Capítulo 2

44 10 2
                                    

   Ni siquiera quiso decir algo. Mientras todos le daban la enhorabuena a Mimi por haber ganado, ella aprovechó el momento para recoger todas sus cosas y marcharse sin que nadie se percatara de ello.

Era el mejor momento para irse sin que nadie la pudiese detener. Aunque si lo pensaba mejor tampoco hubiera allí nadie que quisiera detenerla. Todos los ojos estaban puestos en la ganadora y no en una simple perdedora entre todas las que había.

Hyojung confiaba en poder irse de allí tranquilamente, aunque su corazón estaba a punto de estallar. Había albergado la esperanza de ser ella la que ganase, aunque solo fuese por una vez. Pero el destino se la estaba jugando una vez más. Odiaba al destino.

A punto de salírsele de las lágrimas de los ojos salió por la puerta trasera de aquel establecimiento. Si lo hacía por la puerta principal se arriesgaba a que la viesen.

No supo cómo su cabeza llegó a reaccionar ante unos pensamientos que ni ella misma se hubiese planteado en su mejor momento. Aquella vida que le había tocado no podía ir a peor, ni siquiera se la merecía en su opinión.

Toda la vida haciendo buenas acciones pensando en los demás y no en ella. Siempre puso al resto de la gente antes que su bienestar. Tal vez el hecho de que Mimi hubiese ganado es porque ella se lo merecía mucho más.

Mientras tanto ella... no sabía qué merecía y qué no, ni tampoco podía imaginarse qué era lo que le deparaba el destino. Ni lo quería saber. Que se fuera el destino y todo lo relacionado con él a la mierda.

La rabia que se apoderó de su cuerpo y provocó que las lágrimas cayeran sobre sus mejillas, recorriendo todo su rostro hasta perderse en su mandíbula. ¿Por qué a ella le había tocado vivir tanta miseria y no tenía ninguna alegría en su vida?

Estaba sola, completamente sola. Sus padres no eran más que unos campesinos pobres que habían dado todo para que ella pudiera tener unos estudios y viajar a la ciudad donde poder tener un buen trabajo. ¿Y qué había hecho ella a cambio? Decepcionarlos.

Ni siquiera tenía amigos y mucho menos un novio como siempre le preguntaba su madre en las cartas. Si fuera por ella mandaría a todos los hombres a la mierda.

Hyojung andaba con prisa por la calle mientras maldecía cada uno de los minutos de vida que había podido vivir. Todo había sido para nada. Lloraba de rabia y de impotencia, pero sobre todo por no querer vivir más su vida.

Consideraba que ya había sufrido lo suficiente como para seguir haciéndolo. No tenía pensamientos de seguir dejando que el destino marcara cada uno de sus siguientes pasos. Ahora le tocaba a ella decidir qué es lo que pasaría a continuación y su decisión estaba clara.

No quería seguir viviendo la vida que le había tocado, no era la vida adecuada para alguien que se había esforzado tanto por los demás ¿Podía ser injusta? Sí, pero es que no aguantaba ni un segundo más la tortura que la atormentaba cada día.

La idea, con solo el hecho de que pasara por su cabeza, era horrible. Pero no encontraba otra solución. Aquello debía acabar y cuánto antes, mejor para todos. Poco le importaba ya el mundo o que pasase con ella, solo desaparecer pero ¿Cómo?

Entonces fue cuando lo vio. Tenía frente a ella un gran edificio de siete plantas. Unos grandes almacenes. Seguramente tendría la puerta de la azotea abierta, la de emergencia.

Sin dudarlo, se lanzó al interior del edificio. Lo más posible es que no sobreviviera ni lo más mínimo desde la caída de una séptima planta.

Allí la gente parecía estar en otro mundo. Nadie la veía y nadie reparaba en su mera presencia. Eso era lo mejor. Algo apresurada se metió dentro de un ascensor, espero a que entrara más gente y vio que había una señora que quería subir a la 7ª planta.

Cooking Cupcakes [HyoMi] [Oh My Girl]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt