El mundo de las traumadas

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Enero,2019.

No sé sobre que escribir a veces, pero sé que necesito hacerlo, es una extraña manera de desahogarse. Por las tardes voy a estas terapias de grupo que mi psicóloga le recomendó a mi madre. No tengo ganas de hablar sobre el pseudo trauma que tuve que pasar porque aún es un tema un tanto, como lo digo, <escrupuloso> para la comunidad joven.

En fin, cuando oigo las voces de las niñas, quebradas por supuesto, siento compasión y por un instante el dolor se transforma en rabia y la rabia se transforma en deseos de superación. Las sesiones en grupo terminan a eso de las cinco de la tarde, solemos hablar de lo que nos gusta y disgusta, los vagos recuerdos de nuestras noches llorando son un tema que se toca solo los días lunes, los días martes hablamos de superación y el resto de los días solo compartimos el augurio que significa vivir sabiendo que te abusaron, oh, supongo que lo dije.

No hay un tipo de mujer, no hablo de clichés saben, en este mundo, el mundo de las "traumadas" hay de todo, supongo que la maldad no discrimina. Suelo usar ropa cómoda para ir a las sesiones y cuando voy a salir con Apolo, me arreglo solo un poco más.

Apolo no puede saber de qué se trata todo esto, claro que no. Apolo llegó a mi vida cuando yo estaba en una pequeña transición, el cambio de tener miedo a no tenerlo, el cambio de mentir a ser honesta, pero algo me faltaba, quizá me hubiera gustado compartir mi nueva seguridad con otra persona, con otro Apolo, que de Apolo no tenía mucho.

Cuando cualquier persona me pregunta porque he cambiado tanto en tan poco tiempo, mi primera reacción es sonreír, me gusta que la gente piense que las heridas están sanadas y que a pesar de todo pude salir adelante para ser una mejor versión de mí, aunque eso sea solo una sarta de mentiras. La verdad es que sí, estoy mucho mejor, ya no tiemblo cada vez que me quedo sola en un salón, ya no lloro por la noche y sobre todo ya no tengo que estar preocupada de mentir por proteger a alguien más, pero, no es como que este muchísimo mejor, la partida de un amor siempre nos dejará un pequeño hoyo negro.

Aquel hoyo negro nos va succionando lo bueno y lo malo. Quiero decir, algunos días estarás tan molesta/o con ese antiguo amor, que solo podrás pensar en el daño que te causo, pensarás incluso en las peleas más absurdas, como también en aquellas palabras que te hicieron mierda el corazón. Otros días tu corazón estará más blando, no hay una razón del porqué, supongo que solo hay días y días, el corazón se manda solo. Cuando estés más sensible, el hoyo negro se encargará de eliminar todos los recuerdos malos y tu mente pensará en todo lo bueno, en las cosas más mínimas, en todo aquello que te hizo sonreír por estúpido que sea. Como los sentimientos funcionan solo bajo la coordinación mente-corazón, será inevitable no pensar cuando sientas y no sentir cuando pienses, es todo parte de un proceso para al final llegar a conclusiones estúpidas como; terminamos por mi culpa, terminamos por su culpa, me gustaría que volviera, me gustaría conocer a alguien más.

Lo cierto es que yo ya he llegado como a veinte conclusiones diferentes desde que tengo este debate interno provocado por dicho hoyo, pero aún no tengo claro a que quiero llegar con todo esto, quizá debería pensar menos las cosas, pero se hace inevitable.

Hay días que Apolo nota que estoy más apagada que otros días y trata de entenderme, Apolo es bueno, a veces pienso que no merece estar conmigo, pero sigo con él de todas formas porque supongo que sigo siendo la misma egoísta de siempre, pero nuevamente, esa es otra historia.

Por lo menos a Apolo no le he mentido, he intentado ser trasparente con él, le he mostrado lo bueno y lo malo y el siempre repite lo mismo "Aun no entiendo cómo pudo dejar a alguien como tú" y siempre tengo una respuesta para esa pregunta, pero por supuesto no la digo.

Pudo hacerlo porque yo era una maldita histérica llena de miedo y complejos que no sabía ni siquiera si amanecería viva al día siguiente, me dejo porque en realidad no me conocía, tenía demasiados secretos y aún los tengo, por eso mis amigos más cercanos suelen llamarme caja de Pandora. La verdad es que no soy así, pero tenía que serlo, por las circunstancias, por eso querido Apolo estas tan encantado conmigo porque por primera vez en mucho tiempo puedo no ser la caja de Pandora y reír y mostrarte como soy, ¿Cómo soy? Bueno, sueles decir que soy muy dulce.

Relatos de mi autoestimaWhere stories live. Discover now