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Se dice que la tierra fue creada por 4 entidades místicas apodadas como Los Guardianes, cada uno se encargaba de proteger un elemento: Aquario era el guardián del agua, Tatohitza la guardiana aire, Tao el del fuego, y Sehgeb el de la arena.

Se dice que la tierra fue creada por 4 entidades místicas apodadas como Los Guardianes, cada uno se encargaba de proteger un elemento: Aquario era el guardián del agua, Tatohitza la guardiana aire, Tao el del fuego, y Sehgeb el de la arena

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Durante siglos Los Guardianes mantuvieron el orden en el mundo, pero, sin importar lo que hicieran, se sentían vacíos y sin un claro propósito. Un día, cansado de aquella monotonía, a Aquario, Guardián del Agua, se le ocurrió crear una nueva e inteligente especie para que habitara en el mundo que había erigido junto a sus hermanos. A este ser le dio por nombre Aquariano, criatura a la que hizo a su imagen y a la que cedió como legado el don de controlar el elemento agua.

No tardó mucho para que los demás Guardianes hicieran lo mismo, Sehgeb creó a los Sehgianos; Tao a los Taoní; y Tatohitza a los itzaní.

Con el tiempo los humanos —como acodaron llamar los Guardianes a sus creaciones en conjunto— se agruparon en civilizaciones, teniendo como líder al guardián correspondiente del elemento que representaban.

Todo era perfecto hasta que un día los Guardianes, satisfechos con lo que habían creado, desaparecieron de este plano, dejando a cargo de sus creaciones a los que llamaron "elegidos", descendientes directos de ellos, identificados con marcas en su cuerpos y a los que se debía obedecer.

Los elegidos mantuvieron el orden por décadas, pero, como parte de la naturaleza humana, no tardó mucho en que estos cayeran en discusión, desacuerdo y envidia, lo que condujo de inmediato a la guerra.

-¿Y qué sucedió después?- preguntó la pequeña niña de 4 años con curiosidad, inmersa por completo en el relato de su amiga.

La mayor hizo una pausa dramática, para luego soltar con voz tenebrosa.

-¡Reinó la muerte y la destrucción por años!- Finalizó levantando los brazos -Fin- añadió sonriendo satisfecha con su historia.

Leah, la menor del par, negó molesta.

-¡Ese no puede a ser el final!- Protestó con sus mejillas infladas -¡Es terrible! ¡¿Cómo crees que dormiré luego de esa historia tan mala!?-

Mingyue se rascó la cabeza insegura.

-Sabes perfectamente como va la historia, siempre me pides que te la cuente. No entiendo tu enojo-

La pequeña peliazul  fruncio el ceño haciendo un puchero con sus labios.

-Es para que crees un final feliz!- Protestó -Por su puesto que se el final, pero no quiero que sea ese el final-

Mingyue suspiró, la pequeña Leah era difícil de entender.

-Bien...- Murmuró pensativa - Se que el emperador agua está en tierra taoní, negocia con ellos para acabar la guerra-

Los ojos celestes de la pequeña aquariana chispearon de felicidad.

Fuego y AguaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant