POV Rose
Suena la alarma de mi teléfono celular y yo extiendo mi mano para apagarlo pero no doy con el así que me levanto con desgana y decido mejor dejar que siga sonando.
Voy al baño me miro al espejo y veo a una chica de ojos de un color café con el otro azul y cabello castaño oscuro con unas ojeras notables en los ojos y suspiro.
Hago mis necesidades y me doy una ducha rápida para después coger lo primero que encuentre en el closet.
Salgo a toda prisa de mi casa y me subo al auto para ir a la universidad. Cuando llego, la puerta del aula esta cerrada así que toco, y veo al profesor poner mala cara.
—Llegas tarde señorita Rose—vocifera.
—Lo siento—me disculpo mientras el me habré la puerta y entro para ir directo a mi asiento que esta junto a la ventana.
Pero estaba tan centrada en ir a mi asiento que no miré al suelo y alguien mejor dicho una chica puso su pie y yo tropecé lo que hizo que se me cayeran los libros de las manos provocando que todos se rieran.
—No solo llega tarde Rose, sino que quiere también alterar a todo el curso
—dice el profesor de mal humor y yo trato de recoger todo lo más rápido posible para ir a mi asiento, sin decir una palabra.
Él continúa con su clase y yo solo me pongo a pensar en lo vergonzoso que fue esa caída y suspiro de cansancio—solo a mi me pasan estas cosas—murmuro.
—¿Qué dijo señorita Rose?—dice el profesor haciendo que todos volteen haberme y yo me ruborizo de la vergüenza.
—Na-nada profesor—logro articular.
Cuando ya termina la clase recojo todas mis cosas y voy hacia mi auto pero no esperaba que estuviera junto al auto el chico más popular del campus, Jacob.
Por el que todas las chicas suspiran y babean aunque no esta nada mal pero realmente no es mi tipo.
Me acerco y hago como que no los veo
—Hola, ¿ese es tu auto?—dice jacob al ver que voy a entrar al auto y yo en respuesta afirmo con la cabeza y entro de una vez.
—Mi vida ya es demasiado complicada para añadirle más—digo mientras enciendo el auto justificando la razón por la que fui tan cortante.
Al llegar a casa voy hacia mi habitación de la casa en la que recién nos mudamos hoy.
—Hola, ya llegue—digo cuando entro a la casa pero nadie me responde.
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El chico invisible que vive en mi casa
ParanormalElla, fría y solitaria. Él, caliente como el fuego. Cuidado porque te puedes quemar aunque prefiero arder en fuego que estar congelada en el hielo.