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Continua Hakkai.

zzz

Ya era tarde, Yuzuha se quedó a dormir en casa de su amiga como suele hacer seguido, Taiju ha de estar golpeando a gente en algún lado de la ciudad y yo estoy aquí en casa, no me gusta estar en este lugar, me pone ansioso, en cualquier momento Taiju llegará de mal humor y mi existencia le molestará tanto que terminaré siendo puré de Hakkai. Tengo dos horas tratando de dormir, son las 2 de la mañana y aún no he pegado un ojo; me pongo de pie y camino sigiloso, por costumbre no enciendo la luz, aunque Taiju no esté cerca, con ayuda de una silla trato de alcanzar la parte superior del closet y tanteando con las manos busco mi diario, al encontrarlo bajo de la silla y me siento en ella.

Mi vida está plasmada en estas paginas, algunas sucias, otras rotas, pero es mía. Muchas veces he pensado en destrozar el pequeño cuaderno, incinerarlo hasta que solo queden las cenizas, pero estoy tan apegado a él que con solo pensarlo me pongo triste. Comienzo a escribir.

Otra vez aquí en esta casa vacía, Taiju no está, y es un alivio.  No puedo dormir y las pastillas de Melatonina no hacen  efecto. En días así solo hago extrañar a mamá, su dulce voz, su dulce canto, me pone melancólico. Aunque podría decirse que aún la siento en esta casa, me gusta pensar que vaga por ahí, que solo fue al super mercado a hacer las compras, que cuando ve cómo nos trata Taiju se enoja y lo reprende, me gusta imaginarla sonriente, en el jardín con un sombrero y su amplia sonrisa mientras riega las flores. Aunque la perdida de nuestra amada madre fue hace años, no puedo evitar sentir que aún estoy en duelo, ¿Yuzuha se sentirá igua?

Y a pesar de tan lindas imaginaciones que me hago no soporto estar en esta casa.

Me siento ansioso, ya no quiero escribir, lanzo el diario a su escondite, salgo de la habitación y observo el oscuro pasillo, a veces, solo a veces, veo dos puntos rojos en esa oscuridad, siempre pienso que es Taiju e inmediatamente entro a mi habitación, sin embargo esta vez es diferente, aunque sigo teniéndole un poco de temor a Taiju, con el tiempo mi odio y rencor hacia él ha ocupado más lugar. Voy hacía la isla que hay en la cocina, ahí se encuentran unas manzanas rojas, las tomo y me dirijo a buscar un cuchillo para pelarlas, al hacerlo me siento en la silla del comedor, solo se escucha el crujir que hace la manzana al morderla y masticarla, son las 2⁚44 a.m. , Taiju está a punto de llegar.  Mientras espero a que llegue busco mi celular que tenia guardado en el bolsillo de la pijama, y comienzo a escribir un mensaje de texto.

Mitsuya, ¿estás despierto? 2⁚47 a.m✓✓

Sí, aún no termino los vestidos de Mana y Luna. ¿No has podido dormir?  2⁚49 a.m.✓✓

No. 2⁚49 a.m✓✓

Quizás tomar un té te relaje. 2⁚50 a.m.✓✓

Por cierto, es extraño que me llames Mitsuya. ¿Todo bien? 2⁚50 a.m. ✓✓

Hakkai. 2⁚51 a.m✓✓

¿Estás bien? 2⁚51 a.m✓✓

No. 2⁚52 a.m.✓✓

Si necesitas hablar estoy disponible, ya sabes que para mi no es un problema. 2⁚52 a.m.

Hakkai, contéstame, no me asustes. 2⁚54 a.m

Jardín de amapolas rojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora