Pared con Pared | KiVi

9. De cotilleos

-Violeta Isabel Hódar Feixas, ¿piensas abrirme la puerta o te la tengo que tirar abajo? -dijo Denna a través del teléfono nada más Violeta cogió la llamada.

-Voy, voy, perdón, estaba en la ducha. -contestó la pelirroja mientras se encaminaba a la puerta rodeada de una toalla.

-Más te vale, no se cuántas veces he llamado ya al timbre. -replicó la rubia al otro lado del teléfono.

Violeta aumentó el paso con el teléfono todavía en la oreja, girando el pomo de la puerta y encontrándose a Denna al otro lado con el ceño fruncido.

-Hola. -dijo la pelirroja con una sonrisa colgando la llamada.

-He estado a punto de colarme por la ventana. -contestó Denna.

Violeta se hizo a un lado, dejando pasar a la rubia, y cerró la puerta tras ella.

-No te enfades conmigo, mira como te recibo. -dijo Violeta moviendo su mano de arriba a abajo.

-Tengo novio Violeta, esto no funciona conmigo. -dijo Denna cruzándose de brazos.

-Una pena. -contestó la pelirroja.- Haríamos tan buena pareja...

-Se que lo estás deseando, pero no me gustan las mujeres. -respondió su amiga.

-Doble pérdida, hetero y con novio... -dijo Violeta entre risas.- Que sepas que triunfarías con las mujeres.

-Bueno, esta noche puedes hacerlo tú por mí.

-Tranquila, lo voy a hacer. -dijo la periodista.- Este sábado va a ser nuestra noche, salimos todos juntos por fin, hay que celebrarlo a lo grande.

-Respecto a eso... sabes que hemos quedado aquí para la previa, ¿verdad? -preguntó Denna.

-Hombre, sois unas ratas y os aprovecháis de mi casa, claro que lo sé.

-Perdona, pero tu casa es la que más cerca está de la discoteca, así que te toca. -dijo la rubia.- Entonces, si lo sabes, ¿piensas arreglarte o vas a salir así? Que seguro que triunfas, pero vamos, no es mucho tu estilo.

-Almudena, tranquila, son las 8. Ahora me arreglo, cenamos y estos vienen sobre las 11. Me da tiempo de sobras. -añadió la pelirroja.- Podemos hasta tomar un vinito de los nuestros y hablar de la vida.

-Eso necesito hacer yo, que me tienes que contar algo, ¿no? -preguntó Denna.

-¿Yo? -dijo la pelirroja marchándose hacia su cuarto.

-Si, tú. -contestó la rubia siguiendo a su amiga.- ¿Qué tal la entrevista con Chiara? Me tienes sin información.

-¿Me dejas arreglarme y hablamos luego o ya no puedo ni cambiarme? -preguntó la periodista.

-Puedes hacerlo mientras, te he visto desnuda varias veces, ¿te da vergüenza? -dijo Denna.

-Eres imbécil.

-Pero me quieres mucho. -respondió la rubia.- Bueno entonces, ¿Chiara? Juanjo me ha dicho que bien, pero me gustaría saber tu opinión.

Violeta se giró dejando de rebuscar entre su armario y miró a su amiga.

-¿Perdón? -dijo Violeta.- Juanjo. Has hablado de mi reunión con Chiara con Juanjo.

-Bueno, se me ha escapado un poco, eso se supone que no te lo tenía que decir.

-¿Y cómo sabe Juanjo...? -preguntó Violeta cortándose a sí misma.- Martin.