Prólogo

296 27 13
                                    

Las flores de cerezo caían de forma hermosa al otro lado de la ventana.

El pequeño niño de cabello morado no podía sino admirar tal espectáculo ante sus ojos mientras una dulce sonrisa adornaba su rostro.

Sus padres estaban fuera de casa, el trabajo siempre era primero para ellos, pero eso le había dejado de importar al niño ya hacía bastante tiempo, había aprendido a cuidar de sí mismo y a ya no esperar mucho de ellos para no decepcionarse, lo que era algo fuerte para un niño de 8 años, pero esa era su realidad.

Un pequeño pétalo quedo pegado en el vidrio, entonces el pequeño se dispuso a quitarlo de ahí. Para él era como si tuviera que quedarse atrapado, mientras que el resto de los pétalos caía libremente hasta el suelo.

Una vez lo quito de ahí, miro al parque que estaba cruzando la calle, había muchos niños y algunas familias estaban sentados ahí, admirando el tan simple pero maravilloso espectáculo que les brindaba la naturaleza.

No pudo evitar preguntarse que se sentiría estar en una situación así.

Tal vez no necesariamente con sus padres, tal vez con unos amigos, simplemente alguien con quien pudiera disfrutar pasar el rato.

Pero por supuesto, no tenía ninguno, sus ideas eran aparentemente muy peligrosas para todos, por eso siempre terminaban alejándose de él.

El joven Kamishiro solo quería divertirse, ver una sonrisa en personas que fueran preciadas para él, disfrutar del día a día, ¿Acaso era demasiado querer un amigo?

Lo que el pequeño no sabía era que estaba siendo observado por una pequeña niña rubia con puntas rosadas y ojos del mismo color.

Saki Tenma había estado demasiado tiempo encerrada en las paredes de ese hospital debido a su delicada salud. Esos momentos en los que podía salir de ahí y pasar tiempo de calidad con sus padres y con su hermano eran lo más preciado para ella, su hermano siempre hacía todo lo posible porque ella estuviera feliz, agradecía de todo corazón el cariño que le tenía, ella siempre trataba de dar tanto como recibía.

Estaba jugando con su hermano cuando de pura casualidad vio a otro niño de pelo morado quitando un pétalo de su ventana.

De cierta forma le recordó como cuando ella miraba las estrellas fugaces a través de la ventana del hospital, encerrada y añorando a sus seres queridos.

Entonces decidió acercarse a saludar.

—¡Hola! —exclamó la niña tratando de parecer lo más amigable posible.

—Hola —respondió el niño sorprendido por el repentino saludo.

—Note que estabas un poco solo, mi hermano y yo estamos jugando, ¿Quieres venir? —invitó la niña apuntando a quien decía que era su hermano.

Rui se sintió conmovido por la invitación, miró un momento hacia adentro de su soltaría y fría casa, luego hacía la niña que lo invitó y la calidez con la que le sonreía.

—Me encantaría —respondió el pequeño con una sonrisa.

Y así rápidamente salió de su casa para encontrarse con los dos hermanos y disfrutar de aquella hermosa tarde de primavera.

—Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? —preguntó la rubia.

—Kamishiro Rui, ¿Y el tuyo?

—Tenma Saki.

Y así, los dos niños corrieron hacia el otro lado del parque, donde la familia Tenma había ocupado un espacio para admirar los cerezos.

En ese momento, ninguno de ellos se imaginó que ese pequeño encuentro sería el nacimiento de una bonita amistad.

I'm in love with Saki's brother º|Ruikasa|ºWhere stories live. Discover now