Kiss

Los tres años en la Yuuei pasaron volando. Lo eventos vividos fueron las mejores primeras experiencias de Izuku y siempre las llevaría en su memoria como si fueran un tatuaje.

La primera cita. La primera vez que se presentaron a la clase como pareja, que por cierto, a nadie le sorprendió y todos argumentaron que se notaba a leguas, lo mismo paso con sus familias. Su primera vez. Tantas cosas que ya habían hecho y se sintieron diferentes por el simple hecho de que Izuku ahora sabía que Katsuki le correspondía románticamente.

En un parpadeo ya se encontraban preparándose para ir a la universidad, dando también el gran paso de vivir juntos, lo que no sólo los unía más en su relación, si no que también era un beneficio económico, donde ambos podían ayudarse mutuamente en el pequeño departamento que rentaron cerca de la escuela.

Por desgracia, los horarios que esperaban no fueron mucho de su agrado, pues Katsuki había sido asignado al turno de la mañana e Izuku al de la tarde.

Por lo que era un lío coincidir durante mucho tiempo, por lo que ambos están algo frustrados sexualmente. Hoy siendo el cumpleaños de Katsuki, Izuku tenía planeado algo especial, buscó ingredientes para preparle un pequeñísimo pastel, no grande, igual sabe que Kacchan no es fan del dulce. Pero sobre todo, se ducho y preparó para cuando llegará, ese día no iba a tener la primera clase, por lo que podía quedarse un poco más con Kacchan.

¿Y que mejor manera de celebrar el cumpleaños de Katsuki que con lo que más le gusta? ¿Que es? Obviamente su lindo novio.

Así pues se puso en marcha cuando salió de ducharse y comenzó a preparar la masa para el pastel, él merengue y demás.

Para cuando Katsuki llego, se encontró con la imagen más tierna que haya visto, bueno, una de tantas por que en sí, Deku era una bolita de masa tierna que adoracon locura.

Acababa de meter vaya saber dios que al horno, al parecer estaba cocinando algo, tenía puesto un delantal con diseño de All Might, su vieja caricatura favorita.

Pero entonces su mirada bajo un poco más, notando los ajustados shorts que usaba, a la mitad de sus muslos. Lo que lo hizo salivar. Izuku aún no había notado su llegada, parecía demaciado concentrado en menear lo que sea que está preparando en ese tazón y Katsuki tiene su mirada clavada en el culo de su novio, tan esponjoso y redondo.

A paso lento se acercó al peliverde, abrazándolo por la cintura desde atrás y apoyando su cabeza en el hombro del más bajo. Su aroma lo relajaba bastante.

–Oh Kacchan, Bienvenido-

La emoción en sus palabras fueron interrumpidas por la sorpresa de tener las manos del mencionado colándose bajo el delantal y su camisa, la calidez de las manos de Katsuki siempre le gustó, sus toques siempre eran tan suaves y lo tocaba con tanta delicadeza, como si tuviera miedo de romperlo.

–Kacchan...

El nombre del contrario salió en un suspiro al comenzar a sentir pequeños besos en el cuello, sentir el aliento de su novio en su piel provocaba pequeños escalofrío que le hacían temblar, entonces se dejó mimar un poco, después de todo habían estado algo ocupados ambos. Una dulce burbuja comenzó a crecer, sumergiéndolos en su cariño. Hasta que la mano de Katsuki bajo hasta la entre pierna del pecoso, quien respingo con sorpresa.

–Kacchan, espera-

–¿Por qué debería? Esta despertando– señaló mientras su mano seguia moviendose con suavidad sobre la ropa.

Y por más que Izuku tratara de mantenerse firme y mandar a Katsuki a bañar o hacer cualquier cosa para poder terminar su sorpresa, no se resistió y simplemente se dejó llevar por los placenteros toques, botando el tazón de merengue que preparaba.