Dance with me

El viaje

Al ver la cara de Martina la detuvo, congelando el momento en la oscura habitación, sostuvo sus manos con las de el mientras la miraba directo a los ojos preguntándose la misma pregunta de siempre ¿Por que? ¿Por qué tiene que haberse arruinado ese momento? ¿Por qué esa cara? un montón de preguntas pasaron por su cabeza en un par de segundos, pero solo tuvo la fuerza para hacer una de las muchas que pensó.

-¿Por qué lloras? ¿Por que corren las lagrimas de tristeza por tus hermosas mejillas?

Martina a punto de quebrar en el llanto y en su propio dolor interno dijo.

-Mi cuerpo quiere agradecerte pero siento que no es la manera, algo me dice que este no es el momento, algo me grita que no lo haga...... Siento que tengo que compensar todo lo que has echo por mi y dándote mi cuerpo es lo único que pensé, por favor solo acéptalo.

Marcelo la calla silenciando su boca con sus propias palabras pidiéndole que se detenga, para después de un par de segundos pararse darle un abrazo rompiendo el frio hielo que había entre ambos.

Al día siguiente

Ya era lunes por la mañana, mas o menos las 8 o 9 de la mañana, yo a esta hora ya debería empezar mi recorrido diario para vender, pero gracias a todo lo sucedido no lo estoy haciendo, en cambio estoy acostado con una hermosura de persona, aunque además de ver la perfección de su cuerpo también veo la destrucción de su interior, como sus sentimientos están hechos trizas por tanto uso de su vida para obtener dinero y placer, era usada como un simple objeto antes de mi llegada, se que sonó heroico pero es la verdad, preferiría que nada de esto hubiera pasado, me refiero a que ella no estuviera en el burdel, que tenga una vida normal lejos de este lugar, lejos de toda esta mierda, lejos de mi.

Volviendo a la noche pasada en resumidas cuentas no paso nada, después del abrazo nos acostamos en completo silencio, no conversamos, no tomamos, no seguimos bailando, nada. Pero por alguna razón me siento en paz por eso, no me perdonaría haberme aprovechado de la situación sabiendo como estaba de destruida Martina, asique igual bien.

Despierto a Martina para ir a desayunar, se hace de rogar demasiado, se nota que no es de las que se levantan temprano, hasta que logro que se levante casi retándome por despertarla, con una mirada de enojo se da vuelta mirando y ahí me despierto por completo, se me había olvidado que Martina se durmió con la misma ropa de anoche, se veía increíble pero mis recuerdos no me permitían verla de esa manera, aunque ella actuaba como si nada hubiera pasado, después de su cara de enojo vino una sonrisa tierna mientras me decía.

-Me visto y voy, espérame abajo, a todo esto quiero unas tostadas con huevo revuelto y un tecito caliente por favor.

Como si yo fuera su sirviente o algo por el estilo, a lo que solo asiento con la cabeza y bajo a comer, obviamente le hice sus tostadas con huevo revuelto y té, tampoco me costaba mucho estaba casi todo listo cuando baja por las escaleras con una bata de baño, sandalias y su pelo tomado, aun sin nada de maquillaje, sin arreglarse se veía hermosa. Como un perro embobado me levanto rápidamente para moverle la silla para que se siente, me vi estúpido aunque un poco caballeroso, se sorprendió cuando vio sus tostadas con té a lo que con una linda sonrisa me agradeció y con un beso en la mejilla me mando a sentar. Todo bien hasta ahí comimos sin problemas hasta que llega la dueña, secretaria o no se, no tengo idea de quien era pero trabajaba ahí, mandándonos a irnos literalmente nos estaban echando, excusándose que es una orden de mas arriba y que ellos no podían hacer nada, lo que si la señorita de aproximadamente unos 30 años antes de irnos nos dio un papelito tratando de esconderlo de las camaras y me susurro -Léanlo cuando no sepan a donde ir-.

Nos fuimos del lugar rápidamente asustados por lo que podía pasar, cuando ya estábamos afuera me mira y me dice -nos vamos en moto?-. había robado unas de las llaves que estaban colgadas en la oficina de recepción, a lo que respondo -pero si yo no se andar en moto, ni licencia tengo-. Me responde sonriendo -y quien dijo que tu conducirías?.

Nos subimos a la moto y empezamos a andar por los caminos de tierra alrededor de Santana pensando en que hacer hasta que recordamos el papel que no dio la señorita del motel, el que decía.

chicos se ven perdidos, si no saben donde ir vengan a esta dirección, haya hay mas como ustedes, idearemos un plan y saldremos de acá.

Dudosos y temerosos decidimos ir a la dirección anotada, quedaba al otro lado de la ciudad iba a ser un largo recorrido y mas aun si no podíamos atravesar la ciudad, tuvimos que rodearla por completo rompiendo un par de vallas para abrirnos paso con la moto. Termino alcanzándonos la noche y la luz de la luna era lo único que nos ayudaba a ver, con la poca visibilidad que teníamos logramos divisar una cachuza vieja de madera, decidimos pasar la noche ahí, pero estaba cerrada con candado y no era pequeño que digamos, Martina ni se inmuto cogió un pasador que tenia en el pelo y lo empezó a abrir, por muy experimentada que se veía se demoro por lo menos 20 min, 20 minutos en los que nos moríamos por el frio, cuando entramos solo vimos una cama, y un par de muebles, dormir juntos no era problema ya que ya lo habíamos echo, el problema es que la cama no tenia nada para taparse y esa noche hacia demasiado frio como para dormir así y se me ocurrió una gran idea, la vi en algún episodio de The History Channel, lo que pasaba en ese episodio es que había dos personas en plena cordillera de los Andes Chile, en un auto encerrados sin gasolina ni batería en el vehículo, muertos de frio se quitaron la mayoría de la ropa quedando en solo ropa interior y tapándose con las mismas, sorprendentemente les ayudo a pasar la noche, después llego un helicóptero y los salvo pero no importa, lo que importaba era la idea para pasar el frio, le propongo la idea a Marti a lo que ella dudosa acepta pero con una condición, No pasarse de la raya, a lo que obviamente acepto tampoco es como si me pudiera negar pero algo ya había logrado, nos quitamos la ropa y nos acostamos bien juntos para que el calor de nuestros cuerpos sirviera para pasar el frio, o al menos eso le dije, ya si es cierto o no la verdad no lo se.