Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Capítulo 31: Secreto

Sus manos subieron desde los muslos de Shi Ye hasta el final, como si fueran a quemarse.

En este momento, el cuerpo de Wen Chi prácticamente entendió el significado de fricción/roce/calentamiento.

Wen Chi luchó con la palabra "frotar/frotar/calentar" durante mucho tiempo, y luego se dio cuenta de que sus manos todavía sostenían la cara de Shi Ye. Retiro las manos que estaban en la cara de Shi Ye.

Listo...

Sintió que el príncipe perro le iba a cortar las manos.

Wen Chi estaba asustado por sus propios pensamientos, se encogió de hombros y miró cuidadosamente la expresión de Shi Ye.

Sin embargo, Shi Ye no tenía expresión, miró a Wen Chi con frialdad y pronto volvió a cerrar los ojos.

Wen Chi: "..."

Sospechó que estaba alucinando, o que Shi Ye no se despertó en absoluto, y que abrir los ojos era solo un sonambulismo.

Wen Chi no se atrevió a moverse, no se atrevió a decir nada, e incluso respiró muy lentamente, por miedo a molestar a Shi Ye frente a él.

Pero Shi Ye parecía estar durmiendo profundamente, respirando uniformemente, y nunca más tuvo la intención de abrir los ojos.

El cuerpo de Wen Chi ya estaba rígido como la madera. Miró el rostro dormido de Shi Ye por un momento, y lentamente, la cuerda tensa en su mente se relajó.

Comenzó a mirar la cara de Shi Ye.

Shi Ye se volvió hacia él, la mitad de su rostro cubierto con marcas de quemaduras presionadas contra la almohada, revelando la mitad restante de su rostro que estaba impecable.

Es como una pintura rica y colorida, aunque solo se vea desde la distancia, es tan agradable a la vista.

Qué pena...

Pero, de nuevo, Shi Ye usó su propia sangre para curar las heridas en su cuerpo anoche, ¿significa eso que Shi Ye también puede usar su propia sangre para eliminar las cicatrices en su rostro...

No parece imposible.

Wen Chi estaba fascinado, pero de repente escuchó una voz desagradable: "¿Has visto suficiente?"

Wen Chi: "..."

¿Shi Ye no tenía los ojos cerrados? ¡Cómo supo que lo estaba mirando!

Wen Chi se sorprendió y cerró los ojos rápidamente.

Pensó que Shi Ye diría algo, pero después de esperar mucho tiempo, nada sucedió.

Wen Chi abrió los ojos en silencio.

Al momento siguiente, se estrelló contra un par de ojos oscuros sin fondo.

No sabía cuando Shi Ye volvió a abrir los ojos, y su agresión estaba a punto de salir, miró directamente a Wen Chi.

Wen Chi se asomó y fue atrapado, el sudor frío brotó de sus palmas, justo cuando pensó que Shi Ye iba a castigarlo, de repente escuchó a Shi Ye decir: "Habla".

Wen Chi se quedó atónito por un momento: "¿Qué?"

Shi Ye dijo: "Di lo que quieras decir".

Wen Chi no esperaba que Shi Ye viera a través de sus dudas de un vistazo, tragó saliva nerviosamente, y después de algunas vacilaciones, la curiosidad finalmente prevaleció sobre la razón, se armó de valor y dijo: "Anoche , Su Alteza Real el Príncipe me salvó con su sangre, estoy agradecido por eso, pero estoy un poco confundido, por qué Su Alteza Real usó su propia sangre para curar mis heridas".