviosa cada uno de sus movimientos - Sabes que te amo y mucho - Asentí rígida - Pero... -

- ¿Pero? -