Están aquí...

6.8K 352 24
                                    

Debía hacer algo, tenía que ayudar a Harry. Tome mi varita y me desate preparandome para atacar cuando fuera conveniente. Gracias a Merlin que nadie estaba pendiente de mí, sino de la pelea que se llevaría a cabo en unos segundos.

Colagusano se acercó a Harry, levantó su nueva mano plateada, le sacó la bola de tela de laboca, y luego, de un solo golpe, cortó todas las ataduras que sujetaban a Harrya la lápida.  Colagusano se dirigió hacia el lugar en que yacía el cuerpo de Cedric, y regresó con la varita de Harry, que le puso con brusquedad en la mano, sin mirarlo, para volver luego a ocupar su sitio en el círculo de mortífagos.

-¿Te han dado clases de duelo, Harry Potter? -preguntó Voldemort con voz melosa. Sus rojos ojos brillaban a través de la oscuridad. 

Aquellas palabras me hicieron recordar el club de duelo al que había asistido brevemente en Hogwarts dos años antes... Tampoco es que haya sifdo muy bueno, todo lo que habíamos aprendidoera el encantamiento de desarme, Expelliarmus. ¿Y qué utilidad podría tener quitarle la varita a Voldemort, si es que Harry conseguía hacerlo, cuando estaba rodeado de mortífagos y serían por lo menos treinta contra uno, bueno, contra dos? Nunca habíamos aprendido nada que fuera adecuado para aquel momento. 

-Saludémonos con una inclinación, Harry -dijo Voldemort, agachándose un poco, pero sin dejar de presentar a Harry su cara de serpiente-. Vamos, hay que comportarse como caballeros... A Dumbledore le gustaría que hicieras gala de tus buenos modales. Inclínate ante la muerte, Harry. 

Los mortífagos volvieron a reírse. La boca sin labios de Voldemort se contorsionó en una sonrisa. Harry no se inclinó. 

-He dicho que te inclines -repitió Voldemort, alzando la varita. Harry se inclino haciendo que los mortifagos rieran aun más. Voldemort estaba usando la maldición Imperio en el.

-Muy bien.-dijo Voldemort con voz suave, y, cuando levantó la varita, Harry volvió a erguirse—. Ahora da la cara como un hombre. Tieso y orgulloso, como murió tu padre...

»Señores, empieza el duelo.

Voldemort levantó la varita una vez más, y, antes de que Harry pudiera hacer nada para defenderse, recibió de nuevo el impacto de la maldición cruciatus. Gritó más fuerte de lo que nunca lo había oído gritar en su vida. Tape mi boca con mi mano para no gritar. No podía llamar la atención. Mi corazón se partía al ver a Harry de aquella forma. Y luego de la nada todo cesó, dejo de gritar. El dolor había parado. Harry se dio la vuelta y, con dificultad, se puso en pie. Temblaba tan incontrolablemente como Colagusano después de cortarse la mano. En su tambaleo llegó hasta el muro de mortífagos, que lo empujaron hacia Voldemort.

-Un pequeño descanso.-dijo Voldemort, dilatando de emoción las alargadas rendijas de la nariz-una breve pausa... Duele, ¿verdad, Harry? No querrás que lo repita, ¿a que no?

Harry no respondió. Estaba segura que no quería doblegarse ante Voldermort.

-Te he preguntado si quieres que lo repita.-dijo Voldemort con voz suave-. ¡Respóndeme! ¡Imperio! 

.¡NO LO HARÉ!-grito Harry después de unos segundos. Había tenido una lucha interior, podía verlo. Y el gano, pensé con una mini sonrisa.

-¿No lo harás?-dijo Voldemort en voz baja, y los mortífagos no se rieron aquella vez-. ¿No dirás "no, por piedad"? Harry, la obediencia es una virtud que me gustaría enseñarte antes de matarte... ¿tal vez con otra pequeña dosis de dolor? Voldemort levantó la varita, pero aquella vez Harry estaba listo: se echó al suelo a un lado. Rodó hasta quedar a cubierto detrás de la lápida de mármol del padre de Voldemort, y la oyó resquebrajarse al recibir la maldición dirigida a él.

A dark reality full of hope. (Harry Potter y tu).Where stories live. Discover now