El es parte tambien de mi. (Jelsa)

02. Reparación total

Jack

-¡Quítate flacucho! Estorbas.

-Si, Frost, deja pasar a los reyes -decían dos chicos.  

Uno era alto con cabello rojizo y ojos azules y el otro con cabello dorado y ojos verdes. Los típicos populares consentidos que sienten una energía positiva recorrer su cuerpo al molestar y hacer sentir mal a alguien.

Un joven Jack Frost (un joven e inocente yo) de apenas 13 caía al suelo por los empujones de los chicos. Dolía como la mierda, pero no eran los golpes, si no lo que decían. Justo en los sentimientos y en la poca autoestima que tenía.

-¿Por qué son tan malos? -preguntaba, me dolía que ellos me molestaran sin razón. Eso jamás lo entenderé. ¿Cuál es el punto de molestar a alguien?

-Hablas como una bebé, Frost -dijo uno de ellos mientras el otro reía. Luego patearon mi mochila, haciéndola volar unos metros. No me quedó de otra que utilizar mi pequeña ración diaria de dignidad e ir por ella.

Yo usaba lentes de nerd, frenillos, era un enano, todo un cerebrito. Por eso eran malos conmigo. Era mi apariencia. Mi apariencia los hacía molestarme. Sigo sin entender por qué, pero ahora soy yo quien hace esas cosas; ni siquiera así he descubierto de dónde sale el placer de hacer sentir mal a alguien. Supongo que se debe hacer con un propósito especifico, y no por una venganza no merecida. Por «desquitarse».

Sacudo la cabeza al recordar todo eso, es asqueroso todo lo de antes, incluyéndome. Mi autoestima no funcionaba, se había agotado. La habían agotado. Estaba derrotado, triste, solo...

Cuando Norte no pudo soportar que yo no me defiendiera de esos chicos, me cambió a otro colegio llamado Mystique. Fue entonces cuando decidí reinventarme. Adiós gafas, hola cirugía mágica; adiós burlas, hola popularidad y chicas.

 Si, chicas. Ahora todas me aman; no es por presumir, pero vamos, mi apariencia llama mucho la atención y ser popular ayuda mucho, ciertamente. Supongo que el ser problemático es algo que tengo de nacimiento.

Mis poderes tuvieron un gran desarrollo. Tanto que impresionaron a cualquier chica que se ponía frente a mi. Poderes como los míos no hay iguales, soy la única persona con ellos en todo el colegio. Y eso me hace ser aún mas especial de lo que ya soy de por si.

Yo controlo el hielo, por eso mi uniforme es azul. 

En este colegio, los uniformes se manejan por colores que definen tu asignatura especial; cuando tu poder tiene que ver con algún elemento, tu uniforme se hace del color característico de ese elemento. Simple, hielo es agua, azul. Los fundadores debieron haberse quemado el cerebro pensando en ello. Sarcasm mode on.

Hoy es el día de la inscripción. Alumnos nuevos ingresarán a la academia y yo tendré que soportar más chicas a mi alrededor. No me gusta el compromiso, yo sólo quiero divertirme y todas ellas acceden a sólo una noche. Nos divertimos, les digo cosas lindas y al siguiente día, las echo. Lloran y suplican, algunas hasta me acosan pidiendo otra oportunidad. Pero siempre trato de dejar en claro lo que quiero. Aún siendo así, no me gusta ilusionarlas, pero mi actitud ya es algo que se rige por mi estatus social. Ser popular y apuesto (y deseado) me dicta ser así. Es lo típico de la sociedad. 

Un estereotipo, y por eso debe ser cumplido. Así cómo mi política de no tener cosas serias con ninguna chica. Si llego a algo serio, debe ser con la indicada, y no estoy seguro de que llegue. Tengo trescientos años esperándola, pero ya me cansé. Mejor disfrutar de otra gran variedad.

Una voz me saca de mis pensamientos. Es Hiccup, mi mejor amigo castaño.

—¡Jack! —grita—. ¡Vamos Frost!

—¿Qué quieres? —le digo de mal modo, no quiero otro sermón con su típica frase «es malo coquetear con varias chicas a la vez, aún más si son de nuevo ingreso» que me da cada nuevo ciclo. Es desesperante.

Cierto, pero desesperante.

—Vi a la profesora Stein buscándote. ¿Hiciste algo malo sin nosotros? —dice refiriéndose a nuestro grupo de amigos.

—Eh... No, no que yo sepa o recuerde —digo seguido de risas.

—Bueno, ella te necesita urgentemente —dice imitando la voz de Stein.

—Ahí me tendrá —suspiro. Ya me harté de esa profesora. No me deja en paz así que mejor voy a buscarla antes de que ella me siga buscando a mi.