De vuelta al Apocalipsis: El renacimiento de Bai Jing

Capítulo 12: Xiao Sa

Todo el viaje fue a alta velocidad, y muy rápidamente, habían pasado dos días y una noche cuando los tres llegaron a la Ciudad N.　

Cao Lei pensó que el joven maestro se vengaría, cambiaría la forma en que lo arrojó, pero obviamente estaba equivocado. Sin tiempo para respirar, los tres se establecieron en el hotel. Bai Jing ni siquiera le dirigió una mirada de caridad y le dijo con arrogancia a Want Xuebing: "Vas a salir conmigo".

Cao Lei abrió la boca, revelando una rara y tonta mirada: "¿Qué hay de mí?"　

"¿Tú?" Bi Jing se burló: "La limpieza -"　

Cao Lei se atragantó. Este era un hotel. Finalmente supo por qué el joven maestro en la carretera no se movió. Lo estaba esperando aquí, y replicó de manera seria: "No, tengo que seguir. Proteger al joven maestro es responsabilidad del guardaespaldas".

Bai Jing sonrió, no lo miró y solo miró a Wang Xuebing. La idea era "¡Descúbrelo tú mismo!"

Wang Xuebing estaba muy avergonzado y miró a su amante, luego miró al joven maestro. Finalmente, tiró de la ropa de Cao Lei: "Quédate en el hotel. El joven maestro me tiene para protegerlo".　

Cao Lei se sentía muy miserable. Ciertamente sabía que el joven maestro estaba bien, pero el problema era que quería estar junto a su amante. Mirando amargamente a Bai Jing, el joven maestro repentinamente se volvió arrogante y se convirtió en malvado, se convirtió en un gran demonio que los obligó a separarse. Cao Lei miró impotente mientras el joven maestro y su amante se iban.　

Wang Xuebing lo miró con comodidad antes de irse. Aunque el amor era muy importante, su amante era suyo. Sus días duraron mucho tiempo, así que quejarse de agravios no fue un problema; Sin mencionar que esto era un asunto menor. Además, el joven maestro no era el mismo. Ahora era rebelde, por lo que se sentía un poco preocupado, temía que el joven maestro fuera por el camino equivocado. El joven maestro no discriminó, por lo que se mostró muy feliz. ¡Así que, mi amor, por el momento eres un poco miserable!

Bai Jing se sintió muy bien, y por supuesto, basó su propia felicidad en el dolor de los demás. Fue una cosa muy feliz en el camino vengarse de Cao Lei. Él no era tan tonto; Cao Lei estaba conduciendo, así que, ¿qué harían si hubiera un accidente? Así que pensando en su propia vida, Bai Jing sintió que no había un castigo mayor que su dolor por estar separado de su amante.

El buen humor solo se mantuvo hasta la puerta del hotel. A diferencia de la compra de los materiales, había un destino al que ir. Bai Jing miró el tráfico ocupado que iba y venía, sintiéndose perdido, porque de repente, no sabía a dónde ir.　

"Joven maestro, ¿a dónde vamos?" Wang Xuebing preguntó con entusiasmo, sus ojos brillaban. Durante mucho tiempo había tenido curiosidad por saber por qué el joven maestro salía todos los días.　

"Dónde..." El estado de ánimo de Bai Jing era un poco bajo. Mirando hacia los edificios de gran altura que lo rodean, la hermosa plaza del frente del hotel, la intersección de los cruces de peatones, así como los semáforos cambiantes, los autos en espera y la gran cantidad de anuncios publicitarios y gente corriendo, diciendo: "¡Vamos por ahí!"　

"Ah..." Wang Xuebing con la boca abierta se preguntó si esto podría ser lo mismo que la última vez? ¿No podría ser lo mismo, por favor? La expresión de Wang Xuebing se derrumbó de repente.

Bai Jing no se molestó con él porque eligió sin rumbo una calle ruidosa.　

"¿No estamos conduciendo?" Wang Xuebing lo siguió con gran ánimo.　

Bai Jing negó con la cabeza: "Sólo quiero caminar".

Para echar un vistazo al lugar donde vive Xiao Sa, en una gran multitud, no esperaría encontrar a una persona. Xiao Sa no era una mala persona. Con una mente fuerte y alerta, ¡no había nada que pudiera hacer cuando encuentra a Xiao Sa! Además, tiene muchas cosas aún por terminar. Sobre estos asuntos, sin importar quién era la persona, cómo podría explicárselo a los forasteros. Si se atrevía a anunciar que el próximo año sería el apocalipsis, temía que todos pensaran que estaba loco.