16~noticia~

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**pov de sandra**
—cate es que no se que hacer, estoy fatal, ha entrado Claude en mi casa, que hago?— yo estaba llorando
—lo primero tranquilizarte
—cate, para. Necesito ayuda, tengo miedo de que deje de quererme...
—Sandra. No te va a dejar de querer por eso
—ya cate pero.., y si ahora ya no se siente segura conmigo?
—quieres que vaya a tu casa?
—no, no cate no hace falta, es tarde, mañana por la mañana te llamo, perdón por molestarte
—sabes que no molestas, aunque sean casi las 3 de la mañana
—buenas noches Cate, y gracias
—no te preocupes, buenas noches Sandy

Fui hacia la cocina para prepararme un té o algo que me relajara para poder dormir, me lo tome y volví arriba a intentar dormir. Mañana era el cumpleaños de sofia y tenía preparadas algunas sorpresas, así que subí con ella, me tumbe a su lado y la abracé. Estaba medio despierta y me habló.

**pov sofia**

—Sandra?
—dime
—te quiero
—y yo a ti sofia, y yo a ti

La di un beso y las dos nos dormimos.

Ya era por la mañana, mi cumpleaños, tenía que decirle a Sandra que Amy me quería llevar de fiesta con un par de amigas más, para que supiera que no iba a estar por la noche en casa.

Cuando me desperté Sandra ya no estaba en la cama, así que fui al baño, me lave la cara, y bajé a la cocina.

Vi a Sandra mirando hacia la encimera, preparando café, y yo desde las escaleras tuve un dèja vu de uno de los primeros días que me quede a dormir en su casa.

**
—MADRE MÍA! No hagas eso! Sandra Dios mío!! Casi me matas de un infarto
—ay no exageres— dijo todavía abrazándome —por cierto cantas muy bien
Me quede callada apreciando el tacto de su pecho en mi espalda, de su cadera en mi culo y sus manos y sus brazos en mi cintura, aproveché para echar mi cabeza para atrás y apoyarla en su hombro. Desde esa posición podía sentir todo su cuerpo unido al mío, con una simple caricia conseguía hacerme sentir cosas que nadie había conseguido hacerme experimentar, una vez más me encontraba perdida en su cuello, igual que en el sueño, pero esta vez era real, estaba cerca, muy cerca y me gustaba.
**

Decidí hacer lo mismo que ella hizo conmigo así que bajé sigilosamente y me puse detrás de ella pasando mis brazos por su cintura.

—sofia, que susto idiota!
—jajajaajajaj
—no te rías, casi me da algo!

Ella se intentó girar, pero yo ejercí toda mi fuerza contra ella para no dejarla.
—te has despertado dominante?
—si— dije riéndome —sabes que me gusta mandar
—y tú sabes que no puedes contra mi, no?
—como?
—que en esta relación yo soy la mandona, y la dominante
—ya ya... eso ya lo veremos

En cuanto terminé de decir eso la empecé a besar el cuello
—s-sofia
—que? No te lo esperabas?— dije y paré de besarla
—no

Finalmente la dejé darse la vuelta y darme un beso en los labios.
—felicidades— me dijo
—gracias — respondí yo y escondí mi cabeza en su pecho mientras la abrazaba

—Tengo un par de sorpresas para ti
—a si??! —dije emocionada— cuáles?
—son sorpresas, no te lo voy a decir jaajajaja
—sandraaaa dimelooo— dije como una niña pequeña
—no, tienes que esperarte. Lo primero, este es tu desayuno, comételo, que yo me voy a preparar
—ayyy has hecho esto para mi?—dije mirando a las tortitas con sirope de Carmelo, (mis favoritas)
—sii jajaaja, venga, a comer, que nos vamos a un sitio, cuando termines subes y te cambias tu también, vale?
—valee

Comí el desayuno y cuando subía por las escaleras ella salió de la habitación.
Llevaba puesto un vestido negro por las rodillas con unos tacones también negros y el pelo suelto y liso.

—que guapaa!— dije cuando la vi
—si? tú crees?
—Sandra —dije cuando llegue a su lado— enserio?! Estas preciosa
—gracias— dijo nerviosa
—que pasa?
—nada, es solo que me haces sentir segura con mi cuerpo y con como me veo...
—ayyy sandraaa no digas esooo! — la di un abrazo— eres preciosa y siempre lo has sido
—gracias— me dio un beso en la cabeza

Pasaron unos minutos y cuando nos separamos le pregunté a donde íbamos
—primero a comer a un restaurante, y después a cenar
—si?
—con tus padres
—a cenar con mis padres?— dije más seria
—si, y con tus hermanos, sofia son tu familia no pongas esa cara
—Sandra..—dije más tranquila
—que?
—gracias
—de nada —dijo y me dio un beso— ahora a prepararse

Entré a la habitación y me dirigí al armario para escoger mi ropa, después fui al baño, me duché, y al salir y secarme me vestí.

Pasamos la mañana juntas hablando de mil cosas y cuando llegó la hora fuimos al restaurante. Era un italiano así que yo comí pizza y Sandra pasta.

Pedimos el postre y volvimos a coger el coche para ir a pasar la tarde a casa de mis padres.

Mientras estábamos de camino, le dije:
—deberíamos decirle lo nuestro?
—no se sofia..
—ya soy mayor de edad, y dijimos que iba a poder decírselo y vivir contigo...
—si, eso sí, pero y si reaccionan muy muy mal?
—no se, creó que deberíamos contárselo..

Sabia que Sandra no estaba muy de acuerdo con decírselo ya pero necesitaba soltarlo, necesitaba que nuestra relación fuera real por un momento, porque sentía que no éramos nada y que no podíamos avanzar si no aceptábamos en alto lo nuestro.

Llegamos y la tarde paso bastante rápida.
Nos saludamos entre todos con abrazos y besos y salimos al jardín a tomar algo. Maria estaba cocinando un pescado al limón buenísimo así que fui a saludarla.

—que tal maria?
—bien señorita sofia, usted?
—bien, bien también.
—por cierto feliz cumpleaños, tenemos preparada una tarta para después de la cena
—muchas gracias!
—de nada, quería algo?
—sabes si tenemos vino?
—creo que abajo, en la despensa tiene que haber algo, deja que mire.
—nono, no te preocupes, ya bajo yo
—seguro?
—sisi, gracias

Salí a, jardín a ver si alguien quería vino igual que yo, y dijeron que si, así que Charles me acompaño abajo

—que?—dije notando que me miraba raro
—nada, estás diferente..
—a si? En que sentido?
—no se, mas feliz
—no se, estar con Sandra es lo que tiene..— dije soltándolo sin querer
—QUE?—dijo muy sorprendido— estes con ella!??
—cállate, te van a oír, y si, estoy con ella...
—pero.. ella.. ella te quiere? No te estará usando no?
—que no charles, me quiere. Creo. Espero.
—vale, eso espero yo también.
—que si, nos queremos mucho, las dos.
—me alegro por ti hermanita.. pero como te haga algo..

Los dos nos reímos, cogimos el vino y volvimos arriba. Al llegar al jardín, en el sofá donde estaba sentada yo antes ahora estaba Sandra, así que fui ahí también, cogí una copa, me serví y bebí.

La tarde pasó rápida, hablamos de las clases de Sandy, del trabajo de mis padres y algún que otro viaje de trabajo.

Llegó la hora de la cena así que nos dirigimos al comedor y nos sentamos. María nos sirvió la comida y a la media hora o así, el postre. Durante toda la cena noté la mirada de Sandra posada en mi y yo se las devolvía.

Ya estábamos terminando el postre así que supuse que era o ahora o nunca.

Miré a Sandra dándole a entender que era el momento de contarles la noticia, y vi que ella me miraba insegura. Ella no quería hacerlo, pero necesitaba quitarme el peso de encima.

Debí mirar más por las dos y no sólo por mi...

¿estas segura?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora