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...El alba recién había llegado y gracias a que ella no logro dormir con tranquilidad, se levantó con la llegada del sol, se dió una ducha un poco larga, se cambió la pijama por un vestido holgado de flores y bajo hasta la primera planta, la cual estaba tan sola como la madrugada anterior; fue hasta la cocina y preparo el desayuno para todos con lo que encontró en la nevera, huevos revueltos, pan tostado, panqueques, café, jugo y algo de fruta picada. Dejo todo en el comedor debidamente cubierto y regreso a la segunda planta para despertar a sus hijas.
- Buenos días- Anuncia cerrando la puerta detrás de sí.
Pero las niñas no se inmutaron ni siquiera un poco y ella lo noto, por lo que se acercó un poco más hasta la cama y tomo asiento en ella, depósito un beso en sus cabezas y bocifero nuevamente.
- Es hora de despertar mis ángeles- Informa moviendo levemente sus hombros.
- Mmm...- Sueltan ambas al unisono y abriendo lentamente los ojos.
- Buenos días amores de mi vida- Insisite con una leve sonrisa.
- Buenos días mami- Musitá Towa.
- Buenos días mami- Balbucea Setsuna frotándose los ojos.
- Vengan, ya es hora de despertar- Pide abriendo sus brazos.
Lo que provoca que ambas en medio de un golpe de energía se levanten y se tiren a los brazos de su progenitora, quien las recibe amorosamente.
- ¿Descansaron?- Inquiere con ellas aún en sus brazos.
- Su mami, pero no nos diste un beso de buenas noches- Confiesa la pequeña albina con pesadez.
- Perdónen a su mamá mis niñas... El sueño me gano- Pide aferrándose al agarré.
- Está bien mami- Asegura Setsuna.
- Bueno... Vengan, vamos a tomar una ducha para que desayunen- Pide soltandolas al fin y alejándose un poco.
Las ayudo a levantarse y las guío hasta el baño, en dónde ellas se depojaron de las pijamas y con ayuda de su madre se ducharo; diez minutos después salieron de regreso a la habitación, y se colocaron un conjunto veraniego que les dejo su madre sobre la cama, constaba de un short y una camisilla holgada, luego la castaña las peino y al fin juntas salieron de la habitación con rumbo a la primera planta, sin embargo, su camino fue interrumpido por la presencia del padre de las pequeñas, quien recién salia de su habitación.
- ¡Papi!- Gritan al unisono.
Corriendo hacia sus brazos, y el aunque perezoso las recibió y dejo un beso en sus cabezas.
- Buenos días pequeñas- Murmura con voz áspera.
- Papi ¿Estás enfermo?- Pregunta Towa en un tono preocupado.
- ¿Por qué mi vida?- Inquiere el Taisho caminando con ellas al compás de la castaña, quien se dirigía a la primera planta.
- Suenas enfermo- Completa Suny.
- Papá tiene un poco de gripe- Interviene Rin cuando llegan a la primera planta.
- Me serene un poco, pero mañana amanezco mejor- Asegura dejándolas en el suelo.
Para fijar su vista en el comedor y caminar embobado hacia el.
- El plato que está servido es tuyo- Musitá la castaña fijando su vista en las niñas.
- Gracias...- Balbucea sentándose.
Ella le dedicó una mirada fugaz antes de nuevamente fijar su atención en sus hijas y guiarlas hasta el mismo lugar en donde su padre tomo asiento, les sirvió un poco de fruta y huevo, ellas no tardaron en probar los alimentos.
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Enamorarte.
FanfictionEstá historia es la continuación del fanfic "Tu dulce presencia" que también pueden encontrar en mi perfil. Es importante leerlo con anterioridad para entender algunas cosas. . . ... SINOPSIS. La gloriosa victoria de la noche en que sus labios se to...