Yo te quiero Patodalavida

Ley de atracción

No es magia ni brujería, la Ley de Atracción es una Ley Universal que asegura que atraeremos a nuestra vida todo aquello en lo que centramos nuestros pensamientos, energías y foco.

Aunque para Quackity esas solo eran simples mamadas. Conforme pasaron los días la castaña y el mexicano se hicieron buenos amigos, de vez en cuando hablaban por Discord.

Un lugar que usualmente alguien usaría para hablar con sus amigos virtuales o su novio.

Ambos disfrutaban de la compañía del otro incluso cuando iban a clases, a pesar de que Aurora intervenía demasiado en esa relación de amistad. 

Ya estaba siendo una molestia para T/N.

—Hey, T/N ¿Crees que hoy iremos a comer helado los tres juntos?—La rubia miraba a ambos con una cara angelical, una cara que la más pequeña no soportaba.

—Sí, claro, iremos a comer helado como ayer.—Estaba molesta y eso se notaba, siempre hacían lo que quería Aurora.

Jamás algo que ella quería y Alexis no se negaba a esto. Él estaba embobado con ella y eso le molestaba.

Acomodaba su gorro.—Por supuesto que iremos, nunca hace mal comer helado de nuevo.

Definitivamente, su streamer favorito sentía algo por Aurora, a quien engañaría, ella es mucho mejor que la castaña y eso sentía ella. No estaba a la altura de la otra como para confrontarla y solo se resignaba a hacer caso a lo que decía Alex con tal de complacerla.

Al menos la consideraba una amiga, más que eso una hermana y con eso le bastaría. Aun así, le molestaba que siempre Quackity hiciera lo que Aurora quería y ella no.

—Hagan lo que quieran yo paso.—Suspiraba.—De hecho tengo que hacer un par de trabajos, así que nos vemos luego, bye, bye.

Solo se dio la vuelta y se dispuso a irse dejando a dos chicos realmente extrañados por su comportamiento. ¿Celos tal vez? No lo cree, se negaba a pensar que era eso, pero al fin al cabo solo es un amor platónico.

Cuando iba a mitad del camino a su casa, alguien le jalo el brazo asustándola y provocando que golpeara a la otra persona.

Un pequeño error.

—¡Auch! Eso duele cabrona.—Era Quackity que decidió ir por ella.—Ten más cuidado, se nota que eres una bestia.

Se avergonzó.—Como lo siento, creí que eras un asaltante o un extraño pervertido.

—¿A poco tengo cara de eso? Pinche pendeja, solo vine a hacerte compañía.—Miraba hacia abajo.—Creo que estado complaciendo más a Aurora, lo siento.

Por un momento eso le sorprendió ¿Él disculpándose? Supondrá que es normal, pero eso era lindo de su parte de alguna manera.

Pensó.—Bueno, entiendo que sientas una atracción por ella, no te juzgo.—Rodeo los ojos con desinterés.

—Solo tengo trabajos que completar.

—¿Segura? Que no quiero que andes de mamona quejándote luego.—Revolvia el cabello de la castaña como una manera de molestarla.

—¡Quackity no estoy molesta! Solo tengo trabajo, algo que tú también deberías hacer.

En el fondo, ella quería decirle que sí, estaba molesta que no pasara tiempo con ella de esa forma como lo hace raro, pero no podía.

—Ah, bueno, pero déjate de pinches mamadas, que después me andas golpeando en la pinche espalda cabrona.

—Lo hago porque eres mi amigo y te quiero.

Eso sorprendió a Quackity y lo confundió un poco.—Amigo... Sí, me alegra de conocer a la mejor pendeja del mundo.

Era extraño esa palabra "amigo" lo dejo algo confundido y molesto. ¿Será algo malo o bueno? Descarto la idea, al instante.

—Entonces te dejo.

—Como gustes.

Ambos se despedían, el momento era algo incómodo, pero no molesto, por un momento ambos pensaron que fue lo que paso, pero decidieron solo ignorar y seguir con lo suyo.

Una rutina que se estaba volviendo nueva pero tediosa. La de los amigos y el interés amoroso de uno.

¿Podría terminar mal esto o terminar bien? Quien sabe, después de todo, para eso se notaba que estaban destinados, para ser buenos amigos o algo más.

Quizás si Alexis supiera separar la atracción de lo sentimental, capaz, esa situación no sería tan incómoda como ya lo es.

Nota del autor/a: Perdón por no actualizar seguido, he estado pasando cosas difíciles y cuando puedo no tengo la inspiración suficiente. También lo siento por qué sea tan corto.