18 - Arya: Álgebra

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-¿Ya vas a salir?.- preguntó Arya mientras volvía a tocar la puerta del baño, no hubo respuesta del otro lado. Jon venía bajando de desván, aún tenía el cabello despeinado y la pijama puesta.

-¿Sansa no quiere salir?

-Creo que ya se fue por el desagüe.- respondió Arya y volvió una vez más a golpear la puerta. Su hermana abrió, tenía el cabello más voluminoso de lo normal.

-¿Qué te hiciste en el cabello?- preguntó Jon.

Arya se aguantó la risa. Sansa ya era vanidosa pero desde la noche anterior parecía estar más preocupada por tener la piel en perfecto estado y ahora con su nuevo peinado solo confirmaba lo mucho que le preocupaba su aspecto. Sin siquiera saludarlos, la chica se metió al cuarto mientras Arya tomaba su turno.

Quince minutos después, Arya ya estaba colocándose otro de sus jerseys y sus jeans. Mientras se ataba los cordones de los tenis recordó que sus padres aún no habían regresado a casa desde anoche.

-Si tuviesen problemas llamarían a la casa.- se consoló con esa idea.

Bajó a la cocina en donde Robb ya tenía puesto el delantal y terminaba de servirles a Bran, Rickon y Sansa el desayuno. Arya tomó asiento, comenzó a servirse huevos revueltos y Robb le acercó un vaso de jugo.

-Chicos tenemos que hablar sobre la alfombra quemada. Papá y mamá llegarán en cualquier momento, sugiero que ustedes- Robb se dirigió a Bran y Rickon- les digan la verdad. El castigo no creo que pase de un mes sin televisión.

-No, será más.- dijo Sansa.- Mamá les dijo hace casi un año que no podían tener una computadora y por esconderle eso ustedes casi queman la casa.

Rickon estaba cabizbajo mientras Bran intentaba desayunar más rápido. Por un momento casi se ahogó pero Arya le dio unas palmadas en la espalda que le permitieron seguir comiendo.

-¿Qué van a hacer?- preguntó Robb y tomó un trago de café con leche. A veces a Arya le daba la impresión de que su hermano mayor estaba creciendo más rápido de lo usual. No faltaba mucho para que Robb empezara a llenar formularios para ser aceptado en la universidad y sin embargo ya era lo suficientemente maduro como para ayudar a cuidar de ellos.- Bran ¿qué harán?

El chico dejó el tenedor en su plato, todos tenían los ojos puestos en él.

-Oigan déjenme algo de comer...-era Jon quien por accidente detuvo el interrogatorio.- ¿me perdí de algo?

Bran ocupó ese instante para escabullirse de la mesa y correr a su cuarto.

-Tenías que arruinarlo.- le reprochó Sansa a Jon mientras llevaba sus platos al fregadero. Robb en cambio no parecía tan molesto.

-No te preocupes, yo se que harán lo correcto ¿verdad Rickon?- comentó Robb mientras le revolvía el cabello a su hermanito aunque este parecía aún preocupado.

Jon solamente comió una tostada y tomó algo de café tibio. Después Arya le ayudó a lavar los trastes.

-Te voy a extrañar cuando te vayas con el tío Ben.- dijo ella mientras secaba los platos y los colocaba en su respectiva alacena.- Ya se que solo interrumpiste a Robb para ayudarle a Bran a escapar.

-No se lo digas ¿ok?

Los dos hermanos se rieron mientras continuaban con el quehacer.

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Robb pagó los dos taxis. Sus hermanos ya se dirigían a sus clases excepto por Jon y Arya quienes se preocuparon por completar la cuota del transporte a la escuela.

Al terminar de contar el dinero, los tres chicos se separaron y caminaron en diferentes direcciones. Arya tenía curiosidad de ir a la dirección a ver si su padre estaba ahí con su madre o cuando menos preguntarle a su asistente si sabía cómo estaban. Finalmente se resignó y se dirigió a los casilleros para sacar sus libros de matemáticas.

Al dirigir su mirada hacia el final del corredor se sorprendió al ver a Sansa caminando junto con Joffrey, tras ellos estaban dos moles de aspecto intimidante, mismo que se acentuaba con las cicatrices y golpes que tenían en sus rostros.

Su hermana mayor caminó frente a ella con su séquito pero no se inmutó por su presencia. Ya se lo había dicho Sansa: En la escuela no podía decir que eran hermanas. Arya había aceptado gustosa, después de todo, no tenía la mejor relación con ella pero al verla con el esperpento de Joffrey y los monstruos que tenía por escolta, no tuvo más remedio que romper el juramento.

-Sansa ¿podemos hablar?

La pelirroja le dirigió una mirada asesina, a veces con ese gesto se parecía demasiado a su madre cada que Jon la hacía enojar.

-Tengo clase, adiós.

-Espera ¿qué no es Arya?.- dijo Joffrey sin soltar a Sansa. El muchacho barrió con la mirada a Arya y luego soltó una carcajada.- Pensé que en California dejarías de usar ropa de payaso, veo que me equivoqué.

.Sansa, es importante.- susurró Arya a la par que hacía un esfuerzo por sujetar el brazo de su hermana pero Sansa se negaba a seguirla.

-Puede esperar.- volvió a dirigir la mirada a Joffrey y con un tono de voz más delicado dijo.- Vamos que se nos hace tarde.

Joffrey y ella continuaron circulando por el pasillo. Arya notó que el más bajito de los dos matones (y del cual había escuchado su historia cuando Baelish se la contó a su hermana en el evento del día anterior) la miraba de reojo. Casi como si hubiese leído su mente, el tipo la saludo asintiendo la cabeza. Tal vez él sospechó sobre lo que pasaba por la mente de Arya o solamente estaba amenazandola. De cualquier forma seguía sin tenerle confianza a los nuevos "amigos" de su hermana.

Una vez en el aula solo pudo conseguir lugar en última fila. A su derecha solo quedaba una banca que sobró y la puerta de salida. Empezó a copiar lo que anotaba el profesor en el pizarrón pero no prestaba mucha atención. La entrada que estaba a su lado se abrió silenciosamente. Arya observó de reojo al alumno que se estaba colando al salón.

Una vez este se sentó, ella quedó casi de piedra al notar que se trataba del chico que le había sonreído el día anterior. Arya volvió a verlo con disimulo y notó que los ojos de él estaban un poco más enrojecidos de lo usual pero aquello que lo delató fue un leve olor a hierba quemada.

-Creo que esto no es literatura ¿verdad?- le preguntó él en voz baja.

-Y yo pensando que esto era biología.- contestó Arya. El chico se rió discretamente.- Es matemáticas, además estás en el grado equivocado.

-Soy Gendry.- dijo él, una chica con frenillos volteo a verlo con desagrado mas no lo delato y siguió escribiendo en su cuaderno.

-A-ary...

-¿Qué tanto hablan allá atrás?.- comentó el maestro aún sosteniendo su libro de álgebra básica.

Arya no dijo nada, Gendry en cambio escondió un poco más su cabeza detrás de la chica obesa que tenía enfrente. Al no haber respuesta, el profesor continúo escribiendo.

-Nos vemos luego Ary.- murmuró Gendry mientras se agachaba y volvía a colarse por la puerta.

Preparatoria Westeros (+16)Where stories live. Discover now