40. Suflé

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«Hoy ya no quiero hablar
Si las sensaciones que en serio cambiaron mi vida
No creo que las pueda explicar»

Melon Vino - Wos

ASTER.

He caído lo más bajo que puede caer una persona: Le debo una a mi ex.

Coco no es tampoco un villano, es solo alguien con quien no fui compatible, y en parte, supongo que tampoco habré sido la pareja ideal porque a él le aburría un poco, se nota. Pero era un amigo genial, de esos con los que puedes contar cuando te arrestan. irónicamente.

Tampoco digo que como pareja u hombre fuera muy listo, tiene un humor grotesco bastante poco gracioso y siempre decía cosas imprudentes. No confío del todo en él, pero le debo este rescate, por fortuna y desgracia.

—Buen día, hermosa. —saluda Coco tras tocar tres veces la puerta del cuarto.

—No son buenos días —me tapo la cara con la almohada—. Sal, por favor.

—Olvidaste desconectar tu teléfono la noche anterior. Quedó afuera.

—Tenía la cabeza por explotar —murmuro, aún sin recuperarme del trauma de haber despertado hoy, tan temprano—. Gracias por desconectarlo, ¿Pasó algo?

—No, nada.

—¿Daisy informó algo nuevo?

Niega con la cabeza, asiento. Estoy por mi cuenta ahora.

—Oye, sé que nosotros no acabamos en las mejores condiciones —musita Coco—. pero quería decirte que lo siento, siento que las cosas hayan pasado así y te extraño mucho.

—Yo también lo siento. He reflexionado mucho sobre mi yo del pasado, he interpretado las cosas diferentes, pero esta no es una conversación que quisiera tener ahora —admito al posar mis pies en el frio piso—. Ahora mismo, no estoy funcional para nada.

—Lo sé, y por sobre todo lo que hagas, que sepas que voy a estar para ti. Y si en algún punto quieres volver a intentarlo...

—Agradezco mucho lo que has hecho por mí —me froto los ojos—. Mas la verdad es que hay cosas a las que ya no podemos volver, somos diferentes personas, es como si estuviéramos en dimensiones distintas. Estoy en otra dimensión ahora, y tengo a alguien allí.

—¿Realmente te gusta tanto ese chico? —no se oye enfadado o triste, solo sorprendido, como si de verdad creyera que esto era solo una locura mía y que su acto de rescate me quitaría los sentimientos por Kale.

—¿Por qué no me gustaría mi novio?

Su rostro es un poema. Uno no muy bueno. Uno de un post de Instagram mal editado, esos que separan los párrafos en espera de que sea arte.

—¿Estás de novia con ese chico?

—Ha sido poco tiempo, pero ha cambiado mi vida.

Hay cierta confusión en su mirada, como si le hubiera contestado en otro idioma. Eso suele pasar cuando hablo con él. Somos increíblemente buenos amigos, pero a veces, en el amor pareciera que nos han maldito como a los de la torre de Babel.

Esa es una de las razones por las que me costó afrontar la ruptura al inicio, realmente quería que funcione. No lo hace.

Viendo desde otra perspectiva, es como si fuera un rompecabezas. Algunas cosas tuvieron que romperse para que pudieran encajar con el hermoso paisaje que tengo ahora.

O tenía antes del festival.

Reconozco la forma en la que me mira, no nos entendemos. Sé que él no comprende cómo no puedo correr a sus brazos y yo no entiendo cómo espera que tengamos una segunda oportunidad. Este momento marca el instante en donde la pala que enterró lo nuestro da el último movimiento, nunca vamos a volver atrás, no vamos a recuperar la conexión ni siquiera de la amistad, no importa que tanto bien podamos hacer por el otro.

No apto para artistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora